Parte. Capítulo

  1      I.     1|         basta que en la narración dél no se salga un punto de
  2      I.     2|                 Doncellas curaban dél;~ ~ ~ ~Princesas, del su
  3      I.     6|       veréis que es verdad cuanto dél os he dicho.~ ~ -Así será -
  4      I.     9|      Dulcinea, para que ella haga dél lo que más fuere de su voluntad.~ ~
  5      I.    10|         hincó de rodillas delante dél y, asiéndole de la mano,
  6      I.    10|        cuanto lo que toca a tomar dél nueva venganza; pero hágole
  7      I.    11|       brazo, le forzó a que junto dél se sentase.~ ~ No entendían
  8      I.    12|       feligreses a que digan bien dél, especialmente en las aldeas.~ ~ -
  9      I.    13|   disposición gallarda. Alrededor dél tenía en las mesmas andas
 10      I.    14|          Ambrosio, se despidieron dél. Lo mismo hicieron Vivaldo
 11      I.    16|     gentileza, se había enamorado dél y prometido que aquella
 12      I.    17|            ni se habían de quejar dél los escuderos de los tales
 13      I.    17|             que con dos gotas que dél bebas sanaras, sin duda.~ ~
 14      I.    18|               Lo que puedes hacer dél es dejarle a sus aventuras,
 15      I.    20|           amo, sin osarse apartar dél un dedo: tal era el miedo
 16      I.    20|        posible contar más palabra dél. Sigo, pues, y digo que
 17      I.    20|    Quijote que Sancho hacía burla dél, se corrió y enojó en tanta
 18      I.    20|         la Ínsula Firme, y se lee dél que siempre hablaba a su
 19      I.    21|           que siempre andaba tras dél. Respondiéronme que era
 20      I.    22|           manera, no iban seguros dél, sino que temían que se
 21      I.    24|         duque Ricardo estaba. Fui dél tan bien recebido y tratado,
 22      I.    24|    comencé a temer, y a recelarme dél, porque no se pasaba momento
 23      I.    25|         en el infierno nunca sale dél, ni puede. Lo cual será
 24      I.    25|       pues hay esperanza de salir dél, la cual, como tengo dicho,
 25      I.    25|         ir a hacer la información dél para darle algún hábito,
 26      I.    25|         de entrambos, se despidió dél. Y subiendo sobre Rocinante,
 27      I.    27|           sino porque yo entendía dél que deseaba que no me casase
 28      I.    27|         Luscinda, porque la letra dél era suya. Abríla temeroso
 29      I.    27|         ensillase, sin despedirme dél subí en ella, y salí de
 30      I.    28|           con tanto silencio, que dél no fueron sentidos, ni él
 31      I.    28|         le muestran cosas raras y dél jamás vistas. Mas volviendo
 32      I.    29|          ha dos años que yo partí dél, y en verdad que nunca tuve
 33      I.    30|          y que todos hacían burla dél, sino Sancho Panza, no quiso
 34      I.    30|        cuento como en la brevedad dél y en la similitud que tuvo
 35      I.    32|           las manos, y rodeámonos dél más de treinta, y estámosle
 36      I.    32|     entrando en su aposento, sacó dél una maletilla vieja, cerrada
 37      I.    32|        renombre famoso y claro, y dél sólo merecido; y este Diego
 38      I.    33|      remisión de Lotario, y formó dél quejas grandes, diciéndole
 39      I.    33|      cierto que se podía prometer dél, o ya consejos para entretenellos,
 40      I.    34|        Lotario, y, en apartándose dél, se arrepintió totalmente
 41      I.    34|        hacer, ¿qué hemos de hacer dél después de muerto?~ ~ -¿
 42      I.    34|           mío; limpia he de salir dél, y, cuando mucho, saldré
 43      I.    39|           fin, que nos despedimos dél y de aquel nuestro tío que
 44      I.    39|      algunas cartas, no he sabido dél ni de mis hermanos nueva
 45      I.    39|      turcos, y puesto en posesión dél a Muley Hamet, cortando
 46      I.    40|         cual vi un nudo, y dentro dél venían diez cianís, que
 47      I.    40|      sospechaba, que nos fiásemos dél y se lo dijésemos; que él
 48      I.    43|        pude verle para despedirme dél, siquiera con los ojos;
 49      I.    44|           no había que hacer caso dél, porque estaba fuera de
 50      I.    44|      cuatro caminantes hacía caso dél, ni le respondían a su demanda,
 51      I.    44|          Y con esto, y con lo que dél sabían, de la buena voz
 52      I.    44|     dentro de la venta y rodeados dél, persuadiéndole que luego,
 53      I.    44|           guerra, y me hice señor dél con ligítima y lícita posesión!
 54      I.    48|        hay razón ni evidencia que dél los saque». Acuérdome que
 55      I.    48|          ofrecía. Y así por gozar dél como de la conversación
 56      I.    48|           que no aciertes a salir dél, aunque tuvieses la soga
 57      I.    51|           ella se vino a enamorar dél, antes que en él naciese
 58      I.    51|      aldea, y aun a todos los que dél noticia tuvieron; yo quedé
 59      I.    52|              Do Belona preside, y dél se precia,~ ~ ~ ~Más que
 60     II.     1|      hecho de carne momia. Fueron dél muy bien recebidos, preguntáronle
 61     II.     1|           ella, que quede memoria dél por todos los siglos de
 62     II.     2|          renombre de Magno, dicen dél que tuvo sus ciertos puntos
 63     II.     3|       Quijote, poniéndose delante dél de rodillas, diciéndole:~ ~ -
 64     II.     7|        revocar, creyó todo lo que dél había leído, y confirmólo
 65     II.    10|     consigo Sancho, y lo que sacó dél fue que volvió a decirse: -
 66     II.    12|        que al rucio, cuya amistad dél y de Rocinante fue tan única
 67     II.    12|            Que por jamás un punto dél desdiga.~ ~ ~ ~ Si gustáis
 68     II.    12|         Bosque que hablaban cerca dél, sin pasar adelante en su
 69     II.    14|           y que por las señas que dél me habéis dado, tan puntuales
 70     II.    14|           vencedor, para que haga dél todo lo que quisiere, con
 71     II.    14|      engaño; empero, para sacaros dél de todo punto, vengan nuestros
 72     II.    15|          historia vuelve a hablar dél a su tiempo, por no dejar
 73     II.    18|           rogar al cielo le saque dél, y le  a entender cuán
 74     II.    21|      suelo, y quedándose la mitad dél en la tierra, mostró que
 75     II.    22|    predicando lindezas; y yo digo dél que cuando comienza a enhilar
 76     II.    23|         cómo ni cómo no, desperté dél y me hallé en la mitad del
 77     II.    24|          Montesinos, en el margen dél estaban escritas de mano
 78     II.    25|          sucedió que a un regidor dél, por industria y engaño
 79     II.    25|          metió maese Pedro dentro dél, que era el que había de
 80     II.    26|         su señor, y despidiéndose dél, casi a las ocho del día,
 81     II.    27|   estuviera rebuznando; alrededor dél estaban escritos de letras
 82     II.    29|          que no puede ser librado dél sino por la mano de otro
 83     II.    30|      pareciéndole que todo lo que dél se quitaba era quitárselo
 84     II.    30|       verde prado, y en lo último dél vio gente, y llegándose
 85     II.    30| desenredarle; antes quedó colgado dél, con la boca y los pechos
 86     II.    31|    castillo, al instante salieron dél dos lacayos o palafreneros
 87     II.    31|                 Que damas curaban dél,~ ~ ~ ~Y dueñas del su rocino;~ ~ ~ ~
 88     II.    31|           del rucio, y aquí hablé dél; y si en la caballeriza
 89     II.    32|           no buscando los regalos dél, sino las asperezas por
 90     II.    32|          mundo? ¿Quién ha quitado dél la belleza que le alegraba,
 91     II.    32|    Dulcinea en el Toboso, o fuera dél, y que sea hermosa en el
 92     II.    33|          el oficio, y supiese más dél que de la labor del campo,
 93     II.    35|    pasados, y los lados, y encima dél, ocupaban doce otros diciplinantes
 94     II.    40|         ha sido parte para que yo dél vuelva y cobre todos mis
 95     II.    40|           en su poder, y se sirve dél en sus viajes, que los hace
 96     II.    41|       sabe Dios cuándo volveremos dél, ni la comodidad y espacio
 97     II.    41|       redundar de engañar a quien dél se fía; y puesto que todo
 98     II.    44|           siempre había de hablar dél y de Sancho, sin osar extenderse
 99     II.    44|       macho a la jineta, y detrás dél, por orden del Duque, iba
100     II.    44|     doncella de la Duquesa estaba dél enamorada, y que la honestidad
101     II.    45|         la imaginación que dentro dél estaba la paga de lo que
102     II.    47|        menos daño, y déjeme comer dél sin que me le apalee; porque
103     II.    50|        portador deste pliego, que dél nos informaremos de las
104     II.    52|       decir que ha estado encinta dél; pero él lo niega a pies
105     II.    54|    nuestro lugar cuando se partió dél mi mujer, mi hija y mi cuñado?~ ~ -
106     II.    55|      puesto que llegó media legua dél, donde le tomó la noche,
107     II.    55|       rucio, y él se halló encima dél, sin haber recebido lisión
108     II.    55|        rico de su gobierno, dicen dél que ha sido un ladrón; y
109     II.    57|          gobierno y salgo desnudo dél; y así, podré decir con
110     II.    58|       dicho, y, sobre todo, dicen dél que es el más firme y más
111     II.    58|      recibieron, porque ya tenían dél noticia por su historia.
112     II.    59|        oído alerto escuchó lo que dél trataban, y oyó que el tal
113     II.    60|          de cerca lo que de lejos dél había oído, y así, le dijo:~ ~ -
114     II.    60|     razones que supo, se despedió dél llorando. Los criados de
115     II.    60|      pierdo la esperanza de salir dél a puerto seguro.~ ~ Admirado
116     II.    62|        Corrieron de nuevo delante dél los de las libreas, como
117     II.    62|      lecho, y el primero que asió dél fue Sancho, diciéndole:~ ~ -¡
118     II.    62|       cuatro garras de águila que dél salían, para mayor firmeza
119     II.    63|          del renegado, ni confiar dél los cristianos que habían
120     II.    65|           lugar, y que no saliese dél en todo un año, en el cual
121     II.    65|           le mandase, se despidió dél; y, hecho liar sus armas
122     II.    66|          estaban muchos alrededor dél, la boca abierta, esperando
123     II.    70|          por una no pudiera salir dél, aunque quisiera. La verdad
124     II.    73|          Con esto, se despidieron dél, y le rogaron y aconsejaron
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