Parte. Capítulo

  1      I.     4|           que si ella fuere de tanta hermosura como significáis, de buena
  2      I.    12|            esto, la fama de su mucha hermosura se extendió de manera, que
  3      I.    12|           ella salió en público y su hermosura se vio al descubierto, no
  4      I.    12|               porque su afabilidad y hermosura atrae los corazones de los
  5      I.    12|         lleva y la merece de toda la hermosura humana. Aquí sospira un
  6      I.    12|              tan terrible y gozar de hermosura tan extremada. Por ser todo
  7      I.    13|              contando la extrañeza y hermosura de una pastora llamada Marcela,
  8      I.    13|            nombre, patria, calidad y hermosura de su dama; que ella se
  9      I.    13|            es reina y señora mía; su hermosura, sobrehumana, pues en ella
 10      I.    14|              que pasaba a su fama su hermosura. Los que hasta entonces
 11      I.    14|             que me améis os mueve mi hermosura, y por el amor que me mostráis,
 12      I.    14|       considerar que yo no escogí la hermosura que tengo: que, tal cual
 13      I.    14|              por ser hermosa; que la hermosura en la mujer honesta es como
 14      I.    14|          comunico mis pensamientos y hermosura. Fuego soy apartado y espada
 15      I.    14|    recogimiento y los despojos de mi hermosura; y si él, con todo este
 16      I.    14|            salen, es a contemplar la hermosura del cielo, pasos con que
 17      I.    14|             su discreción como de su hermosura, a todos los que allí estaban.
 18      I.    16|             brazos a la Dios a de la hermosura. Y teniéndola bien asida,
 19      I.    23|           propias. Lo que levantó tu hermosura han derribado tus obras:
 20      I.    24|       acertara a desearme: tal es la hermosura de Luscinda, doncella tan
 21      I.    24|             apartar de la memoria la hermosura que tan sujeto le tenía,
 22      I.    24|            encubrir nada. Alabéle la hermosura, donaire y discreción de
 23      I.    24|      encerraban todas las gracias de hermosura y de entendimiento que en
 24      I.    24|            palabras en declararme su hermosura, valor y entendimiento;
 25      I.    25|         término y fin de toda humana hermosura! ¡Oh vosotras, napeas y
 26      I.    25|              otras; que son la mucha hermosura y la buena fama, y estas
 27      I.    27|            calidad, bondad, virtud y hermosura de Luscinda, y que tenía
 28      I.    27|          compuesta como su calidad y hermosura merecían, y como quien era
 29      I.    27|              que no me acuerde de la hermosura y de la traición de Luscinda
 30      I.    28|         mirándole estaban de ver una hermosura incomparable; tal, que Cardenio
 31      I.    28|          admiró su discreción que su hermosura. Y tornándole a hacer nuevos
 32      I.    28|            suya; que no le cegase mi hermosura, tal cual era, pues no era
 33      I.    28|          Fernando el primero a quien hermosura, o ciega afición (que es
 34      I.    28|          bellaquería antes que de mi hermosura, quiso aprovecharse de la
 35      I.    29|              mucha gracia, donaire y hermosura, y confirmaron a don Fernando
 36      I.    30|             amancebados. En lo de la hermosura no me entremeto; que, en
 37      I.    30|            notado particularmente su hermosura y sus buenas partes punto
 38      I.    31|            hacía aquella reina de la hermosura? A buen seguro que la hallaste
 39      I.    32|          todos los de la venta de la hermosura de Dorotea, y aun del buen
 40      I.    33|             gocen de su fragrancia y hermosura. Finalmente, quiero decirte
 41      I.    33|           pudiera vencer con sola su hermosura a un escuadrón de caballeros
 42      I.    33|       trataba de otra cosa que de su hermosura y discreción, y que éste
 43      I.    33|              si la mina de su honor, hermosura, honestidad y recogimiento
 44      I.    33|              extremos de bondad y de hermosura que Camila tenía, bastantes
 45      I.    33|              culpa.~ ~ En efecto, la hermosura y la bondad de Camila, juntamente
 46      I.    34|              con las alabanzas de su hermosura, porque no hay cosa que
 47      I.    36|              rostro, y descubrió una hermosura incomparable y un rostro
 48      I.    36|            puede ser recompensa a la hermosura y nobleza por quien me dejas
 49      I.    36|             de su mucha discreción y hermosura; y aunque quisiera llegarse
 50      I.    36|          ventaja, y que juntase a su hermosura su humildad y el extremo
 51      I.    36|            que es prerrogativa de la hermosura, aunque esté en sujeto humilde,
 52      I.    37|            en alguna cosa. Y como la hermosura tenga prerrogativa y gracia
 53      I.    41|              decir yo agora la mucha hermosura, la gentileza, el gallardo
 54      I.    41|             Porque ya se sabe que la hermosura de algunas mujeres tiene
 55      I.    41|               pero admirábanse de la hermosura de Zoraida, la cual en aquel
 56      I.    42|       estaban, creyeran que otra tal hermosura como la desta doncella difícilmente
 57      I.    42|           las armas en su punto y la hermosura en su extremo.~ ~ Admirado
 58      I.    42|         ventera les había dado de la hermosura de la doncella, habían venido
 59      I.    42|        codiciosos del gran tesoro de hermosura que en aquel castillo se
 60      I.    43|              Toboso, extremo de toda hermosura, fin y remate de la discreción,
 61      I.    47|              concibe ha de ser de la hermosura y concordancia que vee o
 62      I.    47|           contento alguno. Pues ¿qué hermosura puede haber, o qué proporción
 63      I.    47|            acabada, tal perfección y hermosura muestre, que consiga el
 64      I.    51|            una hija de tan extremada hermosura, rara discreción, donaire
 65      I.    51|             vitupera; uno celebra su hermosura, otro reniega de su condición,
 66      I.    52|        hazañas y daban noticia de la hermosura de Dulcinea del Toboso,
 67     II.     1|        ingenio, de valor a valor, de hermosura a hermosura y de linaje
 68     II.     1|              a valor, de hermosura a hermosura y de linaje a linaje son
 69     II.     1| impertinencias como de la fama de su hermosura: despreció mil señores,
 70     II.     1|            poeta castellano cantó su hermosura.~ ~ -Dígame, señor don Quijote -
 71     II.     3|             las veces acrecientan la hermosura del rostro que los tiene;
 72     II.     8|    bastantemente alabada gentileza y hermosura? No debían de ser sino galerías,
 73     II.    10|        vieres ante la luz del sol de hermosura que vas a buscar. ¡Dichoso
 74     II.    10|               y en ella al sol de la hermosura y a todo el cielo junto. -
 75     II.    10|             princesa y duquesa de la hermosura, vuestra altivez y grandeza
 76     II.    10|            transformado tu sin igual hermosura y rostro en el de una labradora
 77     II.    10| arrodillamiento que a tu contrahecha hermosura hago la humildad con que
 78     II.    10|            yo vi su fealdad, sino su hermosura, a la cual subía de punto
 79     II.    11|              la entereza cabal de su hermosura, que el encanto no se extendió
 80     II.    11|            es que me pintaste mal su hermosura, porque, si mal no me acuerdo,
 81     II.    11|             también me turbó a mí su hermosura como a vuesa merced su fealdad.
 82     II.    11|             vaya a presentar ante la hermosura de la señora Dulcinea: ¿
 83     II.    14|           extremo del estado y de la hermosura. Esta tal Casildea, pues,
 84     II.    14|              es la más aventajada en hermosura de cuantas hoy viven, y
 85     II.    14|          Oriente iba descubriendo la hermosura de su rostro, sacudiendo
 86     II.    16|         viste por tus mismos ojos la hermosura y gallardía de la sin par
 87     II.    22|            vencimiento y triunfo. La hermosura, por sí sola, atrae las
 88     II.    22|          altaneros; pero si a la tal hermosura se le junta la necesidad
 89     II.    23|         fuera, apenas la igualara en hermosura, donaire y brío la gran
 90     II.    30|           Sancho, admirado así de la hermosura de la buena señora como
 91     II.    30|        vuestra, y digna señora de la hermosura, y universal princesa de
 92     II.    32|             tener felice memoria, la hermosura y facciones de la señora
 93     II.    32|           punto y parte por parte la hermosura de la sin par Dulcinea,
 94     II.    32|              resplandece y campea la hermosura con más grados de perfeción
 95     II.    35|             lágrimas de una afligida hermosura vuelven en algodón los riscos,
 96     II.    35|           porque goce el mundo de la hermosura de la señora doña Dulcinea
 97     II.    38|           con tan gran perfección de hermosura, que no la pudo subir más
 98     II.    38|            veduño del suelo. De esta hermosura (y no como se debe encarecida
 99     II.    48|             ha de ser parte la mayor hermosura de la tierra para que yo
100     II.    48|        cuestas, que iba creciendo en hermosura como la espuma de la mar.
101     II.    48|             más de presunción que de hermosura, y más de desenvuelta que
102     II.    48|        merced, señor don Quijote, la hermosura de mi señora la Duquesa,
103     II.    49|           Sancho quedó pasmado de la hermosura de la moza, y preguntóle
104     II.    49|             fama miente, o no, en mi hermosura, ya os habréis, señores,
105     II.    49|      admirados así de su gentileza y hermosura como del deseo que tenían
106     II.    50|           que van derechas contra la hermosura y presunción de las mujeres
107     II.    56|         transportado, pensando en la hermosura de la que ya había hecho
108     II.    58|            también oído decir que la hermosura es la primera y principal
109     II.    58|               que hay dos maneras de hermosura: una del alma y otra del
110     II.    58|              se pone la mira en esta hermosura, y no en la del cuerpo,
111     II.    58|         España la dan la palma de la hermosura.~ ~ -Con razón se la dan -
112     II.    59|              su sequedad antigua; su hermosura, en la de una soez labradora
113     II.    63|            carta de recomendación su hermosura, le vino deseo de excusar
114     II.    63|           creo que lo son) creció mi hermosura, si es que tengo alguna;
115     II.    63|            Tuvo noticia el rey de mi hermosura, y la fama se la dio de
116     II.    63|      temerosa de que no le cegase mi hermosura, sino su codicia. Estando
117     II.    63|          Ricote, famosa tanto por su hermosura como por mi riqueza. Yo
118     II.    63|        benevolencia y caridad que la hermosura de Ana Félix infundió en
119     II.    64|     respondió que era precedencia de hermosura, y en breves razones le
120     II.    64|            su entereza la fama de la hermosura de la señora Dulcinea del
121     II.    69|             que hacía parecer con su hermosura hermosa a la misma muerte.
122     II.    70|             y pensar que otra alguna hermosura ha de ocupar el lugar que
123     II.    73|         estos prados, sustento de la hermosura, nata de los donaires, y,
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