Parte. Capítulo

  1      I       |       componen en las casas de los hombres que saben, ose parecer seguramente
  2      I.    Pr|           tienen a sus autores por hombres leídos, eruditos y elocuentes? ¡
  3      I.    10|       todos estos caminos no andan hombres armados, sino arrieros y
  4      I.    10|             porque, en efeto, eran hombres como nosotros, hase de entender
  5      I.    11|           trabajo que estos buenos hombres tienen todo el día no permite
  6      I.    13|             asimesmo, dos gentiles hombres de a caballo, muy bien aderezados
  7      I.    14|        quiere que la tenga con los hombres? Yo, como sabéis, tengo
  8      I.    15|          maltratar de aquellos dos hombres solos, siendo ellos tantos,
  9      I.    15|            mano a la espada contra hombres que no fuesen armados caballeros
 10      I.    15|      porque las armas que aquellos hombres traían, con que nos machacaron,
 11      I.    18|       conmigo no eran fantasmas ni hombres encantados, como vuestra
 12      I.    18|          vuestra merced dice, sino hombres de carne y hueso, como nosotros;
 13      I.    18|       dejando de ser carneros, son hombres hechos y derechos, como
 14      I.    21|         salto de mata que ruego de hombres buenos». Dígolo porque si
 15      I.    22|          llevaba venían hasta doce hombres a pie, ensartados, como
 16      I.    22|            ansimismo con ellos dos hombres de a caballo y dos de a
 17      I.    22|            que vuelven locos a los hombres, dando a entender que tienen
 18      I.    22|        bueno, y no es bien que los hombres honrados sean verdugos de
 19      I.    22|         sean verdugos de los otros hombres, no yéndoles nada en ello.
 20      I.    25|            ejemplo a los venideros hombres de sus virtudes. Desta mesma
 21      I.    25|        tengan por enamorados y por hombres que tienen valor para serlo.
 22      I.    30| movimientos no son en manos de los hombres.~ ~ -Ya yo lo veo -respondió
 23      I.    31|         por los insolentes y malos hombres que en él viven, sepan vuestras
 24      I.    33|            ser el todo con que los hombres suelen y pueden vivir contentos,
 25      I.    33|           fortuna, ni fama con los hombres; porque, puesto que salgas
 26      I.    33|         con Dios como para con los hombres de lo que pensaba hacer,
 27      I.    36|          dijo Cardenio.~ ~ -Cuatro hombres -respondió el ventero -
 28      I.    37|        aquellas y aquellos que los hombres inventaron, y tanto más
 29      I.    37|           es el mayor bien que los hombres pueden desear en esta vida.
 30      I.    37|            el mundo y tuvieron los hombres fueron las que dieron los
 31      I.    37|            paz en la tierra, a los hombres de buena voluntad»; y a
 32      I.    41|         españoles, todos valientes hombres del remo, y de aquellos
 33      I.    41|            perdono; entrega a esos hombres ese dinero, que ya es suyo,
 34      I.    42|        venta un coche, con algunos hombres de a caballo. Pidieron posada;
 35      I.    42| camaranchón ya referido, y que los hombres se quedasen fuera, como
 36      I.    43|         llegaron a la venta cuatro hombres de a caballo, muy bien puestos
 37      I.    44|         pobre padre; que dos malos hombres le están moliendo como a
 38      I.    45|         que afirman estos gentiles hombres, pues aún porfían que ésta
 39      I.    45|          no me puedo persuadir que hombres de tan buen entendimiento
 40      I.    47|          venían hasta seis o siete hombres de a caballo, bien puestos
 41      I.    47|         necesidades como los demás hombres, y como las hacía ayer,
 42      I.    48|  estimación, las he comunicado con hombres apasionados desta leyenda,
 43      I.    50|           yo he oído decir que hay hombres en el mundo que toman en
 44      I.    50|            se ha de tratar con los hombres y con las bestias.~ ~ -Eso
 45      I.    50|      replicó el cabrero - , acogen hombres escarmentados; y para que
 46      I.    52|            recuesto bajaban muchos hombres vestidos de blanco, a modo
 47     II.     1|          ejército de docientos mil hombres, como si todos juntos tuvieran
 48     II.     1|     mentira, y sueños contados por hombres despiertos, o, por mejor
 49     II.     3|             los mozos la leen, los hombres la entienden y los viejos
 50     II.     3|           del que las compuso. Los hombres famosos por sus ingenios,
 51     II.     4|            acomete mi señor a cien hombres armados como un muchacho
 52     II.     6|            la piedra de la verdad. Hombres bajos hay que revientan
 53     II.     6|          aposta mueren por parecer hombres bajos: aquéllos se levantan,
 54     II.     6|            por donde pueden ir los hombres a llegar a ser ricos y honrados:
 55     II.    10|      atónitas, viendo aquellos dos hombres tan diferentes hincados
 56     II.    10|           el más desdichado de los hombres.~ ~ Harto tenía que hacer
 57     II.    11|         las bestias, sino para los hombres; pero si los hombres las
 58     II.    11|           los hombres; pero si los hombres las sienten demasiado, se
 59     II.    12|            y para confusión de los hombres, que tan mal saben guardarse
 60     II.    12|        destos animales a la de los hombres; que de las bestias han
 61     II.    12|          muchos advertimientos los hombres y aprendido muchas cosas
 62     II.    12|       procedía, y vio que eran dos hombres a caballo, y que el uno,
 63     II.    19|         fuera del uso de los otros hombres. Saludóles don Quijote,
 64     II.    19|          hermosa que han visto los hombres. El aparato con que se han
 65     II.    23|           hazañas para los grandes hombres están guardadas.» «-Y cuando
 66     II.    25|         monos, ni se imaginó entre hombres; porque si le preguntan
 67     II.    27|          parecer, más de docientos hombres armados de diferentes suertes
 68     II.    29|         diciendo:~ ~ -¡Demonios de hombres! ¿Dónde vais? ¿Venís desesperados? ¿
 69     II.    29|           al parecer, de los otros hombres, y no acababan de entender
 70     II.    31|          los príncipes a los demás hombres es que se sirven de criados
 71     II.    33|            nace enseñado, y de los hombres se hacen los obispos, que
 72     II.    35|         tiempos unos, ni están los hombres siempre de un buen humor.
 73     II.    36|         por el jardín adelante dos hombres vestidos de luto, tan luego
 74     II.    39|           así como se hacen de los hombres letrados los obispos, se
 75     II.    41|            grano de mostaza, y los hombres que andaban sobre ella,
 76     II.    41|         vistes la tierra, sino los hombres que andaban sobre ella;
 77     II.    41|         toda la tierra y todos los hombres por doquiera que los mirara;
 78     II.    42|         gobernar a media docena de hombres tamaños como avellanas,
 79     II.    45|         entraron en el juzgado dos hombres, el uno vestido de labrador
 80     II.    45|            cual se presentaron dos hombres ancianos; el uno traía una
 81     II.    47|         que somos jueces, no somos hombres de carne y de hueso, y que
 82     II.    49|        hallaron que eran dos solos hombres los que reñían, los cuales,
 83     II.    49|            y costumbre darle a los hombres principales, como yo, que
 84     II.    49|          que se ha de hacer destos hombres.~ ~ -Lo que se ha de hacer
 85     II.    49|          plazas ni templos, ni aún hombres, fuera de mi padre y de
 86     II.    54|          que gobernases? ¿Faltaban hombres en el mundo más hábiles
 87     II.    58|          preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella
 88     II.    58|          mal que puede venir a los hombres. Digo esto, Sancho, porque
 89     II.    58|       comiendo hasta una docena de hombres, vestidos de labradores.
 90     II.    58|        ocasión.~ ~ Admiráronse los hombres así de la figura como de
 91     II.    58|            pecados mayores que los hombres cometen, aunque algunos
 92     II.    58|           el camino muchedumbre de hombres de a caballo, y muchos dellos
 93     II.    60|        nunca vistos rodeos (de los hombres no imaginados), suele levantar
 94     II.    63|         dudosas han de hacer a los hombres atrevidos; pero no temerarios.~ ~
 95     II.    67|         salto de mata que ruego de hombres buenos.~ ~ -No más refranes,
 96     II.    68|          el caso que llevaban unos hombres a vender a una feria más
 97     II.    68|            ellos venían hasta diez hombres de a caballo y cuatro o
 98     II.    73|           es ejercicio y oficio de hombres robustos, curtidos y criados
 99     II.    74|     especialmente las vidas de los hombres, y como la de don Quijote
100     II.    74|         impiden los pecados de los hombres.~ ~ Estuvo atenta la sobrina
101     II.    74|        éstas, o qué pecados de los hombres?~ ~ -Las misericordias -
102     II.    74|           en aborrecimiento de los hombres las fingidas y disparatadas
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