Parte. Capítulo

 1      I.    Pr|           que tiene las arenas de oro, etc. Si tratáredes de ladrones,
 2      I.     1|         de Mahoma que era todo de oro, según dice su historia.
 3      I.    11|           y no porque en ellos el oro, que en esta nuestra edad
 4      I.    13|       damas: que sus cabellos son oro, su frente campos elíseos,
 5      I.    16|          por hebras de lucidísimo oro de Arabia, cuyo resplandor
 6      I.    18|        las armas de las flores de oro, que trae en el escudo tres
 7      I.    18|           en el escudo un gato de oro en campo leonado, con una
 8      I.    18|       criban el finísimo y menudo oro en la felice Arabia; los
 9      I.    20|           resucitar en ella la de oro, o la dorada, como suele
10      I.    20|           en ella la dorada, o de oro. Yo soy aquél para quien
11      I.    21|       relumbraba como si fuera de oro, y aún él apenas le hubo
12      I.    21|          en la cabeza un yelmo de oro?~ ~ -Lo que yo veo y columbro -
13      I.    21|           y caballero, y yelmo de oro; que todas las cosas que
14      I.    21|         lo que hacía, viéndola de oro purísimo, debió de fundir
15      I.    21|          a cuestas, o me vista de oro y de perlas, a uso de conde
16      I.    23|         montoncillo de escudos de oro; y así como los vio dijo:~ ~ -¡
17      I.    23|           carta, por el dinero en oro y por las tan buenas camisas,
18      I.    27|          reales y esta sortija de oro que aquí traigo, con esa
19      I.    31|       bordando alguna empresa con oro de cañutillo para este su
20      I.    31|            y si no te dio joya de oro, sin duda debió de ser porque
21      I.    33|          el fuego muestra los del oro. Porque yo tengo para mí ¡
22      I.    33|       mundo,~ ~ ~ ~Hay pluvias de oro también.~ ~ ~ ~Cuanto hasta
23      I.    33|         mañana dos mil escudos de oro para que se los ofrezcáis,
24      I.    40|           que son unas monedas de oro bajo que usan los moros,
25      I.    40|         hallé cuarenta escudos de oro españoles y un papel escrito
26      I.    40|           de moneda de plata y de oro, más de cincuenta escudos,
27      I.    40|           papel y cien escudos de oro, sin otra moneda alguna.
28      I.    40|     ventana muchísimos dineros de oro; rescataos vos con ellos,
29      I.    40|        nos dio dos mil escudos de oro y un papel donde decía que
30      I.    41|           en morisco) de purísimo oro, con tantos diamantes engastados,
31      I.    41|    cofrecillo lleno de escudos de oro, tantos, que apenas lo podía
32      I.    41|         hasta cuarenta escudos de oro, y no consintió que le quitasen
33      I.    50|          blancas pedrezuelas, que oro cernido y puras perlas semejan;
34      I.    50|      cuyas murallas son de macizo oro, las almenas, de diamantes;
35      I.    50|          de rubíes, de perlas, de oro y de esmeraldas, es de más
36     II.     1| resplandecieron en las edades del oro y en los andantes caballeros.
37     II.     6|          en todo; que unos son de oro, otros de alquimia, y todos
38     II.     8|       describe, que todas eran de oro, sirgo y perlas contextas
39     II.    10|       ella todas son una ascua de oro, todas mazorcas de perlas,
40     II.    10|  alcornoqueñas, y sus cabellos de oro purísimo en cerdas de cola
41     II.    10|    cabellos rubios como hebras de oro y largos de más de un palmo.~ ~ -
42     II.    11|         una corona, al parecer de oro, en la cabeza; a los pies
43     II.    12|        por lo menos, la corona de oro de la Emperatriz y las pintadas
44     II.    12|          Sancho Panza - fueron de oro puro, sino de oropel o hoja
45     II.    14|          una tela, al parecer, de oro finísimo, sembradas por
46     II.    16|           ancho tahalí de verde y oro, y los borceguíes eran de
47     II.    16|    parecían mejor que si fuera de oro puro. Cuando llegó a ellos
48     II.    16|         sabe tratar la volverá en oro purísimo de inestimable
49     II.    17|       Sancho, dale dos escudos de oro, para él y para el leonero,
50     II.    19|         antojos que hacen parecer oro al cobre, a la pobreza riqueza,
51     II.    20|         perlas de sus cabellos de oro enjugase, cuando don Quijote,
52     II.    20|       ricas y diversas colores de oro y seda. Las ninfas que al
53     II.    20|      echándola una gran cadena de oro al cuello, mostraron prenderla,
54     II.    20|        saber: un asno cubierto de oro parece mejor que un caballo
55     II.    21|           yo si no son anillos de oro, y muy de oro, y empedrados
56     II.    21|          anillos de oro, y muy de oro, y empedrados con perlas
57     II.    29|           hallarán, si le pesan a oro; y así, puedes, Sancho,
58     II.    31|   adornada de telas riquísimas de oro y de brocado; seis doncellas
59     II.    32|          fuentes y aguamaniles de oro puro y de alemanas toallas,
60     II.    33|       está el diablo, y que no es oro todo lo que reluce, y que
61     II.    35|  infinitas hojas de argentería de oro, que la hacían, si no rica,
62     II.    35|            que un asno cargado de oro sube ligero por una montaña,
63     II.    38|           las perlas, de Tíbar el oro y de Pancaya el bálsamo?
64     II.    41|        cual con grandes letras de oro estaba escrito lo siguiente:~ ~ «
65     II.    44|          más bendito~ ~ ~ ~Que el oro fino de Arabia!~ ~ ...Oye
66     II.    44|        gayadas mías,~ ~ ~ ~Que de oro la adornan franjas.~ ~ ~ ~¡
67     II.    45|           días ha diez escudos de oro en oro, por hacerle placer
68     II.    45|         ha diez escudos de oro en oro, por hacerle placer y buena
69     II.    45|          cañaheja diez escudos de oro?~ ~ -Sí -dijo el gobernador - ;
70     II.    45|          hallaron diez escudos en oro; quedaron todos admirados,
71     II.    48|           Tajo, tejiendo telas de oro y sirgo compuestas, ora
72     II.    48|         señor mío, que no es todo oro lo que reluce; porque esta
73     II.    49|     cabellos con una redecilla de oro y seda verde, hermosa como
74     II.    49|     tafetán blanco y rapacejos de oro y aljófar; los gregüescos
75     II.    49|           eran verdes, de tela de oro, y una saltaembarca o ropilla
76     II.    49|         jubón de tela finísima de oro y blanco, y los zapatos
77     II.    49|     damasco azul con pasamanos de oro fino, la cabeza, sin toca
78     II.    49|    cabellos, que eran sortijas de oro, según eran rubios y enrizados.
79     II.    50|           corales con extremos de oro, y se la echó al cuello,
80     II.    50|           corales con extremos de oro: yo me holgara que fuera
81     II.    50|         los padresnuestros son de oro de martillo, y yo soy gobernadora.~ ~ -
82     II.    50|           mancebo como un pino de oro, y que le traía otro presente
83     II.    51|           y escrito con letras de oro, y dice así:~ ~ ~ ~Carta
84     II.    52|         yo quisiera que fueran de oro. Envíame tú algunas sartas
85     II.    54|         de sobra, que trocados en oro, o ya en el hueco de los
86     II.    54|          perlas y mucho dinero en oro, que llevaban por registrar.~ ~ -
87     II.    54|         las paredes de mi casa de oro, y comer antes de seis meses
88     II.    57|          con docientos escudos de oro, para suplir los menesteres
89     II.    58|        parte docientos escudos de oro que en una bolsilla me dio
90     II.    58|       imagen parecía una ascua de oro, como suele decirse. Viéndola
91     II.    58| riquísimos faldellines de tabí de oro. Traían los cabellos sueltos
92     II.    60|           verde, con pasamanos de oro, gregüescos y saltaembarca,
93     II.    63|         en cruzados y doblones de oro. Mandóme que no tocase al
94     II.    70|     blanco, sembrada de flores de oro, y sueltos los cabellos
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