Parte. Capítulo

 1      I.    Pr|          a Lamia, Laida y Flora, cuya anotación os dará gran crédito;
 2      I.     2|        llaman) tocó un cuerno, a cuya señal ellos se recogen,
 3      I.     9|         del camino de la verdad, cuya madre es la historia, émula
 4      I.    11|     recogimiento al traste. Para cuya seguridad, andando más los
 5      I.    13|       cobrar su reino y cetro; a cuya causa no se probará que
 6      I.    14|        ninguno de sus amantes; a cuya causa es justo que, en lugar
 7      I.    19|    llegaban, mayores parecían; a cuya vista Sancho comenzó a temblar
 8      I.    19| descubrieron muchos encamisados, cuya temerosa visión de todo
 9      I.    19|       ferido o muerto caballero, cuya venganza a él solo estaba
10      I.    19|   primero que derribó la mula, a cuya luz le pudo ver don Quijote;
11      I.    20|         ruido de aquella agua en cuya busca venimos, que parece
12      I.    21|         Sin duda que el pagano a cuya medida se forjó primero
13      I.    22|          soy Ginés de Pasamonte, cuya vida está escrita por estos
14      I.    25|   sufrido, imitando a Ulises, en cuya persona y trabajos nos pinta
15      I.    25|   cometido vileza con Medoro; de cuya pesadumbre se volvió loco,
16      I.    25|      dura que un alcornoque; con cuya respuesta dulce y melificada
17      I.    28|   encierro, me le hallé delante, cuya vista me turbó de manera
18      I.    29|       acordarme de mis agravios, cuya venganza dejaré al cielo,
19      I.    29|          le cayese la barba, con cuya caída quizá quedaran todos
20      I.    30|          a un caballero andante, cuya fama en este tiempo se extendería
21      I.    30|       puesto en traje de gitano, cuya lengua, y otras muchas,
22      I.    33|         un finísimo diamante, de cuya bondad y quilates estuviesen
23      I.    40|         el trato de Zoraida, por cuya vida diéramos todos las
24      I.    43|       luciente estrella~ ~ ~ ~En cuya lumbre me apuro!~ ~ ~ ~Al
25      I.    43|         lugares, y deste músico, cuya voz tan inquieta os tiene.
26      I.    43|         puedo decir deste músico cuya voz tanto os ha contentado;
27      I.    45|      desesperaba era el barbero, cuya bacía allí delante de sus
28      I.    45|          en yelmo de Mambrino, y cuya albarda pensaba sin duda
29      I.    45|     quieren quedar con vida~ ~ A cuya gran voz, todos se pararon,
30      I.    45|        de la Santa Hermandad, de cuya parte de nuevo les pedían
31      I.    49|          verde y apacible sitio, cuya frescura convidaba a quererla
32      I.    49|          Manuel de León Sevilla, cuya leción de sus valerosos
33      I.    49|     Barba y Gutierre Quijada (de cuya alcurnia yo deciendo por
34      I.    52|    tomáronse a reír muy de gana; cuya risa fue poner pólvora a
35     II.    Pr|          el gran Conde de Lemos, cuya cristiandad y liberalidad,
36     II.     1|       pero yo os voto a Júpiter, cuya majestad yo represento en
37     II.     1|       retor y los presentes, por cuya risa se medio corrió el
38     II.     2|   despidieron de don Quijote, de cuya salud desesperaron, viendo
39     II.     8|      gran ciudad del Toboso, con cuya vista se le alegraron los
40     II.     9|         y hablar a mi señora, de cuya discreción y cortesía espero
41     II.     9|          a hablar a Dulcinea; en cuya embajada le sucedieron cosas
42     II.    11|          sonando los cascabeles, cuya mala visión así alborotó
43     II.    12|     misma libertad que al rucio, cuya amistad dél y de Rocinante
44     II.    14| enamorado caballero del orbe; en cuya demanda he andado ya la
45     II.    14|      dedos más abajo de la boca; cuya grandeza, color, verrugas
46     II.    15|        era el de los Espejos; de cuya caballeresca palabra esperaba
47     II.    17|    desistiese de tal empresa, en cuya comparación habían sido
48     II.    17|         por ella que el tal león cuya debe de ser la tal uña es
49     II.    17|         valor de don Quijote, de cuya vista el león acobardado,
50     II.    21|          muera el pobre Basilio, cuya pobreza cortó las alas de
51     II.    21|          las llevaba en el alma; cuya ya casi consumida y acabada
52     II.    22|         con una pollina preñada, cuya albarda cubría un gayado
53     II.    22|       tarde llegaron a la cueva, cuya boca es espaciosa y ancha;
54     II.    23|    profunda cueva de Montesinos, cuya imposibilidad y grandeza
55     II.    23|         las que aquí he contado, cuya verdad ni admite réplica
56     II.    27|  ejercicio es el de las armas, y cuya profesión, la de favorecer
57     II.    29|          sus líquidos cristales, cuya alegre vista renovó en su
58     II.    31|        don Quijote de la Mancha, cuya historia leía el Duque de
59     II.    32|        éstas no son de las cosas cuya averiguación se ha de llevar
60     II.    36|          con una negrísima loba, cuya falda era asimismo desaforada
61     II.    36|         Quijote de la Mancha, en cuya busca viene a pie y sin
62     II.    36|         Quijote de la Mancha, de cuya condición generosa puede
63     II.    39|          cuáles albarrazadas, de cuya vista mostraron quedar admirados
64     II.    41|       caballo Clavileño viniese, cuya tardanza fatigaba ya a don
65     II.    44|    cuando a mirar a su asno, con cuya compañía iba tan contento,
66     II.    45|           A ti digo ¡oh sol, con cuya ayuda el hombre engendra
67     II.    45|      intricada y dificultosa; de cuya respuesta el pueblo toma
68     II.    50|          Quijote de la Mancha; a cuya pregunta se levantó en pie
69     II.    50|          y dar de comer al paje, cuya presencia y buen adorno
70     II.    52|      gobernador Sancho Panza, de cuya llegada recibieron gran
71     II.    54|         rucio a buscar a su amo, cuya compañía le agradaba más
72     II.    55|  lamentaciones, vino el día, con cuya claridad y resplandor vio
73     II.    60|        poder ¡oh valeroso Roque, cuya fama no hay límites en la
74     II.    60|        su pecho! ¡Oh esposo mío, cuya desdichada suerte, por ser
75     II.    63|         por don Gaspar Gregorio, cuya belleza se deja atrás las
76     II.    65|        don Quijote de la Mancha, cuya locura y sandez mueve a
77     II.    67|       tan nuevo como discreto, a cuya imitación, si es que a ti
78     II.    70|     aposento de don Quijote; con cuya presencia turbado y confuso,
79     II.    72|         a ver el sacrificio, con cuya luz volvieron a proseguir
80     II.    74|      beneplácito de las gentes a cuya noticia llegaron, así en
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