Parte. Capítulo

 1      I.     1|         a dar en el más extraño pensamiento que jamás dio loco en el
 2      I.     1| ponérsele a sí mismo, y en este pensamiento duró otros ocho días, y
 3      I.     2|      tiempo a poner en efeto su pensamiento, apretándole a ello la falta
 4      I.     2|      campo, cuando le asaltó un pensamiento terrible, y tal, que por
 5      I.     3|           Y así, fatigado deste pensamiento, abrevió su venteril y limitada
 6      I.     3|      ojos al cielo y, puesto el pensamiento (a lo que pareció) en su
 7      I.     4|         la caballería. Con este pensamiento guió a Rocinante hacia su
 8      I.    13|        yo decir, ni me pasa por pensamiento, que es tan buen estado
 9      I.    13|       primera vez le declaró su pensamiento, tan honesto como enamorado,
10      I.    13|       abrasar los que quedan es pensamiento vano.~ ~ Vivaldo, que deseaba
11      I.    19|     puesto en la lengua y en el pensamiento ahora que me llamases el
12      I.    23|           Yendo, pues, con este pensamiento, vio que por cima de una
13      I.    24|         a mi Luscinda. Con este pensamiento y deseo, aprobé su parecer
14      I.    24|       No se me puede quitar del pensamiento, ni habrá quien me lo quite
15      I.    26|             En esto, le vino al pensamiento cómo le haría, y fue que
16      I.    26|    deseaban, vino el Cura en un pensamiento muy acomodado al gusto de
17      I.    27|       cuando le vino al Cura un pensamiento: que hacía mal en haberse
18      I.    27|        ejecución su falso y mal pensamiento, determinó de enviarme a
19      I.    27|   penetrado y sabido el confuso pensamiento y condición mudable de una
20      I.    27|          que, por estar tan sin pensamiento mío, fuera fácil tomarla),
21      I.    28|       montañas, sin llevar otro pensamiento ni otro disignio que esconderme
22      I.    28|        nació en él el mesmo mal pensamiento que en mi criado; y, como
23      I.    29|        no verles el rostro, con pensamiento que ellos miran el mío ajeno
24      I.    30|       jamás me ha pasado por el pensamiento casarme con aquel gigante,
25      I.    33|  respondió que no comunicase su pensamiento con otro alguno; que él
26      I.    33|   amenazaba que si de aquel mal pensamiento no se quitaba, que lo había
27      I.    33|        su gusto tenía puesto el pensamiento y había menester aquellas
28      I.    33|        si la lengua callaba, el pensamiento discurría y tenía lugar
29      I.    34|        fió en Dios y en su buen pensamiento, con que pensaba resistir
30      I.    34|       recato, cayó de su simple pensamiento, y dio en otro, que fuera
31      I.    34|     cometido el pecado sino con pensamiento, y podría ser que desde
32      I.    34|   razones le riñó y afeó su mal pensamiento y la simple y mala determinación
33      I.    34|      sin declararle del todo su pensamiento, le advirtió que tuviese
34      I.    34|         pudiese caber género de pensamiento que contra su honra fuese;
35      I.    37|     Cardenio estaba en el mismo pensamiento, y el de Luscinda corría
36      I.    37|       locura que podía caber en pensamiento disparatado. Dijo más el
37      I.    40|         vimos, nos deshizo este pensamiento, puesto que imaginamos que
38      I.    41|         Y no nos engañó nuestro pensamiento; porque aún no habrían pasado
39      I.    43|         solicitarle; y con este pensamiento, por no mostrarse descortés
40      I.    43|    pedido, y, proponiendo en su pensamiento lo que había de hacer, se
41      I.    44|         le había descubierto su pensamiento como de verse en punto que
42      I.    48|         de las manos, y aun del pensamiento de acabarle, fue un argumento
43      I.    48|       para sacarle de su errado pensamiento.~ ~ -En materia ha tocado
44     II.    De|          Respondióme que ni por pensamiento.~ ~ -Pues, hermano -le respondí
45     II.    Pr|          pero no me pasa por el pensamiento: castíguele su pecado, con
46     II.     1|       ya había dado en el mesmo pensamiento que el Cura, preguntó a
47     II.     1|        breve que puede caber en pensamiento de arbitrante alguno.~ ~ -
48     II.     3|        palabra deshonesta ni un pensamiento menos que católico.~ ~ -
49     II.     6|   posibles apartarle de tan mal pensamiento; pero todo era predicar
50     II.     8|         no haber puesto tan mal pensamiento en efeto, y de aquí adelante
51     II.    11|  peligrosa aventura, y con este pensamiento, y con ánimo dispuesto de
52     II.    15|         entonces no era otro su pensamiento sino buscar donde bizmarse,
53     II.    17|       la hora en que le vino al pensamiento volver a servirle; pero
54     II.    18|             pero grande, ni por pensamiento. Verdad es que yo soy algún
55     II.    22|      que había dado parte de su pensamiento a algunos de sus amigos,
56     II.    22|     hasta agora me ha venido en pensamiento serlo; y, con todo esto,
57     II.    23|   sustentase; y estando en este pensamiento y confusión, de repente
58     II.    23|        he tenido hambre, ni por pensamiento.~ ~ -Y los encantados, ¿
59     II.    25|       una traza me ha venido al pensamiento, con la cual sin duda alguna
60     II.    25|      Don Quijote le comunicó su pensamiento, y le rogó preguntase luego
61     II.    28|       aquello que os viniere al pensamiento y a la boca; que a trueco
62     II.    36|   admirables que el más cuitado pensamiento del orbe pueda haber pensado.
63     II.    40|         me ha contado, ni en su pensamiento ha cabido, semejante aventura
64     II.    44|       rindiese, y propuso en su pensamiento el no dejarse vencer; y
65     II.    45|   habría para dos; adivinéle el pensamiento y díjele que sí; y él, caballero
66     II.    47|       lejos de nosotros tan mal pensamiento: no hay cosa en el mundo
67     II.    48|         pueda mover ni levantar pensamiento lascivo en el más desalmado
68     II.    48|        calandria, danza como el pensamiento, baila como una perdida,
69     II.    51|     pasó sin dormir, ocupado el pensamiento en el rostro, brío y belleza
70     II.    55|       el pasmo, viniéndosele al pensamiento que Sancho Panza debía de
71     II.    60|        antes iba y venía con el pensamiento por mil géneros de lugares.
72     II.    60|      poner en ejecución tan mal pensamiento! ¡Oh fuerza rabiosa de los
73     II.    63|     nosotros, que jamás tuvimos pensamiento de ofenderos, ni convenimos
74     II.    65|        y así, no tuvo efecto mi pensamiento: él prosiguió su camino,
75     II.    66|      pero sucedióme al revés mi pensamiento, pues así como vuesa merced
76     II.    67|   imitar a la pastoral Arcadia, pensamiento tan nuevo como discreto,
77     II.    67|    basta para dar a entender tu pensamiento; y muchas veces te he aconsejado
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