Parte. Capítulo

 1      I.     3|          pusiese don y se llamase doña Tolosa. Ella se lo prometió,
 2      I.     3|          pusiese don y se llamase doña Molinera, ofreciéndole nuevos
 3      I.     8|           de la sin par y hermosa doña Dulcinea del Toboso; y en
 4      I.     9|          mi parte ante la sin par doña Dulcinea, para que ella
 5      I.    42|        estaba, a cuyo lado dormía doña Clara de Viedma, que ansí
 6      I.    43|             No digáis más, señora doña Clara -dijo a esta sazón
 7      I.    43|    merecen.~ ~ -¡Ay señora! -dijo doña Clara - , ¿qué fin se puede
 8      I.    43|     oyendo cuán como niña hablaba doña Clara, a quien dijo:~ ~ -
 9      I.    44|     mesmas que traía el amante de doña Clara. El ventero respondió
10      I.    44|         levantaban, especialmente doña Clara y Dorotea, que la
11      I.    44|          su aposento, y tras ella doña Clara, toda turbada; y llamando
12      I.    44|          historia del músico y de doña Clara; a quien él también
13      I.    44|          que yo viese a mi señora doña Clara, hija vuestra y señora
14      I.    45|    confusa; Luscinda, suspensa; y doña Clara, desmayada. El barbero
15      I.    46|        que recibió tanto contento doña Clara, que ninguno en aquella
16     II.     3|       vuesa merced y de mi señora doña Dulcinea del Toboso.~ ~ -
17     II.     5|          una Marica y un tú a una doña tal y señoría, no se ha
18     II.     5|         verás cómo te llaman a ti doña Teresa Panza, y te sientas
19     II.     5|       como se quiso ir la infanta doña Urraca, tenías razón de
20     II.     9|   palacios de la sin par princesa doña Dulcinea del Toboso?~ ~ -
21     II.    18|          mundo.~ ~ La señora, que doña Cristina se llamaba, le
22     II.    18|         huésped, quería la señora doña Cristina mostrar que sabía
23     II.    23|          es quien es, y la señora doña Belerma es quien es, y quien
24     II.    26|         certidumbre que la señora doña Melisendra y el señor don
25     II.    30|         que adonde está mi señora doña Dulcinea del Toboso no es
26     II.    31|     gracia de vuesa merced...~ ~ -Doña Rodríguez de Grijalba me
27     II.    31|       Advertid, Sancho amigo, que doña Rodríguez es muy moza, y
28     II.    31|        caritativa que a la señora doña Rodríguez.~ ~ Don Quijote,
29     II.    31|           del Campo, que casó con doña Mencía de Quiñones, que
30     II.    33|          del encanto de mi señora doña Dulcinea, que le he dado
31     II.    33|       mienten! -dijo a esta sazón doña Rodríguez la dueña, que
32     II.    33|         Sería algún villano -dijo doña Rodríguez, la dueña - ;
33     II.    33|    Duquesa - , no haya más: calle doña Rodríguez, y sosiéguese
34     II.    35|      saber de la señora mi señora doña Dulcina del Toboso adónde
35     II.    35|        dar orden de que la señora doña Dulcinea del Toboso se desencantase,
36     II.    35|         la hermosura de la señora doña Dulcinea del Toboso, pues,
37     II.    37|       dueñas.~ ~ A esto respondió doña Rodríguez, que se halló
38     II.    37|          los escuderos -respondió doña Rodríguez - son enemigos
39     II.    37|         la Duquesa - que mi buena doña Rodríguez tiene razón, y
40     II.    38|      Comorín, fue señora la reina doña Maguncia, viuda del rey
41     II.    39|      recibió tanto enojo la reina doña Maguncia, madre de la infanta
42     II.    40|          dueñas; que aquí está mi doña Rodríguez, que no me dejará
43     II.    48|         sucedió a don Quijote con doña Rodríguez, la dueña de la
44     II.    48|       debe de haber pensado, sino doña Rodríguez, la dueña de honor
45     II.    48|         vengo.~ ~ -Dígame, señora doña Rodríguez -dijo don Quijote - : ¿
46     II.    48|      Toboso. Digo, en fin, señora doña Rodríguez, que, como vuesa
47     II.    48|    Quijote en su lecho, y quedóse doña Rodríguez sentada en una
48     II.    48|           merced ahora, mi señora doña Rodríguez, descoserse y
49     II.    48|        debo acompañar a mi señora doña Casilda» (que así era el
50     II.    48|     Duquesa, por vida mía, señora doña Rodríguez? -preguntó don
51     II.    48|    descalzos; pero pues la señora doña Rodríguez lo dice, debe
52     II.    48| sobresalto del golpe se le cayó a doña Rodríguez la vela de la
53     II.    48| saliéronse las fantasmas, recogió doña Rodríguez sus faldas, y
54     II.    50|       historia, que al tiempo que doña Rodríguez salió de su aposento
55     II.    50|        señora la Duquesa, de cómo doña Rodríguez quedaba en el
56     II.    50|          un servidor de mi señora doña Teresa Panza -respondió
57     II.    50|       merced sus manos, mi señora doña Teresa, bien así como mujer
58     II.    52|           llamada por otro nombre doña Rodríguez~ ~ Cuenta Cide
59     II.    52|     porque descubrió el rostro de doña Rodríguez, la dueña de casa,
60     II.    52|        hacer locuras. Finalmente, doña Rodríguez, volviéndose a
61     II.    52|          sandez y desenvoltura de doña Rodríguez y de su malandante
62     II.    54|         por no tener por suegra a doña Rodríguez, ordenaron de
63     II.    55|         de la honra de la hija de doña Rodríguez, a quien pensaba
64     II.    56|    defensa de la hija de la dueña doña Rodríguez~ ~ No quedaron
65     II.    56|           de casar con la hija de doña Rodríguez; y si él fuese
66     II.    56|           Tosilos se llegó adonde doña Rodríguez estaba, y dijo
67     II.    56|         de lacayo. Viendo lo cual doña Rodríguez y su hija, dando
68     II.    56|    encerraron a Tosilos, quedaron doña Rodríguez y su hija contentísimas
69     II.    60|         traidor,~ ~ ~ ~Enemigo de doña Sancha.~ ~ ~ ~ Prometióselo
70     II.    60|       caballo dijo:~ ~ -Mi señora doña Guiomar de Quiñones, mujer
71     II.    60|           mismo dinero. La señora doña Guiomar de Quiñones se quiso
72     II.    65|           podía ni quería dejar a doña Ana Félix; pero, teniendo
73     II.    66|          casamiento de la hija de doña Rodríguez.~ ~ -¡Válame Dios! -
74     II.    66|           muchacha es ya monja, y doña Rodríguez se ha vuelto a
75     II.    74|       mata hallaremos a la señora doña Dulcinea desencantada, que
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