Parte. Capítulo

 1      I.     8|             llevaran al diablo a las espaldas.~ ~ Don Quijote estaba,
 2      I.    14|         respuesta alguna, volvió las espaldas y se entró por lo más cerrado
 3      I.    15|            descargado sobre nuestras espaldas?~ ~ -Aun las tuyas, Sancho -
 4      I.    15|            en la memoria como en las espaldas.~ ~ -Con todo eso, te hago
 5      I.    16|              pies a la cabeza, y las espaldas, que algún tanto le cargaban,
 6      I.    17|        Sancho - : si no, díganlo mis espaldas.~ ~ -También lo podrían
 7      I.    17| acostumbrados fiadores, que eran sus espaldas. Verdad es que el ventero
 8      I.    18|       Trapobana; este otro que a mis espaldas marcha es el de su enemigo
 9      I.    20|              como los recibió en las espaldas los recibiera en la cabeza,
10      I.    20|             cabeza, y dándome en las espaldas, gracias a Dios y a la diligencia
11      I.    21|             nunca se quitarán de las espaldas. Pero dejando esto aparte,
12      I.    22|              causa, acomodáronme las espaldas con ciento, y por añadidura
13      I.    22|          azotes, que ya lleva en las espaldas; y va siempre pensativo
14      I.    22|          tres o cuatro golpes en las espaldas y otros tantos en la tierra,
15      I.    24|         Quijote, que le hizo caer de espaldas. Sancho Panza, que de tal
16      I.    28|             no sólo le cubrieron las espaldas, mas toda en torno la escondieron
17      I.    32|              encima de sus escamosas espaldas, y la apretó con ambas manos
18      I.    36|            fuertemente asida por las espaldas, y por estar tan ocupado
19      I.    36|     tristísimo ¡ay!, se dejó caer de espaldas desmayada; y a no hallarse
20      I.    36|       Cardenio allí junto, que a las espaldas de don Fernando se había
21      I.    46|             hacerse, sino volver las espaldas y quitarse de la enojada
22      I.    47|              rostro, y vio que a sus espaldas venían hasta seis o siete
23      I.    52|           punto, y le asiera por las espaldas, y diera con él encima de
24     II.     1|            cargo y echaron sobre sus espaldas la defensa de los reinos,
25     II.     1|            se han hallado canillas y espaldas tan grandes, que su grandeza
26     II.     1|           mediana estatura, ancho de espaldas, algo estevado, moreno de
27     II.     3|             tomaron la medida de las espaldas que no me la tomasen a mí
28     II.    10|             dicho, volvió Sancho las espaldas y vareó su rucio, y don
29     II.    10|            cabellos, sueltos por las espaldas, que son otros tantos rayos
30     II.    12|            un ruido que sintió a sus espaldas, y levantándose con sobresalto,
31     II.    17|              se ha dicho, volvió las espaldas y enseñó sus traseras partes
32     II.    19|        hombre que me haga volver las espaldas, y que no le hay en el mundo
33     II.    19|             eso de volver, o no, las espaldas no me meto -replicó el diestro - ;
34     II.    20|            Amor seguían traían a las espaldas en pargamino blanco y letras
35     II.    21|              al puesto, oyeron a sus espaldas grandes voces, y una que
36     II.    21|               pero tú, echando a las espaldas todas las obligaciones que
37     II.    21|            la punta sangrienta a las espaldas, con la mitad del acerada
38     II.    23|        palabra; antes, me volvió las espaldas, y se fue huyendo con tanta
39     II.    26|              el emperador vuelve las espaldas y deja despechado a don
40     II.    26|            la boca, se llega por las espaldas de Melisendra? Pues miren
41     II.    26|              eche los brazos por las espaldas, de modo que los cruce en
42     II.    26|        señora. Veis cómo vuelven las espaldas y salen de la ciudad, y
43     II.    27|          entrase alguna bala por las espaldas y le saliese al pecho; y
44     II.    28|             parece que hablo por las espaldas. Subamos y apartémonos de
45     II.    28|          tendido, te cogió todas las espaldas, donde entran todas esas
46     II.    28|            ahora me han salido a las espaldas, después me saldrán a los
47     II.    32|          ejemplo: está uno vuelto de espaldas; llega otro y dale de palos,
48     II.    32|          había hecho, sin volver las espaldas y a pie quedo. Y así, según
49     II.    34|      desaforado cuerno, y volvió las espaldas y fuese, sin esperar respuesta
50     II.    48|       viéndose a escuras, volvió las espaldas para irse, y con el miedo
51     II.    49|              la justicia, volvió las espaldas y comenzó a correr como
52     II.    49|            diciendo esto, volvió las espaldas y comenzó, no digo a correr,
53     II.    58|             con un grifo, vuelve las espaldas y vuélvese a su casa. Derrámasele
54     II.    58|             cabellos sueltos por las espaldas, que en rubios podían competir
55     II.    58|       estaban, cuando, volviendo las espaldas, se apartaron bien lejos
56     II.    60|               cuando sintieron a sus espaldas un ruido como de tropel
57     II.    62|    Pusiéronle el balandrán, y en las espaldas, sin que lo viese, le cosieron
58     II.    62|            que leyó el rétulo de las espaldas alzó la voz, diciendo:~ ~ -¡
59     II.    63|               comenzó a mosquear las espaldas de la chusma, y a largarse
60     II.    66|          ahorcado, y ocupando yo las espaldas del rucio, levantados los
61     II.    68|              y se las pusieron a las espaldas y pechos, amenazándole de
62     II.    70|         sueltos los cabellos por las espaldas, arrimada a un báculo de
63     II.    71|              dejó de dárselos en las espaldas, y daba en los árboles,
64     II.    71|            su ferreruelo sobre estas espaldas, que estoy sudando, y no
65     II.    72|            de que no le palmease las espaldas el verdugo, por ser demasiadamente
66     II.    72|          hayas, harto más que de sus espaldas, que las guardó tanto, que