Parte. Capítulo

 1      I.    Pr|         entregará a Medea; si de encantadores y hechiceras, Homero tiene
 2      I.     8|         y son, sin duda, algunos encantadores que llevan hurtada alguna
 3      I.    13|      grado subieron les faltaran encantadores y sabios que los ayudaran,
 4      I.    24|    malicia de malos y envidiosos encantadores. Y perdóneme vuestra merced
 5      I.    25|  nosotros siempre una caterva de encantadores que todas nuestras cosas
 6      I.    31|          sabiduría destos sabios encantadores que tienen cuidado destos
 7      I.    47|        envidia y fraude de malos encantadores; que la virtud más es perseguida
 8      I.    48| semejanza; porque es fácil a los encantadores tomar la figura que se les
 9     II.    10|     parece cuán malquisto soy de encantadores? Y mira hasta dónde se extiende
10     II.    10|          esta sazón Sancho - ¡Oh encantadores aciagos y mal intencionados,
11     II.    11|          que le habían hecho los encantadores volviendo a su señora Dulcinea
12     II.    14|         él tiene muchos enemigos encantadores (especialmente, uno que
13     II.    14|         que sepáis que los tales encantadores sus contrarios no ha más
14     II.    14|       vos decís que le persiguen encantadores, no osaré afirmar si sois
15     II.    14|      pueden los hechiceros y los encantadores!~ ~ Llegó Sancho, y como
16     II.    14|       alguno de sus enemigos los encantadores.~ ~ -No dices mal -dijo
17     II.    14|          su amo dijo, de que los encantadores habían mudado la figura
18     II.    16|      poco a los encantos y a los encantadores; no se acordaba de los inumerables
19     II.    16|    engañar, cuán fácil sea a los encantadores mudar unos rostros en otros,
20     II.    17|         también debo yo de tener encantadores que me persiguen como a
21     II.    17|          despecho y pesar de los encantadores que a mí los envían.~ ~ -¡
22     II.    17|        valentía? Bien podrán los encantadores quitarme la ventura; pero
23     II.    17|        ablandaban los cascos los encantadores? Y ¿qué mayor temeridad
24     II.    20|        espíritu, ni te persiguen encantadores, ni sobresaltan encantamentos!
25     II.    23|          aquel Merlín o aquellos encantadores que encantaron a toda la
26     II.    23|    tengan en él tanta fuerza los encantadores y encantamentos, que hayan
27     II.    26|       veces he creído: que estos encantadores que me persiguen no hacen
28     II.    29|          caballerescas, y de los encantadores que en ellas se entremeten
29     II.    29|       protección y amparo de los encantadores, con harto dolor de su ánima.
30     II.    29|         encontrado dos valientes encantadores, y el uno estorba lo que
31     II.    32|         malos. Perseguido me han encantadores, encantadores me persiguen,
32     II.    32|  Perseguido me han encantadores, encantadores me persiguen, y encantadores
33     II.    32|     encantadores me persiguen, y encantadores me persiguirán hasta dar
34     II.    32|     empezca; y así, viendo estos encantadores que con mi persona no pueden
35     II.    33|       invención de alguno de los encantadores que al señor don Quijote
36     II.    33|          que también tenemos acá encantadores que nos quieren bien, y
37     II.    33|          malicias de los pésimos encantadores: yo fingí aquello, por escaparme
38     II.    33|         y que andan por aquí los encantadores muy listos y demasiadamente
39     II.    34|         viene son seis tropas de encantadores, que sobre un carro triunfante
40     II.    35|           Y puesto que es de los encantadores,~ ~ ~ ~De los magos o mágicos
41     II.    35| discretos, imperiosos y antiguos encantadores y sabios! En resolución,
42     II.    35|       hay en el mundo: hasta los encantadores son médicos -replicó Sancho - ;
43     II.    36|    Condesa Trifaldi, a quien los encantadores la hacen llamar la Dueña
44     II.    41|           protoencantador de los encantadores.~ ~ Habiendo, pues, don
45     II.    44|      malos hechiceros y de malos encantadores. -No es burla, señor -replicó
46     II.    46|     voces:~ ~ -¡Afuera, malignos encantadores! ¡Afuera, canalla hechiceresca;
47     II.    47|     cuantas espías y matadores y encantadores vinieren sobre mí y sobre
48     II.    50|         declara quién fueron los encantadores y verdugos que azotaron
49     II.    51|          no fue nada; que si hay encantadores que me maltraten, también
50     II.    51|     merced suelen usar los malos encantadores; yo lo sabré cuando nos
51     II.    51|      merced de mal intencionados encantadores, y a mí me saque con bien
52     II.    56|         el Duque, sino los malos encantadores que me persiguen, los cuales,
53     II.    56|          tanto el rancor que los encantadores tienen al señor don Quijote,
54     II.    57|      tener temor que malandrines encantadores me vuelvan ni muden el rostro,
55     II.    58|    imaginar. Que me maten si los encantadores que me persiguen no quieren
56     II.    60|         y si no fuera porque los encantadores que le persiguen le mudaron
57     II.    62| fabricada por uno de los mayores encantadores y hechiceros que ha tenido
58     II.    66|          que sois vos el que los encantadores mis enemigos transformaron
59     II.    66|      despecho y pesar de cuantos encantadores hay en las Indias.~ ~ -En
60     II.    67|     Carrasco, obras todas de los encantadores que me persiguen. Pero dime
61     II.    70|          y distintamente que hay encantadores y encantos en el mundo,
62     II.    72|       tengo por sin duda que los encantadores que persiguen a don Quijote
63     II.    73|    persiguen son los malandrines encantadores que la transformaron en
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