Parte. Capítulo

 1      I.     4|     dando con una pretina muchos azotes un labrador de buen talle,
 2      I.     4|   zapatos y las sangrías por los azotes que sin culpa le habéis
 3      I.     4|      encina, donde le dio tantos azotes, que le dejó por muerto.~ ~ -
 4      I.     9|     aquéllas que andaban con sus azotes y palafrenes, y con toda
 5      I.    15|          preso, más de docientos azotes con las riendas de su caballo,
 6      I.    22|      galeras, amén de doscientos azotes, que ya lleva en las espaldas;
 7      I.    31|    arriba, y estábale abriendo a azotes con las riendas de una yegua
 8      I.    31|         y me dio de nuevo tantos azotes, que quedé hecho un San
 9      I.    31|       darme una o dos docenas de azotes, y luego me soltara y pagara
10     II.    26|           y que le den docientos azotes, llevándole por las calles
11     II.    35|    escudero~ ~ ~ ~Se  tres mil azotes y trecientos~ ~ ~ ~En ambas
12     II.    35|              No digo yo tres mil azotes; pero así me daré yo tres
13     II.    35|      sino seis mil y seiscientos azotes os daré, tan bien pegados,
14     II.    35|        ha de ser así; porque los azotes que ha de recebir el buen
15     II.    35|         de tres mil y trecientos azotes, que no hay niño de la doctrina,
16     II.    35|          tengo dicho: que de los azotes, abernuncio.~ ~ -Abrenuncio
17     II.    35|         tienen tan turbado estos azotes que me han de dar, o me
18     II.    35|         que me abra las carnes a azotes, y llámame alma de cántaro
19     II.    35|         doblará la parada de los azotes; y habían de considerar
20     II.    35|        los tres mil y trecientos azotes, con condición que me los
21     II.    35|      diciplina, y que si algunos azotes fueren de mosqueo, se me
22     II.    36|        noche se había dado cinco azotes. Preguntóle la Duquesa que
23     II.    36|         darse de palmadas que de azotes. Yo tengo para mí que el
24     II.    36|          mujer~ ~ ~ ~ «Si buenos azotes me daban, bien caballero
25     II.    36|        gobierno me tengo, buenos azotes me cuesta. Esto no lo entenderás
26     II.    36|        con tres mil y trecientos azotes, menos cinco, que me he
27     II.    36|  gobierno se le han dado por los azotes que se ha de dar, sabiendo
28     II.    36|     prometió, no se soñaba haber azotes en el mundo; la otra es
29     II.    40|  desocupados, darme una tanda de azotes, que no me la cubra pelo.~ ~ -
30     II.    41|        los tres mil y trecientos azotes a que estás obligado, siquiera
31     II.    45|    redonda, so pena de docientos azotes. ¡Andad luego digo, churrillera,
32     II.    48|          le comenzó a dar tantos azotes, que era una compasión;
33     II.    59|       trecientos o cuatrocientos azotes a buena cuenta de los tres
34     II.    59|         recia, y más si caen los azotes sobre un cuerpo mal sustentado
35     II.    59|         verá hecho una criba, de azotes; y hasta la muerte, todo
36     II.    59| desencantarla, que fue la de los azotes de Sancho. Sumo fue el contento
37     II.    60|        lo que creía, solos cinco azotes se había dado, número desigual
38     II.    60|     reciba los tres mil y tantos azotes, ¿qué se me da a mí que
39     II.    60|   soledad, por lo menos, dos mil azotes.~ ~ -Eso no -dijo Sancho - :
40     II.    60|       han de oír los sordos. Los azotes a que yo me obligué han
41     II.    62|   Montesinos? ¿Serán ciertos los azotes de Sancho mi escudero? ¿
42     II.    62|        decir: de todo tiene; los azotes de Sancho irán de espacio;
43     II.    63|  Preguntar quería el general qué azotes eran aquéllos, o qué desencanto
44     II.    67|          puedo persuadir que los azotes de mis posaderas tengan
45     II.    67|     visto algún desencantado por azotes; pero por sí o por no, yo
46     II.    68|       trecientos o cuatrocientos azotes a buena cuenta de los del
47     II.    68|         extremo del dolor de los azotes se pueda pasar al de la
48     II.    69|        que te des algunos de los azotes que estás obligado a dar
49     II.    69|  alfilerazos, viniesen ahora los azotes. No tienen más que hacer
50     II.    71|         pellizcos, alfilerazos y azotes, no me dan un ardite. Pues
51     II.    71|        si quisieras paga por los azotes del desencanto de Dulcinea,
52     II.    71|       pedazos: da lugar que unos azotes aguarden a otros; no quieras
53     II.    71|          por este mi rosario los azotes que te dieres. Favorézcate
54     II.    71|         don Quijote a contar los azotes. Hasta seis o ocho se habría
55     II.    71|          mano de Dios, y lluevan azotes!~ ~ Pero el socarrón dejó
56     II.    71|    Zamora en un hora. Más de mil azotes, si yo no he contado mal,
57     II.    71|           y déjeme dar otros mil azotes siquiera; que a dos levadas
58     II.    72|          otros tres mil y tantos azotes, como me doy por ella; que
59     II.    72|               No entiendo eso de azotes -dijo don Álvaro.~ ~ Y Sancho
60     II.    72|       que no pudieran quitar los azotes una mosca, aunque la tuviera
61     II.    72|          llevo, porque si buenos azotes me daban, bien caballero
Best viewed with any browser at 800x600 or 768x1024 on Tablet PC
IntraText® (VA2) - Some rights reserved by EuloTech SRL - 1996-2010. Content in this page is licensed under a Creative Commons License