Parte. Capítulo

 1      I.    Pr|        tal lugar y muere en el mar Océano, besando los muros
 2      I.     8|        por tierra, hidalgo por mar, hidalgo por el diablo,
 3      I.    14|      del viento contrastado en mar instable;~ ~ ~ ~del ya vencido
 4      I.    23|   villanos es echar agua en la mar. Si yo hubiera creído lo
 5      I.    29|        si hay viento próspero, mar tranquilo y sin borrasca,
 6      I.    30| Quijote - , si no es puerto de mar?~ ~ Mas antes que Dorotea
 7      I.    30|       provincias ni puertos de mar, y que, así, había dicho
 8      I.    30|     Panza amigo, pelillos a la mar en esto de nuestras pendencias,
 9      I.    34|       pie enjuto has pasado el mar de las dificultades y sospechas
10      I.    34|      para que en él pasases la mar deste mundo; sino haz cuenta
11      I.    34|        cielo escuro,~ ~ ~ ~Por mar no usado y peligrosa vía,~ ~ ~ ~
12      I.    38|       ciudades, los caminos de mar y tierra estarían sujetos
13      I.    38|     por las proas en mitad del mar espacioso, las cuales enclavijadas
14      I.    38|      si éste también cae en el mar, que como a enemigo le aguarda,
15      I.    39|      yo digo dice: «Iglesia, o mar, o casa real», como si más
16      I.    39|        eran invencibles por la mar, en aquel día, digo, donde
17      I.    39|       Selim hizo general de la mar a mi amo, porque había hecho
18      I.    40|      ajena colorastes~ ~ ~ ~El mar vecino y arenoso suelo;~ ~ ~ ~
19      I.    40|   después, a ser general de la mar, que es el tercero cargo
20      I.    41|       antes se arrojaría en la mar que ver delante de sus ojos
21      I.    41|     les tomasen la tierra y la mar, de manera, que no pudiésemos
22      I.    41|   viento tramontana y estar la mar algo picada, no fué posible
23      I.    41|  brazos entrando un poco en la mar, que ya estaba algo más
24      I.    41|      se arrojó de cabeza en la mar, donde sin ninguna duda
25      I.    41|       según andaba alterada la mar. Pusimos nuestras centinelas
26      I.    41|  volvió el viento tranquilo el mar, convidándonos a que tornásemos
27      I.    41|     con él y con la vela en la mar; y al momento disparando
28      I.    41|        el esquife o barca a la mar, entraron en él hasta doce
29      I.    41|    Zoraida, y dio con él en la mar, sin que ninguno echase
30      I.    41|       todos nos arrojasen a la mar envueltos en una vela, porque
31      I.    41|        y que si el sosiego del mar lo concediese, desembarcásemos
32      I.    41|       montaña, no tan junto al mar, que no concediese un poco
33      I.    47|        de caballeros va por la mar adelante, como nave con
34      I.    52|    dada la mejor ínsula que el mar ciñe y rodea! ¡Oh humilde
35     II.     1|   estéril y desierta playa del mar, las más veces proceloso
36     II.     1|       las implacables olas del mar profundo, que ya le suben
37     II.    20|     tierra~ ~ ~ ~Y en el ancho mar undoso,~ ~ ~ ~Y en cuanto
38     II.    29|        por los aires, o por la mar, donde quieren y adonde
39     II.    29|     breve espacio saldremos al mar dilatado? Pero ya habemos
40     II.    38|   entre la gran Trapobana y el mar del Sur, dos leguas más
41     II.    41|     cielo, ni la tierra, ni la mar, ni las arenas. Bien es
42     II.    42|    saque a seguro puerto deste mar proceloso donde vas a engolfarte;
43     II.    48| hermosura como la espuma de la mar. Finalmente, como yo tuviese
44     II.    50|        o las más que hay en el mar Mediterráneo de su Majestad.
45     II.    54|        están allá dentro de la mar; que no hay ínsulas en la
46     II.    58|       encierra la tierra ni el mar encubre: por la libertad,
47     II.    59|   tierra y de los pescados del mar estaba proveída aquella
48     II.    61|        todas partes: vieron el mar, hasta entonces dellos no
49     II.    61|      crujía de las galeras. El mar alegre, la tierra jocunda,
50     II.    61|     aquellos bultos que por el mar se movían.~ ~ En esto, llegaron
51     II.    63|      largarse poco a poco a la mar. Cuando Sancho vio a una
52     II.    63|      que las dos saliesen a la mar, y él con la otra iría tierra
53     II.    63| volaban. Las que salieron a la mar a obra de dos millas descubrieron
54     II.    63|      ligeros bajeles que en la mar navegaban, y así le fue
55     II.    63|       ha llovido estos días un mar de desgracias, nací yo,
56     II.    63|     quedaba el bergantín en la mar, y si acaso hubiese galeras
57     II.    64| traerle a España, pues está la mar en medio.~ ~ -Para todo
58     II.    68|          Que es puerto en este mar de mi tormento,~ ~ ~ ~Tanta
59     II.    71|   fugitivo huésped, que por el mar, sobre una fragata o bergantín,
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