Parte. Capítulo

 1      I.    31|         de una nube, o sobre un carro de fuego, otro caballero
 2      I.    46| visiones, y la acomodaron en el carro de los bueyes.~ ~ ~ ~
 3      I.    47|   manera enjaulado y encima del carro, dijo:~ ~ -Muchas y muy
 4      I.    47|         escura nube, o en algún carro de fuego, o ya sobre algún
 5      I.    47|      lleven a mí agora sobre un carro de bueyes, ¡vive Dios que
 6      I.    47|        puso a los dos lados del carro a los dos cuadrilleros con
 7      I.    47|         antes que se moviese el carro, salió la ventera, su hija
 8      I.    47|    pusiéronse a caminar tras el carro. Y la orden que llevaban
 9      I.    47|        era ésta: iba primero el carro, guiándole su dueño; a los
10      I.    47|        concertada procesión del carro, cuadrilleros, Sancho, Rocinante,
11      I.    49|       jaula, y traerle sobre un carro de bueyes, como quien trae
12      I.    52|       amigo, a ponerme sobre el carro encantado; que ya no estoy
13      I.    52|    pusieron a don Quijote en el carro, como antes venía; la procesión
14      I.    52|    mitad de la cual atravesó el carro de don Quijote. Acudieron
15      I.    52|        todos a ver lo que en el carro venía, y cuando conocieron
16      I.    52|       montón de heno y sobre un carro de bueyes. Cosa de lástima
17     II.     1|  haberle traído encantado en el carro de los bueyes, como se contó
18     II.     7|    palos. La segunda vino en un carro de bueyes, metido y encerrado
19     II.    11|     valeroso don Quijote con el carro o carreta de Las Cortes
20     II.    11|            que así como vi este carro imaginé que alguna grande
21     II.    15|     hallarse en la aventura del carro de la Muerte, y, finalmente,
22     II.    16|       donde ellos iban venía un carro lleno de banderas reales;
23     II.    17|      descubrió otra cosa que un carro que hacia ellos venía, con
24     II.    17|    dieron a entender que el tal carro debía de traer moneda de
25     II.    17|       persona. Llegó en esto el carro de las banderas, en el cual
26     II.    17|     Adónde vais, hermanos? ¿Qué carro es éste, qué lleváis en
27     II.    17|  respondió el carretero:~ ~ -El carro es mío; lo que va en él
28     II.    17|         que iba a la puerta del carro - , que no han pasado mayores,
29     II.    17|     lanza os he de coser con el carro!~ ~ El carretero, que vio
30     II.    17|         otra hacienda sino este carro y estas mulas.~ ~ -¡Oh hombre
31     II.    17|  procurando todos apartarse del carro lo más que pudiesen, antes
32     II.    17|         para que se alejase del carro. Viendo, pues, el leonero
33     II.    17|         fue a poner delante del carro encomendándose a Dios de
34     II.    17|     deseando que saltase ya del carro y viniese con él a las manos,
35     II.    17|        Finalmente, volvieron al carro, y en llegando, dijo don
36     II.    17|             Siguió su camino el carro, y don Quijote, Sancho y
37     II.    23|     poder caber en ella un gran carro con sus mulas. Éntrale una
38     II.    34|      encantadores, que sobre un carro triunfante traen a la sin
39     II.    34|     acuerdo, a tiempo que ya un carro de las rechinantes ruedas
40     II.    34|     hacha de cera, y encima del carro venía hecho un asiento alto,
41     II.    34|        bocací, que por venir el carro lleno de infinitas luces,
42     II.    34|        otra. Llegando, pues, el carro a igualar al puesto, se
43     II.    34|         Lirgandeo.~ ~ Y pasó el carro adelante, sin hablar más
44     II.    34|    palabra. Tras éste pasó otro carro de la misma manera, con
45     II.    34|        el cual, haciendo que el carro se detuviese, con voz no
46     II.    34|    mismo continente, llegó otro carro; pero el que venía sentado
47     II.    35|        que hacia ellos venía un carro de los que llaman triunfales
48     II.    35|   encendida, en la mano. Era el carro dos veces, y aun tres, mayor
49     II.    35|      pero al punto que llegó el carro a estar frente a frente
50     II.    35|        arpas y laúdes que en el carro sonaban; y levantándose
51     II.    35|       grandísimo contento, y el carro comenzó a caminar; y al
52     II.    41|         mozo que quiso regir el carro del Sol, su padre!~ ~ Oyó
53     II.    71| pareciéndole que las ruedas del carro de Apolo se habían quebrado,
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