Parte. Capítulo

 1      I.    Pr|        asiento y donde todo triste ruido hace su habitación? El sosiego,
 2      I.     3|            la abrió por cuatro. Al ruido acudió toda la gente de
 3      I.     7|       torneo.~ ~ Por acudir a este ruido y estruendo, no se pasó
 4      I.    14|            concertado son, sino al ruido~ ~ ~ ~que de lo hondo de
 5      I.    16|           en el suelo, a cuyo gran ruido despertó el ventero, y luego
 6      I.    18|          tocar de los clarines, el ruido de los atambores?~ ~ -No
 7      I.    20|        llegó a sus oídos un grande ruido de agua, como que de algunos
 8      I.    20|            despeñaba. Alegróles el ruido en gran manera; y parándose
 9      I.    20|         hacían un temeroso y manso ruido; de manera, que la soledad,
10      I.    20|            sitio, la escuridad, el ruido del agua, con el susurro
11      I.    20|        destos arboles, el temeroso ruido de aquella agua en cuya
12      I.    20|      mudarse sin hacer estrépito y ruido, y comenzó a apretar los
13      I.    20|            vino a hacer un poco de ruido, bien diferente de aquel
14      I.    20|   sucedióle tan bien, que, sin más ruido ni alboroto que el pasado,
15      I.    20|            donde le pareció que el ruido del agua y del golpear venía.
16      I.    20|           advirtieron que salía el ruido y estruendo de aquel golpear,
17      I.    20|            y para ellos espantable ruido, que tan suspensos y medrosos
18      I.    20|            Sancho - , pues sólo el ruido de los mazos de un batán
19      I.    28|   entrambas manos, miró los que el ruido hacían; y apenas los hubo
20      I.    35|            En esto, oyeron un gran ruido en el aposento, y que don
21      I.    41|           quedos, sin hacer ningún ruido. Preguntéle al renegado
22      I.    41|           el ínterin y sintiese el ruido que andaba en el jardín;
23      I.    44|           así por esto como por el ruido que don Quijote había hecho,
24      I.    44|           de la venta acudieron al ruido y pendencia, y decía:~ ~ -¡
25     II.     1|        patio, y acudieron todos al ruido.~ ~ ~ ~
26     II.     9|          con dos mulas, que por el ruido que hacía el arado, que
27     II.    11| sacudiéndole con ellas, el miedo y ruido, más que el dolor de los
28     II.    12|      pasado, cuando le despertó un ruido que sintió a sus espaldas,
29     II.    12|           y a escuchar de dónde el ruido procedía, y vio que eran
30     II.    12|           y al arrojarse, hicieron ruido las armas de que venía armado,
31     II.    21|        oyeron grandes voces y gran ruido, y dábanlas y causábanle
32     II.    22|            cueva estaban, por cuyo ruido y estruendo salieron por
33     II.    34|        Oyóse asimismo un espantoso ruido, al modo de aquel que se
34     II.    34|            sobre todo, el temeroso ruido de los carros, formaban
35     II.    34|         carros, y cesó el enfadoso ruido de sus ruedas; y luego se
36     II.    34|            y luego se oyó otro, no ruido, sino un son de una suave
37     II.    41|         por los aires, con extraño ruido, y dio con don Quijote y
38     II.    46|           colas. Fue tan grande el ruido de los cencerros y el mayar
39     II.    49|       andadas del lugar, sintieron ruido de cuchilladas; acudieron
40     II.    53|         los párpados, oyó tan gran ruido de campanas y de voces,
41     II.    53|          supo, pero añadiéndose al ruido de voces y campanas el de
42     II.    53|           nos socorre!~ ~ Con este ruido, furia y alboroto llegaron
43     II.    58|           que, oxeados con nuestro ruido, vinieren a dar en ellas.
44     II.    60|        sintieron a sus espaldas un ruido como de tropel de caballos,
45     II.    60|           pistolas a los lados. Al ruido, volvió Roque la cabeza
46     II.    61|       muchas chirimías y atabales, ruido de cascabeles, «¡trapa,
47     II.    63|           tienda, y con grandísimo ruido dejaron caer la entena de
48     II.    63|       entena con la misma priesa y ruido que la habían amainado,
49     II.    68|        sordo estruendo y un áspero ruido, que por todos aquellos
50     II.    68|          en punto iba creciendo el ruido, y llegándose cerca a los
51     II.    68|     aquellas horas, y era tanto el ruido que llevaban, y el gruñir
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