Parte. Capítulo

 1      I.     3|         parecía y como su gallarda presencia mostraba; y que él, ansimesmo,
 2      I.    14|        destas montañas!, si con tu presencia vierten sangre las heridas
 3      I.    21|         que decían todos que tenía presencia para poder ser prioste de
 4      I.    22|            tan buena como su buena presencia merece.~ ~ Éste iba en hábito
 5      I.    23|            me aparte un dedo de su presencia.~ ~ -Así será -dijo el de
 6      I.    24|     encerrado; que muchas veces la presencia de la cosa amada turba y
 7      I.    25|             que no os desagrade mi presencia! ¡Oh tú, escudero mío, agradable
 8      I.    26|           que no pareciese ante su presencia hasta que fuese su voluntad,
 9      I.    27| pareciéndole a don Fernando que mi presencia le era inconveniente para
10      I.    27|   considerando cuánto importaba mi presencia para lo que suceder pudiese
11      I.    29|    pensaban, tengo de parecer a su presencia, que tengo por mejor desterrarme
12      I.    29|           menester por entonces su presencia; y así, los dejaron ir delante,
13      I.    31|          hincar de finojos ante su presencia, y decir que van de parte
14      I.    33|            mandado. Mas la honesta presencia de Camila, la gravedad de
15      I.    34|        determinación de no huir la presencia de Lotario, por no dar que
16      I.    34|        tuviese de volver, y con su presencia quedase imperfecta la obra;
17      I.    37|           y a los demás la extraña presencia de don Quijote, viendo su
18      I.    41|          el estorbo que le dará mi presencia cuando quiera poner en ejecución
19      I.    43|           que haría en el mundo su presencia el tiempo que allí estuviese
20      I.    46|    pa-labras has osado decir en mi presencia y en la destas ínclitas
21      I.    46|           imaginación? ¡Vete de mi presencia, monstruo de naturaleza,
22      I.    46|           y quitarse de la enojada presencia de su señor. Pero la discreta
23      I.    51|           sacado. Volviéronla a la presencia del lastimado padre; preguntáronle
24     II.    10|             y que no volviese a su presencia sin haber primero hablado
25     II.    10|       verse ante vuestra magnífica presencia. Yo soy Sancho Panza su
26     II.    10| arrodillado ante vuestra sublimada presencia a la coluna y sustento de
27     II.    14|        Toboso, y presentaros en su presencia de mi parte, para que haga
28     II.    14|       prometo de ir y volver de su presencia a la vuestra, y daros entera
29     II.    23|            gravedad y la anchísima presencia, cada cosa de por sí y todas
30     II.    23|          lo menos, amojamado, a la presencia de la señora Belerma; a
31     II.    23|         que tenéis aquí en vuestra presencia, y abrid los ojos y veréislo,
32     II.    26|  consentiré yo en mis días y en mi presencia se le haga superchería a
33     II.    29|    desengaño, nos vuelva a vuestra presencia!~ ~ Y en esto, comenzó a
34     II.    32|            lugar donde estoy, y la presencia ante quien me hallo, y el
35     II.    36|            a todos admirados de su presencia y compostura. Y volviéndose
36     II.    40|           noche, estará en nuestra presencia; porque él me significó
37     II.    40|           y tanto, que sin vuestra presencia entiendo que no haremos
38     II.    41|          que tienes, a lo menos en presencia mía.~ ~-Tápenme -respondió
39     II.    47|     labrador, que era de muy buena presencia, y de mil leguas se le echaba
40     II.    47|              Humíllome, pues, a su presencia -dijo el labrador.~ ~ Y
41     II.    47|            y ascondéis luego de mi presencia, que con esta silla os rompa
42     II.    48|           de la gentil y agradable presencia de vuesa merced no se podía
43     II.    50|         dar de comer al paje, cuya presencia y buen adorno contentó mucho
44     II.    51|   carnicerías y las plazas; que la presencia del gobernador en lugares
45     II.    59|            le dijo:~ ~ -Ni vuestra presencia puede desmentir vuestro
46     II.    59|         puede no acreditar vuestra presencia: sin duda, vos, señor, sois
47     II.    60|            temieron los criados la presencia de Roque, y Claudia se turbó
48     II.    63|          empacho pareciese ante su presencia. Díjome que fuese en buena
49     II.    63|          mesma tarde le truje a la presencia del Rey, el cual, en viéndole,
50     II.    67|  enamorados pensamientos que en mi presencia la fatigaban?~ ~ -No eran -
51     II.    70|           de don Quijote; con cuya presencia turbado y confuso, se encogió
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