Parte. Capítulo

 1      I.    Pr|            Y con esto, Dios te  salud, y a mí no olvide. Vale.~ ~ ~ ~
 2      I.     3|           porque fuera curarse en salud); antes, trabando de las
 3      I.     7|       atienda vuestra merced a su salud por agora; que me parece
 4      I.    10|         que son muy en daño de la salud y muy en perjuicio de la
 5      I.    15|         porque importa mucho a la salud de entrambos; y es que cuando
 6      I.    20|           cuidado de mirar por mi salud y de consolar tu tristeza.
 7      I.    22|           oraciones por la vida y salud de vuestra merced, que sea
 8      I.    25|           del Toboso, te envía la salud que él no tiene. Si tu fermosura
 9      I.    26|    hermosa», y no  qué decía de salud y de enfermedad que le enviaba,
10      I.    26|          que rogase a Dios por la salud de su señor; que cosa contingente
11      I.    27|        había de ser a costa de mi salud. Pero a los cuatro días
12      I.    27|           la quiere. Yo no quiero salud sin Luscinda; y pues ella
13      I.    33|          la muerte la vida,~ ~ ~ ~salud en la enfermedad,~ ~ ~ ~
14     II.    De|            porque yo no estoy con salud para ponerme en tan largo
15     II.    De|         vuestra excelencia con la salud que es deseado; que ya estará
16     II.     1|   recebidos, preguntáronle por su salud, y él dio cuenta de sí y
17     II.     1|          los infortunios apoca la salud y acarrea la muerte.~ ~
18     II.     2|           de don Quijote, de cuya salud desesperaron, viendo cuán
19     II.     4|          mí mismo, y me hallo con salud para regir reinos y gobernar
20     II.     6|        entre ellos que ha sido la salud no sólo de un reino, sino
21     II.     8|           endereza los cojos y da salud a los enfermos, y delante
22     II.    11|           mundo, pues vale más la salud de un solo caballero andante
23     II.    11|          la señora Dulcinea tenga salud y contento, nosotros por
24     II.    14|           pasmado, temeroso de la salud de su amo, por las valentías
25     II.    21|           dijo que atendiese a la salud del alma, antes que a los
26     II.    23|         yo no puedo ni debo tener salud careciendo de su agradable
27     II.    34|         cuanto le  Dios a él la salud, o a mí si los querría escuchar.~ ~ -
28     II.    43|           y cena más poco; que la salud de todo el cuerpo se fragua
29     II.    45|      rogando a Dios por la vida y salud del señor gobernador, que
30     II.    47| gobernadores della, y miro por su salud mucho más que por la mía,
31     II.    47|           ahora para conservar su salud y corroborarla, es un ciento
32     II.    48|     parece sino que va derramando salud donde pasa? Pues sepa vuesa
33     II.    48|          ser cosa importante para salud.~ ~ Apenas acabó don Quijote
34     II.    50|           largo, avisándome de su salud y de su bienestar; y si
35     II.    51|          los brazos ladrones y la salud borracha. En resolución,
36     II.    52|            a vuesa merced mucha salud, y a nosotras no nos desampare.~ ~
37     II.    52|         respuesta, avisando de mi salud y de todo lo que hubiere
38     II.    54|          médicos que miren por su salud.~ ~ -Yo no te entiendo,
39     II.    55|       bueno, entero y católico de salud, no se hartaba de dar gracias
40     II.    55|        valor de mi brazo, que tal salud les  Dios como ellos dicen
41     II.    60|         Roque, el principio de la salud está en conocer la enfermedad
42     II.    62|            Sí, gozarás, porque su salud y su templanza en el vivir
43     II.    65|            y creyendo que está su salud en su reposo y en que se
44     II.    65|        don Quijote, porque con su salud, no solamente perdemos sus
45     II.    69|        esta ceremonia consiste la salud de Altisidora!~ ~ Oyendo
46     II.    70|      puedo pensar cómo sea que la salud de Altisidora, doncella
47     II.    71|         cantusado; y a mí, que la salud ajena me cuesta gotas de
48     II.    73| aconsejaron tuviese cuenta con su salud, con regalarse lo que fuese
49     II.    74|          o por no, atendiese a la salud de su alma, porque la del
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