Parte. Capítulo

 1      I.    Pr|           cuenta de sus fabulosos disparates las puntualidades de la
 2      I.     1|   requiebros, amores, tormentas y disparates imposibles; y asentósele
 3      I.     2|        éstos iba ensartando otros disparates, todos al modo de los que
 4      I.     5|          admirado oyendo aquellos disparates; y quitándole la visera,
 5      I.     5|         bien pensativo de oír los disparates que don Quijote decía; y
 6      I.     5|          vuestras mercedes de los disparates de mi señor tío, para que
 7      I.     5|         se lo contó todo, con los disparates que al hallarle y al traerle
 8      I.    13|       pasase más adelante con sus disparates. Y así, le dijo:~ ~ -Paréceme,
 9      I.    16|          Pensando, pues, en estos disparates, se llegó el tiempo y la
10      I.    26|     volvió a decir otros tres mil disparates. Tras esto, contó asimesmo
11      I.    27|       como estaba diciendo tantos disparates y desatinos, que daba indicios
12      I.    29|         en la fantasía los mesmos disparates que su amo, pues sin alguna
13      I.    31|   matorrales y se dejase de hacer disparates, y se pusiese luego en camino
14      I.    32|      mentirosos y están llenos de disparates y devaneos, y éste del Gran
15      I.    32|        mundo, ni tales hazañas ni disparates acontecieron en él.~ ~ -
16      I.    32|           buenos libros dicen sea disparates y mentiras, estando impreso
17      I.    35|          no había de reír con los disparates de los dos, amo y mozo?
18      I.    37|           que te parió, con otros disparates que me pusieron en la mayor
19      I.    43|       poco el tiempo oyéndole sus disparates.~ ~ Es, pues, el caso que
20      I.    43|        otro - ; pero sé que decís disparates en llamar castillo a esta
21      I.    45|          decía el barbero que los disparates de don Quijote, el cual
22      I.    47|          tantos y tan desaforados disparates; que el deleite que en el
23      I.    48|          atienden al gusto de oír disparates, y de todos he hallado una
24      I.    48|           o las más son conocidos disparates y cosas que no llevan pies
25      I.    48|       falta en el vulgo, que pide disparates, sino en aquellos que no
26      I.    48|        representan son espejos de disparates, ejemplos de necedades e
27      I.    48| ignorantes, viendo los absurdos y disparates de las que hacemos. Y no
28      I.    50|       Canónigo de los concertados disparates que don Quijote había dicho,
29      I.    52|      autores de tantas mentiras y disparates. Finalmente, ellas quedaron
30     II.     1|           oírle decir tan grandes disparates, le preguntó que qué sentía
31     II.     2|          que para esta máquina de disparates de tal caballero y de tal
32     II.    13|          amaño a dejarle, por más disparates que haga.~ ~ -Con todo eso,
33     II.    19|       sentencias sean tenidas por disparates. Pero no importa: yo me
34     II.    22|   preguntar necedades y responder disparates no he menester yo andar
35     II.    23|       agora, contando los mayores disparates que pueden imaginarse.~ ~ -
36     II.    24|       espacio tan gran máquina de disparates; y si esta aventura parece
37     II.    24|      dicho, diga que ha visto los disparates imposibles que cuenta de
38     II.    26|     llenas de mil impropiedades y disparates, y, con todo eso, corren
39     II.    29|      estos que no sé si los llame disparates, no hay sino obedecer y
40     II.    30|        amo, todas o las más, eran disparates, y buscaba ocasión de que,
41     II.    31|          no prosiguiese con otros disparates, preguntó la Duquesa a don
42     II.    31|          era disparate leer tales disparates; y enterándose ser verdad
43     II.    43|         cabellos, que más parecen disparates que sentencias.~ ~ -Eso
44     II.    48|          en mi juicio, pues tales disparates digo y pienso; que no es
45     II.    55|         decir en ella millares de disparates; y, cuando le vio acabar
46     II.    59|        don Juan, que leamos estos disparates, si el que hubiere leído
47     II.    59|         quedaron admirados de sus disparates como del elegante modo con
48     II.    74|       caballerías. Ya conozco sus disparates y sus embelecos, y no me
49     II.    74|      escrito tantos y tan grandes disparates como en ella escribe; porque