Parte. Capítulo

 1      I.     2|          que la de los molinos de viento; pero, lo que yo he podido
 2      I.     8|        aventura de los molinos de viento, con otros sucesos dignos
 3      I.     8|     treinta o cuarenta molinos de viento que hay en aquel campo,
 4      I.     8|         gigantes, sino molinos de viento, y lo que en ellos parecen
 5      I.     8|         aspas, que, volteadas del viento, hacen andar la piedra del
 6      I.     8|           alguna, eran molinos de viento, y no gigantes, aquéllos
 7      I.     8|      Levantóse en esto un poco de viento, y las grandes aspas comenzaron
 8      I.     8|          en el aspa, la volvió el viento con tanta furia, que hizo
 9      I.     8|           no eran sino molinos de viento, y no lo podía ignorar sino
10      I.     8|           esto que los molinos de viento -dijo Sancho - . Mire, señor,
11      I.     8|           más ligero que el mesmo viento.~ ~ Sancho Panza, que vio
12      I.    13|         un mármol, corrió tras el viento, dio voces a la soledad,
13      I.    14|          y el estruendo~ ~ ~ ~del viento contrastado en mar instable;~ ~ ~ ~
14      I.    14|     esperanza y navegar contra el viento, ¿qué mucho que se anegase
15      I.    15|           Ven acá, pecador: si el viento de la fortuna, hasta ahora
16      I.    20|         hojas, movidas del blando viento, hacían un temeroso y manso
17      I.    20|         los golpes cesaban, ni el viento dormía, ni la mañana llegaba;
18      I.    21|            que no le alcanzara el viento. Dejóse la bacía en el suelo,
19      I.    25|          todo debe de ser cosa de viento y mentira, y todo pastraña,
20      I.    29|           buena ventura; y si hay viento próspero, mar tranquilo
21      I.    41|        causa de soplar un poco el viento tramontana y estar la mar
22      I.    41|          esto comenzó a soplar un viento largo, que nos obligó a
23      I.    41|     cuales, habiéndose trocado el viento, nos convino volver hacia
24      I.    41|    nuestro favor, luego volvió el viento tranquilo el mar, convidándonos
25      I.    41|          le facilitaba el proprio viento, de tal manera, que bien
26      I.    41|         remos, porque el próspero viento nos quitaba del trabajo
27      I.    47|            como nave con próspero viento, y hoy anochece en Lombardía,
28     II.     3|        aventura de los molinos de viento, que a vuesa merced le parecieron
29     II.     5|            dejémonos llevar deste viento favorable que nos sopla.~ ~
30     II.    10|           dijo que los molinos de viento eran gigantes, y las mulas
31     II.    10|          que andan jugando con el viento; y, sobre todo, vienen a
32     II.    10|          que todas corren como el viento.~ ~ Y así era la verdad;
33     II.    13|        desayunarnos, si no es del viento que sopla.~ ~ -Todo eso
34     II.    17|      pintado la de los molinos de viento y la temerosa de los batanes,
35     II.    19| luminarias, a quien no ofendía el viento, que entonces no soplaba
36     II.    25|       levantando caramillos en el viento y grandes quimeras de no
37     II.    31|     vagando por el mundo, papando viento y dando que reír a cuantos
38     II.    41|       cosa va como ha de ir, y el viento llevamos en popa.~ ~ -Así
39     II.    41|        que por este lado me da un viento tan recio, que parece que
40     II.    50|    hidalgas no las ha de tocar el viento, y van a la iglesia con
41     II.    60|        cabellos, entregándolos al viento, afeó su rostro con sus
42     II.    61|    gallardetes, que tremolaban al viento y besaban y barrían el agua;
43     II.    64|         se deshace el humo con el viento. Temía si quedaría, o no,
44     II.    68|         nada estos nombres: a mal viento va esta parva; todo el mal
45     II.    70|     libros, al parecer, llenos de viento y de borra, cosa maravillosa