Parte. Capítulo

 1      I.    43|        sueño y tendido sobre el albarda de su jumento, no se acordaba
 2      I.    44|      aderezando no  qué de la albarda, y así como la vio la conoció,
 3      I.    44|     tengo! ¡Venga mi bacía y mi albarda, con todos mis aparejos
 4      I.    44|      con la una mano asió de la albarda, y con la otra dio un mojicón
 5      I.    44|     presa que tenía hecha en el albarda; antes, alzó la voz de tal
 6      I.    44|    decir:~ ~ -Señores, así esta albarda es mía como la muerte que
 7      I.    44|    apartándoles, depositando la albarda en el suelo, que la tuviese
 8      I.    44|      lícita posesión! En lo del albarda no me entremeto; que lo
 9      I.    44|   haberse convertido de jaez en albarda no sabré dar otra razón
10      I.    45|       yelmo de Mambrino y de la albarda, y otras aventuras sucedidas,
11      I.    45|        también debe de ser esta albarda jaez de caballo, como este
12      I.    45|        señor ha dicho.~ ~ -A mí albarda me parece -dijo don Quijote - ;
13      I.    45|       entremeto.~ ~ -De que sea albarda o jaez -dijo el Cura - no
14      I.    45|        lo de declarar si ésa es albarda o jaez, no me atrevo a dar
15      I.    45|       yelmo de Mambrino, y cuya albarda pensaba sin duda alguna
16      I.    45|       secreto declarasen si era albarda o jaez aquella joya sobre
17      I.    45| disparate el decir que ésta sea albarda de jumento, sino jaez de
18      I.    45|         asno, éste es jaez y no albarda, y vos habéis alegado y
19      I.    45|        como ella me parece a mí albarda, y no jaez; pero allá van
20      I.    45|         no es bacía, ni aquélla albarda; mas como veo que lo afirman
21      I.    45|        bacía de barbero, y ésta albarda de asno.~ ~ -Bien podría
22      I.    45|      eso, sino en si es o no es albarda, como vuestras mercedes
23      I.    45|        de enfado, dijo:~ ~ -Tan albarda es como mi padre; y el que
24      I.    45|    revuelta, tornó a asir de su albarda, y lo mismo hizo Sancho;
25      I.    45|       deshechas las barbas y el albarda; Sancho, a la más mínima
26      I.    45|       apaciguó por entonces, la albarda se quedó por jaez hasta
27      I.    46|    formar el barbero, no el del albarda, sino el otro, que decía:~ ~ -¡
28     II.     4|        a los cuatro lados de la albarda, de manera, que me dejó
29     II.     5|        los piensos, requerid la albarda y las demás jarcias; porque
30     II.    10|         a componer y cinchar el albarda, que también vino a la barriga
31     II.    10|    pollina. Acomodada, pues, la albarda, y quiriendo don Quijote
32     II.    10|         que un halcón, sobre la albarda, y quedó a horcajadas, como
33     II.    10|     aquella que a mí me pareció albarda, que tú aderezaste, ¿era
34     II.    16|        el arzón delantero de la albarda del rucio; y si mucho miraba
35     II.    16|       Volvió Sancho a cobrar la albarda, habiendo sacado a plaza
36     II.    20|       la silla a Rocinante y la albarda al rucio, subieron los dos,
37     II.    22|       una pollina preñada, cuya albarda cubría un gayado tapete
38     II.    25|          le vi esta mañana, sin albarda y sin aparejo alguno, y
39     II.    30|     asió un pie en una soga del albarda, de tal modo, que no fue
40     II.    40|         en mi rucio, y sobre un albarda más blanda que la mesma
41     II.    66|     asno no se ha de echar a la albarda: y pues deste suceso vuesa
42     II.    68|        el lío de las armas y la albarda de su jumento, tan temblando
43     II.    68|   confusión y por el suelo a la albarda, a las armas, al rucio,
44     II.    71|       dejando vacías la silla y albarda de Rocinante y el rucio,
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