Parte. Capítulo

 1     II.    19|          quien por excelencia llaman Quiteria la hermosa, y el desposado
 2     II.    19|           decir que el de la hermosa Quiteria se aventaja al de Camacho;
 3     II.    19|            vecino del mesmo lugar de Quiteria, el cual tenía su casa pared
 4     II.    19|         medio de la de los padres de Quiteria, de donde tomó ocasión el
 5     II.    19|         porque Basilio se enamoró de Quiteria desde sus tiernos y primeros
 6     II.    19|              los dos niños Basilio y Quiteria. Fue creciendo la edad,
 7     II.    19|           edad, y acordó el padre de Quiteria de estorbar a Basilio la
 8     II.    19|          sólo casarse con la hermosa Quiteria, sino con la mesma reina
 9     II.    19|             se casara con esa señora Quiteria; que buen siglo hayan y
10     II.    19|          Basilio supo que la hermosa Quiteria se casaba con Camacho el
11     II.    19|              el sí mañana la hermosa Quiteria ha de ser la sentencia de
12     II.    19|            no cabría. Denme a mí que Quiteria quiera de buen corazón y
13     II.    19|        llegar temprano a la aldea de Quiteria, de donde todos eran.~ ~
14     II.    20|             él pobre, y casárase con Quiteria. ¿No hay más sino tener
15     II.    20|              de ser, bien boba fuera Quiteria en desechar las galas y
16     II.    20|       diciendo:~ ~ -¡Vivan Camacho y Quiteria, él tan rico como ella hermosa,
17     II.    20|            en las alabanzas desta su Quiteria.~ ~ De allí a poco comenzaron
18     II.    21|              jamás. Venía la hermosa Quiteria algo descolorida, y debía
19     II.    21|           color, puestos los ojos en Quiteria, con voz tremente y ronca,
20     II.    21|              Bien sabes, desconocida Quiteria, que conforme a la santa
21     II.    21|          rico Camacho con la ingrata Quiteria largos y felices siglos,
22     II.    21|                  Si quisieses, cruel Quiteria, darme en este último y
23     II.    21|             se confesaría si primero Quiteria no le daba la mano de ser
24     II.    21|       honrado recibiendo a la señora Quiteria viuda del valeroso Basilio
25     II.    21|       pidiéndole que consintiese que Quiteria le diese la mano de esposa,
26     II.    21|             forzaron, a decir que si Quiteria quería dársela, que él se
27     II.    21|              Luego acudieron todos a Quiteria, y unos con ruegos, y otros
28     II.    21| determinaciones. Entonces la hermosa Quiteria, sin responder palabra alguna,
29     II.    21|             los dientes el nombre de Quiteria, dando muestras de morir
30     II.    21|            cristiano. Llegó, en fin, Quiteria, y puesta de rodillas, le
31     II.    21|        atentamente, le dijo:~ ~ -¡Oh Quiteria, que has venido a ser piadosa
32     II.    21|              llevar el alma consigo. Quiteria, toda honesta y toda vergonzosa,
33     II.    21|             por tu esposa -respondió Quiteria - , ahora vivas largos años,
34     II.    21|        asidos de las manos Basilio y Quiteria, el cura, tierno y lloroso,
35     II.    21|           deshonra de la cosa amada. Quiteria era de Basilio, y Basilio
36     II.    21|             de Basilio, y Basilio de Quiteria, por justa y favorable disposición
37     II.    21|              de Camacho el desdén de Quiteria, que se la borró de la memoria
38     II.    21|       culpando más a la facilidad de Quiteria que a la industria de Basilio;
39     II.    21|              discurso Camacho que si Quiteria quería bien a Basilio doncella,
40     II.    22|            comunicada con la hermosa Quiteria el herirse fingidamente,
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