Parte. Capítulo

 1      I.     3|            en pago de su buen deseo. Díjole también que en aquel su
 2      I.     3|         quedaban de su atrevimiento. Díjole como ya le había dicho que
 3      I.     4|             sesenta y tres reales, y díjole al labrador que al momento
 4      I.     4|       volvióse a su criado Andrés, y díjole:~ ~ -Venid acá, hijo mío,
 5      I.     8|              la orden de caballería. Díjole Sancho que mirase que era
 6      I.    17|        Llegóse a él el cuadrillero y díjole:~ ~ -Pues, ¿cómo va, buen
 7      I.    18|          había perdido el sentido, y díjole:~ ~ -¿No le decía yo, señor
 8      I.    19|              dejar de haberle hecho. Díjole también Sancho:~ ~ -Si acaso
 9      I.    19|              como había imaginado. Y díjole:~ ~ ~ -Yo entiendo, Sancho,
10      I.    20|            alternativamente sonaban. Díjole don Quijote que contase
11      I.    24|         saber el fin de su historia. Díjole el cabrero lo que primero
12      I.    26|          rucio. Consolóle el Cura, y díjole que en hallando a su señor
13      I.    30|             los dos algo adelante, y díjole don Quijote:~ ~ -Después
14      I.    33|           que su marido le dejaba, y díjole que advirtiese que no estaba
15      I.    34|              estar con ella a solas. Díjole Anselmo que bien podía estar
16      I.    34|            la insolencia de Leonela. Díjole asimismo lo que, instigado
17     II.     8|            esto muy fuera de camino. Díjole don Quijote:~ ~ -Sancho
18     II.    16|           que cuántos hijos tenía, y díjole que una de las cosas en
19     II.    17|       Llegóse en esto a él Sancho, y díjole:~ ~ -Señor, por quien Dios
20     II.    18|           loco: vamos adelante.~ ~ Y díjole:~ ~ -Paréceme que vuesa
21     II.    22|              y aun en toda España; y díjole que llevaría con él gustoso
22     II.    25|             que estaba, y hallóle, y díjole que en todo caso le dijese
23     II.    26|            razones de maese Pedro, y díjole:~ ~ -No llores, maese Pedro,
24     II.    27|            estandarte venía escrito. Díjole también que el que les había
25     II.    29|             pugnaba por desatarse, y díjole a su señor:~ ~ -El rucio
26     II.    29|           del cosmógrafo Ptolomeo, y díjole:~ ~ -Sabrás, Sancho, que
27     II.    48|              la rienda al caballo, y díjole: «-Seguid, señor, vuestro
28     II.    49|            en dilatar su historia, y díjole que acabase de tenerlos
29     II.    55|       jumento, que no le supo mal, y díjole Sancho, como si lo entendiera:~ ~ -
30     II.    58|             clavado en la memoria, y díjole:~ ~ -En verdad, señor nuestramo,
31     II.    59|         filósofo que de mentecato, y díjole:~ ~ -Si tú, ¡oh Sancho!
32     II.    59|              hacerse todos los años. Díjole don Juan que aquella nueva
33     II.    60|        cuenta de lo que podía ser; y díjole a Sancho:~ ~ -No tienes
34     II.    61|           que habló a don Quijote, y díjole:~ ~ -Vuesa merced, señor
35     II.    62|              el mismo don Antonio, y díjole en voz sumisa, pero no tanto,
36     II.    68|              don Quijote a Sancho, y díjole:~ ~ -Si yo pudiera, Sancho,
37     II.    69| penitenciados por el Santo Oficio, y díjole al oído que no descosiese
38     II.    70|              las justas de Zaragoza. Díjole asimismo las burlas que
39     II.    73|              vendrían como de molde. Díjole el Cura que los dijese.