Parte. Capítulo

 1      I.    Pr|        cuenta en el libro de los Reyes, en el capítulo que vos
 2      I.    15|          los caballeros andantes reyes y emperadores, como lo ha
 3      I.    21|  caballero, y si es de linaje de Reyes o no; asegúrala la doncella
 4      I.    21|        caballeros andantes a ser reyes y emperadores. Sólo falta
 5      I.    21|          que yo sea de linaje de reyes, o, por lo menos, primo
 6      I.    30|          mi señora Dulcinea; que reyes debe de haber habido en
 7      I.    39|           o entre a servir a los reyes en sus casas»; porque dicen: «
 8      I.    48|          en perjuicio de algunos reyes y en deshonra de algunos
 9      I.    49|         vee en la armería de los Reyes la clavija con que volvía
10      I.    49|     caballeros escogidos por los reyes de Francia, a quien llamaron
11      I.    49|     Babieca en la armería de los Reyes, confieso mi pecado; que
12      I.    50|     impresos con licencia de los reyes y con aprobación de aquellos
13      I.    51|       entró por las salas de los reyes, y por los oídos de todo
14     II.     5|    Teresa Cascajo, pero allá van reyes do quieren leyes), y con
15     II.     6|         mayores trabajos que los reyes tienen, entre otros muchos,
16     II.     8|         sus reliquias llevan los reyes sobre sus hombros, besan
17     II.    11|       allí están, aunque parecen reyes, príncipes y emperadores,
18     II.    12|     comedia adonde se introducen reyes, emperadores y pontífices,
19     II.    16|          en siglo donde nuestros reyes premian altamente las virtuosas
20     II.    16|       sus escritos; y cuando los reyes y príncipes veen la milagrosa
21     II.    20|          las altas torres de los reyes como las humildes chozas
22     II.    23|    Ruidera; las siete son de los reyes de España, y las dos sobrinas,
23     II.    26|      momento, que me vi señor de reyes y de emperadores, llenas
24     II.    34|          que los príncipes y los reyes se pusiesen en semejantes
25     II.    34| conveniente y necesario para los reyes y príncipes que otro alguno.
26     II.    34|         que también es sólo para reyes y grandes señores. Así que ¡
27     II.    37|        allá van leyes do quieren reyes, y nadie diga mal de las
28     II.    39|         más si son andantes, los reyes y los emperadores.~ ~ -Razón
29     II.    41|     quedan lisas y mondas, y los reyes don Clavijo y Antonomasia,
30     II.    42|     gobiernan vienen de casta de reyes.~ ~ -Así es verdad -replicó
31     II.    57|          o la primera,~ ~ ~ ~Los reyes huyan de ti;~ ~ ~ ~Ases
32     II.    58|       los altos alcázares de los reyes como las humildes chozas
33     II.    69|     daban señales de ser algunos reyes, ya verdaderos, o ya fingidos.
34     II.    69|     junto a los dos que parecían reyes. ¿Quién no se había de admirar
35     II.    69|          de los dos que parecían reyes - : no más, cantor divino;
36     II.    69|    Levantáronse los Duques y los reyes Minos y Radamanto, y todos
37     II.    69|     inclinó a los Duques y a los reyes, y mirando de través a don
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