Parte. Capítulo

 1      I.     8|          lícito ni concedido por las leyes de caballería que me ayudes,
 2      I.     8|         tendré mucha cuenta con esas leyes, pues las divinas y humanas
 3      I.     8|            estuviese entregada a las leyes del olvido, ni que hubiesen
 4      I.    15|             pena de haber pasado las leyes de la caballería, ha permitido
 5      I.    16|           rendido y tan sujeto a sus leyes, y los ojos de aquella hermosa
 6      I.    18|            supiera contravenir a las leyes de la caballería, que, como
 7      I.    21| Verdaderamente que son estrechas las leyes de caballería, pues no se
 8      I.    34|              soy y contra las santas leyes de la verdadera amistad,
 9      I.    36|        cuando se cumplen las fuertes leyes del gusto, como en ello
10      I.    37|      entender y hacer que las buenas leyes se guarden. Fin, por cierto,
11      I.    38|             guerra también tiene sus leyes y está sujeta a ellas, y
12      I.    38|            sujeta a ellas, y que las leyes caen debajo de lo que son
13      I.    38|          responden las armas que las leyes no se podrán sustentar sin
14      I.    45|             y no jaez; pero allá van leyes.. . , y no digo más; y en
15      I.    48|              puntualidad guardan las leyes de la comedia, nos tienen
16      I.    48|          mala, no hay para qué poner leyes, ni estrechar a los que
17      I.    52|        talante, guardando, pero, las leyes de la caballería, que mandan
18     II.     5|            allá van reyes do quieren leyes), y con este nombre me contento,
19     II.     6|         mirar en niñerías, ni en las leyes de los desafíos; si lleva,
20     II.     7|  entristecerse con aquélla, como las leyes de su amistad pedían. Prometióselo
21     II.    12|         diamante duro,~ ~ ~ ~Y a las leyes de amor el ama ajusto.~ ~ ~ ~
22     II.    13|            hayan con sus opiniones y leyes caballerescas nuestros amos,
23     II.    15|           contravenir y faltar a las leyes de la caballería, y podría
24     II.    16|          hacerle arrostrar la de las Leyes, que yo quisiera que estudiara,
25     II.    17|              que si las ordenanzas y leyes de la caballería andante
26     II.    18|             jurisperito, y saber las leyes de la justicia distributiva
27     II.    18|              glosaba; y más, que las leyes de la glosa eran demasiadamente
28     II.    27|            negocio, hallo, según las leyes del duelo, que estáis engañados
29     II.    27|         mercedes están obligados por leyes divinas y humanas a sosegarse.~ ~ -
30     II.    27|           soldado, y tiene todas las leyes y ordenanzas de lo que llaman
31     II.    32|              meterse de rondón a dar leyes a la caballería y a juzgar
32     II.    32|              quedo. Y así, según las leyes del maldito duelo, yo puedo
33     II.    37|              quisiera; pero allá van leyes do quieren reyes, y nadie
34     II.    51|            el mismo Licurgo, que dio leyes a los lacedemonios, no pudiera
35     II.    51|              que se guardasen; y las leyes que atemorizan y no se ejecutan,
36     II.    53|    ensarmentar las viñas, que de dar leyes ni de defender provincias
37     II.    54|              decían, sino verdaderas leyes, que se habían de poner
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