Parte. Capítulo

 1      I.     3|               Advertido y medroso desto el castellano, trujo luego
 2      I.    13|       corazón se le encomiende; y desto tenemos innumerables ejemplos
 3      I.    14|         gran simpleza es avisarte desto,~ ~ ~ ~pues  que está
 4      I.    17|           ventas. Amohinóse mucho desto el ventero y amenazóle que
 5      I.    19|           corridos y avergonzados desto, volviesen a rehacerse y
 6      I.    23|        todavía se me alcanza algo desto que llaman buen gobierno:
 7      I.    24|       discreto, se receló y temió desto, por parecerle que estaba
 8      I.    34|           cualquiera sospecha que desto le venga. Y no parece sino
 9      I.    34|        que fuera mejor dar cuenta desto a Anselmo; pero ya se la
10      I.    36|      ahora en tanta desventura; y desto vos mesmo quiero que seáis
11      I.    40|        porque son todos marfuces. Desto tengo mucha pena: que quisiera
12      I.    41|     verdad, te parece a ti mucho. Desto se riyó muy de veras su
13      I.    41|  extienden a más que al dinero, y desto jamás se vee harta su codicia;
14      I.    47|        encantados. ¿Qué te parece desto, Sancho hijo?~ ~ -No 
15      I.    47|       figura proporcionada. Fuera desto, son en el estilo duros;
16      I.    48|           sería bastante disculpa desto decir que el principal intento
17      I.    48| representan. Y no tienen la culpa desto los poetas que las componen,
18     II.    Pr|         fama; y para confirmación desto, quiero que en tu buen donaire
19     II.     2|            me digas lo que acerca desto ha llegado a tus oídos:
20     II.     8|           y de ojos de cera? Y si desto no, ¿de qué están adornadas?~ ~
21     II.    11|         relación de lo que acerca desto les hubiere sucedido.~ ~ -
22     II.    14|       tierra. Y para confirmación desto, quiero también que sepáis
23     II.    17|       cerrase.~ ~ -¿Qué te parece desto, Sancho? -dijo don Quijote - . ¿
24     II.    23|           y que no me maravillase desto, porque allí estaban otras
25     II.    26|         tres cuartillos; y además desto, que luego lo desembolsó
26     II.    27|          por que le reta. Ejemplo desto tenemos en don Diego Ordóñez
27     II.    28|           para tiempos mejores, y desto están las historias llenas;
28     II.    31|          pasó en mi pueblo acerca desto de los asientos.~ ~ Apenas
29     II.    32|          que esto obra, si el que desto trata merece ser llamado
30     II.    32|           la Duquesa, que de nada desto eran sabidores, estaban
31     II.    36|      madre que la parió. No dirás desto nada a nadie, porque pon
32     II.    49|        religiosos. ¿Qué os parece desto, amigos? ¿Digo algo, o quiébrome
33     II.    56|         gusto recibieron. Después desto, cuenta la historia que
34     II.    60|      infinitos que le faltaban; y desto recibió tanta pesadumbre
35     II.    60|         asno, y que diese noticia desto a sus amigos los Niarros,
36     II.    67|         sentencia. Pero dejémonos desto, y pues ya viene la noche,
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