Parte. Capítulo

 1      I.     4|         estos príncipes que aquí estamos, que, porque no encarguemos
 2      I.     4|         y pagado; y aun creo que estamos ya tan de su parte que,
 3      I.    12|       todos los que la conocemos estamos esperando en qué ha de parar
 4      I.    18|        diamante. Mas a todo esto estamos sujetos los que profesamos
 5      I.    19|   paredes del corral, pero ahora estamos en campo raso, donde podré
 6      I.    20|        vuestra merced, ahora que estamos en paz, así Dios le saque
 7      I.    23|         el dueño, cuasi delante, estamos obligados a buscarle y volvérselos;
 8      I.    23|         que era esta donde ahora estamos, y es ansí la verdad; porque
 9      I.    31|          los caballeros andantes estamos sujetos a mucha hambre y
10      I.    37|      entrara, y de la suerte que estamos nos viera, que juzgue y
11      I.    44|        en vuestra busca, y todos estamos aquí a vuestro servicio,
12      I.    45|        gente principal como aquí estamos se mate por causas tan livianas.~ ~
13     II.     4|      sabe quién la tiene, y así, estamos en duda si saldrá o no:
14     II.     7|         merced mejor sabe, todos estamos sujetos a la muerte, y que
15     II.    11|         descaecimiento es éste? ¿Estamos aquí, o en Francia? Mas
16     II.    23|        de la Mancha, que los que estamos en estas soledades encantados
17     II.    23|        mí bien hacer eso, porque estamos todos obligados a tener
18     II.    23|        vuestra merced, ahora que estamos en paz: ¿cómo o en qué conoció
19     II.    28|          la presente hora en que estamos.~ ~ -Pues ¿qué tanto ha,
20     II.    31| respondió la dueña - , ¡medradas estamos! Andad, hermano, mucho de
21     II.    31|         las dueñas desta casa no estamos acostumbradas a semejantes
22     II.    33|          diciendo:~ ~ -Ahora que estamos solos, y que aquí no nos
23     II.    38|       quisieridísimis; que todos estamos prontos y aparejadísimos
24     II.    41|               Que me maten si no estamos ya en el lugar del fuego,
25     II.    41|   descubrirme y ver en qué parte estamos.~ ~ -No hagas tal -respondió
26     II.    47|        el mayordomo - ; que aquí estamos todos.~ ~ -¿Sería posible -
27     II.    47|          labrador.~ ~ -¡Medrados estamos! -replicó Sancho - . Adelante,
28     II.    48|       como dos pasos, dijo:~ ~ -¿Estamos seguras, señor caballero?
29     II.    49|        principales, como yo, que estamos asistentes para bien y mal
30     II.    54|          podía dar. Doquiera que estamos lloramos por España; que,
31     II.    55|         miserable trabajo en que estamos puestos los dos; que yo
32     II.    59|          de sobra.~ ~ -¡Medrados estamos con eso! -respondió Sancho - .
33     II.    62|  responder pudiese.~ ~ -¿Cuántos estamos aquí? -tornó a preguntar
34     II.    68|         noche, la soledad en que estamos, que nos convida a entremeter
35     II.    74|     merced con eso? Y ¿agora que estamos tan a pique de ser pastores,