Parte. Capítulo

 1      I.     6|        ellos, y hallaron más de cien cuerpos de libros grandes,
 2      I.    15|       entró en la Ciudad de las cien puertas iba, muy a su placer,
 3      I.    20|         medroso le tenía. Otros cien pasos serían los que anduvieron,
 4      I.    21|        me han de venir a ver de cien leguas.~ ~ -Bien parecerás -
 5      I.    25|   arrastró yeguas, y hizo otras cien mil insolencias, dignas
 6      I.    25|     locuras. Mas no hubo andado cien pasos, cuando volvió y dijo:~ ~ -
 7      I.    27|         Con esto nos contábamos cien mil niñerías y acaecimientos
 8      I.    27|    pañuelo, donde venían atados cien reales y esta sortija de
 9      I.    29|  Meótides, que está poco más de cien jornadas más acá del reino
10      I.    40|        hallé en él otro papel y cien escudos de oro, sin otra
11      I.    48|   verdad, tengo escritas más de cien hojas. Y para hacer la experiencia
12     II.     1|         que le había robado las cien doblas y la su mula la andariega.~ ~ -
13     II.     3|         Sancho hizo de aquellos cien escudos que halló en la
14     II.     3|   jumento como del gasto de los cien escudos.~ ~ Y sin esperar
15     II.     4|       pero ¿qué se hicieron los cien escudos? ¿Deshiciéronse?~ ~
16     II.     4|    maravedís cada uno, en otros cien escudos no había para pagarme
17     II.     4|      que así acomete mi señor a cien hombres armados como un
18     II.     5|    pensar si podré hallar otros cien escudos como los ya gastados,
19     II.    10|      acabada; y así, si tuviera cien lunares como el que dices,
20     II.    13|       engañado de una bolsa con cien ducados que me hallé un
21     II.    22|   paraba; y así, compraron casi cien brazas de soga, y otro día
22     II.    22|        mire bien y especule con cien ojos lo que hay allá dentro:
23     II.    22|    ellos tenían descolgadas las cien brazas de soga, y fueron
24     II.    35|       Después de haber revuelto cien mil libros~ ~ ~ ~Desta mi
25     II.    36| depararme otra maleta con otros cien escudos, como la de marras,
26     II.    46|      cordel donde venían más de cien cencerros asidos, y luego,
27     II.    49|       este vuestro acuchillador cien reales, y más habéis de
28     II.    49|        ínsula, tomad luego esos cien reales, y mañana en todo
29     II.    54|         viaje, salen con más de cien escudos de sobra, que trocados
30     II.    66|        de correr una carrera de cien pasos con pesos iguales;
31     II.    66|      Duque mi señor me hizo dar cien palos, por haber contravenido
32     II.    69|  alrededor del cual ardían casi cien hachas, puestas en sus blandones,
33     II.    69|        cera blanca sobre más de cien candeleros de plata; encima
34     II.    71|    porque la abrevies, te añado cien reales.~ ~ -¿Cuándo? -replicó