Parte. Capítulo

 1      I.    Pr|             contravenir al orden de naturaleza; que en ella cada cosa engendra
 2      I.    14|            mata, por habérsela dado naturaleza, tampoco yo merezco ser
 3      I.    22|           esclavos a los que Dios y naturaleza hizo libres. Cuanto más,
 4      I.    24|             del término que le puso naturaleza, el cual término no le puso
 5      I.    27|          quedé a pie, rendido de la naturaleza, traspasado de hambre, sin
 6      I.    28|             que si los bienes de su naturaleza igualaran a los de su fortuna,
 7      I.    33|       bienes, así los que llaman de naturaleza como los de fortuna, no
 8      I.    33|         cuanto se podía extender la naturaleza de tal piedra, y tú mesmo
 9      I.    33|         débiles arrimos de su flaca naturaleza? Mira que el que busca lo
10      I.    37|            a las mujeres, que de su naturaleza son tiernas y compasivas.
11      I.    38|             salir frío, contra toda naturaleza. Pues esperad que espere
12      I.    39|             agradecida y liberal la naturaleza que la fortuna, aunque en
13      I.    46|           mi presencia, monstruo de naturaleza, depositario de mentiras,
14      I.    49|             trato que pide la común naturaleza, y como a inventores de
15      I.    50|          que el arte, imitando a la naturaleza, parece que allí la vence.
16      I.    51|        partes con que el cielo y la naturaleza la habían enriquecido. Siendo
17     II.    10|         porque ninguna cosa puso la naturaleza en Dulcinea que no fuese
18     II.    16|             fue en los bienes de la naturaleza, en los de la fortuna, en
19     II.    16|            arte no se aventaja a la naturaleza, sino perficiónala; así
20     II.    16| perficiónala; así que, mezcladas la naturaleza y el arte, y el arte con
21     II.    16|           el arte, y el arte con la naturaleza, sacarán un perfetísimo
22     II.    19|           bienes de fortuna como de naturaleza; pues si va a decir las
23     II.    20|      contrapeso y carga que puso la naturaleza y la costumbre a los señores.
24     II.    23|            prado que puede criar la naturaleza, ni imaginar la más discreta
25     II.    30|           decir que esto que llaman naturaleza es como un alcaller que
26     II.    38|          pudo subir más de punto la naturaleza. ¡Pues digamos agora que
27     II.    42|  corresponderás a lo que debes a la naturaleza bien concertada.~ ~Si trujeres
28     II.    42|         condiciones de la depravada naturaleza nuestra, y en todo cuanto
29     II.    44|           otra alguna, me arrojó la naturaleza al mundo. Llore o cante,
30     II.    47|            fortuna, ni en los de la naturaleza; porque, para decir la verdad,
31     II.    49|            hueso, y han de dar a la naturaleza lo que naturalmente les
32     II.    58|            si estuviese obligada la naturaleza a dar señales de las venideras
33     II.    68|          Cumplió don Quijote con la naturaleza durmiendo el primer sueño,
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