Parte. Capítulo

 1      I.     3|         suyas y, sin pedirle la costa de la posada, le dejó ir
 2      I.    10|      saber agora si tiene mucha costa el hacelle.~ ~ -Con menos
 3      I.    17|  intención, aunque había sido a costa de sus acostumbrados fiadores,
 4      I.    27|         veía que había de ser a costa de mi salud. Pero a los
 5      I.    34|      con él hasta el día, tan a costa de mi crédito, cuanto le
 6      I.    40| tratante en Tetuán y en aquella costa; y que, siendo él señor
 7      I.    41|       de Sargel, que en aquella costa cae sesenta millas de Argel;
 8      I.    41|         que la caballería de la costa había de venir luego a ver
 9      I.    41|    nosotros la caballería de la costa. Y no nos engañó nuestro
10      I.    41|        toda la gente de aquella costa está hecha a ver a los unos
11      I.    42|        trabajos, aunque fuera a costa de los míos! ¡Oh, quién
12      I.    52|        a quien dio felice fin a costa de su sudor~ ~ General gusto
13      I.    52|      noticia que lo ha hecho, a costa de muchas vigilias y mucho
14     II.    De|         para mí alguna ayuda de costa. Respondióme que ni por
15     II.     5|      pues lo podía hacer a poca costa y no más de quererlo, claro
16     II.    13|        gustosa cuando se hace a costa ajena.~ ~ -Real y verdaderamente -
17     II.    22|         se refociló tres días a costa de los novios, de los cuales
18     II.    24|          que él ha labrado a su costa; pero, con todo, aunque
19     II.    25|        el precio, y con sola la costa me daré por bien pagado;
20     II.    25|       bebe más que doce, todo a costa de su lengua, y de su mono,
21     II.    25|         mal pasar, aunque sea a costa de sus herederos.~ ~ -Ahora
22     II.    26|      paz y en buena compañía, a costa de don Quijote, que era
23     II.    42|        y si le tuvieren, será a costa de tu crédito, y aún de
24     II.    51|       los guardas, una ayuda de costa que te sobrelleve los trabajos
25     II.    54|       los tales gobiernos son a costa de perder el descanso y
26     II.    55|  llevaron sogas y maromas, y, a costa de mucha gente y de mucho
27     II.    63|      qué brevedad y cuán a poca costa os podíades vos, si quisiésedes,
28     II.    63|        hay bajel de remos en la costa, por la banda del Poniente.~ ~
29     II.    63|   primero quisieron barrer esta costa y hacer alguna presa, si
30     II.    63|        hubiese galeras por esta costa, los tomasen. Anoche descubrimos
31     II.    70|    Dulcinea, que había de ser a costa de las posaderas de Sancho.
32     II.    72|     modo que la pasada noche, a costa de las cortezas de las hayas,
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