Parte. Capítulo

 1      I.     4|       que ha menester mi favor y ayuda.~ ~ Y volviendo las riendas,
 2      I.     7|        caerá mejor, y aun Dios y ayuda.~ ~ -Encomiéndalo tú a Dios,
 3      I.    13|        la suerte me deparare, en ayuda de los flacos y menesterosos.~ ~
 4      I.    15|         a tu sabor; que si en su ayuda y defensa acudieren caballeros,
 5      I.    18|        parte a quien yo diere mi ayuda.~ ~ Y diciendo esto, puso
 6      I.    18|       que he menester tu favor y ayuda; llégate a mí y mira cuantas
 7      I.    20|       calzones se sostenían, sin ayuda de otra alguna, y, en quitándosela,
 8      I.    29| desmayada esperanza; que, con el ayuda de Dios y la de mi brazo,
 9      I.    30|           a quien pienso, con el ayuda de Dios y de mi brazo, tajar
10      I.    31|     mayor la que me vendrá de su ayuda de vuestra merced, a quien
11      I.    35|          que os di, pues, con el ayuda del alto Dios y con el favor
12      I.    37|      diese la necesaria y debida ayuda, digo que no supo ni sabe
13      I.    49|          y necesitados que de mi ayuda y amparo deben tener a la
14      I.    52|   entonces os prometo mi favor y ayuda, como me obliga mi profesión,
15     II.    De|        había dado para mí alguna ayuda de costa. Respondióme que
16     II.    22|       menester yo andar buscando ayuda de vecinos.~ ~ -Más has
17     II.    26|           parecióle ser bien dar ayuda a los que huían, y levantándose
18     II.    26|     caballero andante, quise dar ayuda y favor a los que huían,
19     II.    26|        proseguir su camino, para ayuda del cual le dio don Quijote
20     II.    29|          y adonde es menester su ayuda; así que ¡oh Sancho! este
21     II.    34|           y más vale al que Dios ayuda que al que mucho madruga,
22     II.    34|      quiero decir que si Dios me ayuda, y yo hago lo que debo con
23     II.    36|     seguridad todo amparo y toda ayuda; y asimismo le podréis decir
24     II.    39|          de ella? ¿Quién la dará ayuda? Pues aun cuando tiene la
25     II.    40|         y tal aventura; pero con ayuda de fulano su escudero, sin
26     II.    45|        ti digo ¡oh sol, con cuya ayuda el hombre engendra al hombre!
27     II.    47|         seiscientos ducados para ayuda a la dote de mi bachiller;
28     II.    47|         mi bachiller; digo, para ayuda de poner su casa, porque,
29     II.    51|       ellos, si los guardas, una ayuda de costa que te sobrelleve
30     II.    52|     echando en una alcancía para ayuda a su ajuar; pero ahora que
31     II.    55|          posible salir della sin ayuda de nadie; pero todas las
32     II.    74|         de volver mi muerte, con ayuda del cielo, en mi provecho.
Best viewed with any browser at 800x600 or 768x1024 on Tablet PC
IntraText® (VA2) - Some rights reserved by EuloTech SRL - 1996-2010. Content in this page is licensed under a Creative Commons License