Parte. Capítulo

 1      I.     8|        no se dejara caer de la mula, él le hiciera venir al
 2      I.     8|        al castillo de su buena mula, y comenzó a correr por
 3      I.     8|  aunque quisiera apearse de la mula, que, por ser de las malas
 4      I.     8|  almohada, sin poder rodear la mula a una ni a otra parte; que
 5      I.     9|      otro de la almohada, y la mula del vizcaíno tan al vivo,
 6      I.     9|     dar muestras de caer de la mula abajo, de donde cayera,
 7      I.     9|   luego soltó los brazos, y la mula, espantada del terrible
 8      I.    19|    como pedís.~ ~ Y picando la mula, pasó adelante. Sintióse
 9      I.    19|    todos en batalla.~ ~ Era la mula asombradiza, y al tomarla
10      I.    19|      al primero que derribó la mula, a cuya luz le pudo ver
11      I.    19|        a salir de debajo desta mula, que me tiene tomada una
12      I.    19| bachiller de la opresión de la mula, y, poniéndole encima della,
13      I.    23|        y picada de grajos, una mula ensillada y enfrenada; todo
14      I.    23|        huía era el dueño de la mula y del cojín.~ ~ Estándola
15      I.    23|   Apostaré que está mirando la mula de alquiler que está muerta
16      I.    23|      caballero sobre esa mesma mula que ahí está muerta, y con
17      I.    27|        herreruelo, subió en su mula a mujeriegas, y el Barbero
18      I.    27|       Entré secreto y dejé una mula en que venía en casa del
19      I.    27|    aquel donde había dejado la mula; hice que me la ensillase,
20      I.    27|        de la hambre se cayó mi mula muerta, o, lo que yo más
21      I.    29|        puesto Dorotea sobre la mula del Cura, y el barbero se
22      I.    29|       escudero se arrojó de la mula y fue a tomar en los brazos
23      I.    29|      los dos la subieron en la mula; luego subió don Quijote
24      I.    29|  vuestra merced la silla de su mula; que él podrá acomodarse
25      I.    29|       las ancas el Barbero, la mula, que, en efeto, era de alquiler,
26      I.    30|        tomar las riendas de la mula de Dorotea, y haciéndola
27     II.     1|        las cien doblas y la su mula la andariega.~ ~ -No 
28     II.    48|      las ancas de una poderosa mula, negra como el mismo azabache!
29     II.    48|        volvió las riendas a la mula, dando señal de volver a
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