Parte. Capítulo

 1      I.     4|          no lo pudo hacer cuando sano y bueno, ¿cómo lo haría
 2      I.     5|          de agua fría, y quedaba sano y sosegado, diciendo que
 3      I.    10|      dicho, y verásme quedar más sano que una manzana.~ ~ -Si
 4      I.    17| quebrantamiento, que se tuvo por sano, y verdaderamente creyó
 5      I.    17|      dicho, se sintió aliviado y sano, quiso partirse luego a
 6      I.    20|          sacaba de aquel peligro sano y salvo y sin cautela, se
 7      I.    20|  aventuras que le sucedieren tan sano y salvo como le ha sacado
 8      I.    29|  escudero tan bien barbado y tan sano como de antes, de que se
 9      I.    38|     piadoso le guarde y conserve sano y vivo, podrá ser que se
10      I.    39|       dieron. Ninguno cautivaron sano de trecientos que quedaron
11     II.    Pr|   aquella facción prodigiosa que sano ahora de mis heridas sin
12     II.    Pr|         loco, y no le dejó hueso sano; y a cada palo que le daba,
13     II.     1|     volverme mi juicio: ya estoy sano y cuerdo; que acerca del
14     II.     1|          quién era el que se iba sano y cuerdo. El licenciado
15     II.     1|          adelante. ¿Tú libre, tú sano, tú cuerdo, y yo loco, y
16     II.     2|          ni a mí nos dejan hueso sano.~ ~ -Mira, Sancho -dijo
17     II.     5|       Juan Tocho, mozo rollizo y sano, y que le conocemos, y 
18     II.     7|         escuelas salmanticenses, sano de su persona, ágil de sus
19     II.    10|     palos, y no os dejasen hueso sano? En verdad que tendrían
20     II.    10|      hacer el nueso, y serles ha sano.~ ~ -Levántate, Sancho -
21     II.    15|       nosotros cuerdos, él se va sano y riendo; vuesa merced queda
22     II.    19|      mesmo punto; tal se acuesta sano la noche, que no se puede
23     II.    22|          vez, y te vuelva libre, sano y sin cautela a la luz desta
24     II.    28|    feridas; pero como le hallase sano de los pies a la cabeza,
25     II.    38|          hieren en ella, dejando sano el vestido. Y otra vez cantó:~ ~ ...
26     II.    52|       que estando ya don Quijote sano de sus aruños, le pareció
27     II.    55|       aliento, por ver si estaba sano, o agujereado por alguna
28     II.    65|         podrido, volvió limpio y sano con la penitencia y el arrepentimiento.~ ~
Best viewed with any browser at 800x600 or 768x1024 on Tablet PC
IntraText® (VA2) - Some rights reserved by EuloTech SRL - 1996-2010. Content in this page is licensed under a Creative Commons License