Parte. Capítulo

 1      I.     1|   veinte, y un mozo de campo y plaza, que así ensillaba el rocín
 2      I.    22|        me viera en mitad de la plaza de Zocodover, de Toledo,
 3      I.    28|      la paciencia y salieron a plaza mis secretos pensamientos.
 4      I.    33|        efeto, él ha de salir a plaza, quiero que sea en la del
 5      I.    34|    Fortuna su rueda, y salió a plaza la maldad con tanto artificio
 6      I.    39|    donde quise ir a asentar mi plaza al Piamonte; y estando ya
 7      I.    51|     gran álamo está en nuestra plaza, y allí nos tenía a todos
 8      I.    51|        que tenía la vista a la plaza. Enamoróla el oropel de
 9      I.    52|        gente estaba toda en la plaza, por mitad de la cual atravesó
10     II.    Pr|        de un mes no salió a la plaza; al cabo del cual tiempo
11     II.    13|    buena lanzada al toro en la plaza, o cuando alguna persona
12     II.    16|     albarda, habiendo sacado a plaza la risa de la profunda malencolía
13     II.    17|        en la mitad de una gran plaza, dar una lanzada con felice
14     II.    24|        aquí, donde asentaré mi plaza, y no faltarán bagajes en
15     II.    25| faltaba, cuando, estando en la plaza el regidor perdidoso, otro
16     II.    38|      pero antes que salga a la plaza de vuestros oídos (por no
17     II.    51|   quince días no entrase en la plaza. Hanme dicho que lo hice
18     II.    52|        días; y el campo, en la plaza de aquel castillo; y las
19     II.    52|       trabaje. La fuente de la plaza se secó; un rayo cayó en
20     II.    53|      defensivas, y salga a esa plaza, y sea nuestra guía y nuestro
21     II.    56|        Duque que delante de la plaza del castillo se hiciese
22     II.    56|      asomó por una parte de la plaza, sobre un poderoso caballo,
23     II.    56|        le encontrase. Paseó la plaza, y llegando donde las dueñas
24     II.    56|      se había presentado en la plaza, y junto con Tosilos habló
25     II.    56|        Duque había bajado a la plaza del castillo, y llegándose
26     II.    57|       se presentó armado en la plaza del castillo. Mirábanle
27     II.    59|    Zaragoza, y así sacaré a la plaza del mundo la mentira dese
28     II.    62|     sin su perjuicio, sacase a plaza sus locuras; porque no son