Parte. Capítulo

 1      I.    23|        hallamos.~ ~ -También la hallé yo -respondió el cabrero - ;
 2      I.    23|       Sancho - ; que también la hallé yo, y no quise llegar a
 3      I.    24|       aposento donde estaba, le hallé con una carta abierta en
 4      I.    27|       la tuviese tan buena, que hallé a Luscinda puesta a la reja,
 5      I.    27|        me levanté sin hambre, y hallé junto a mí a unos cabreros,
 6      I.    28|      silencio y encierro, me le hallé delante, cuya vista me turbó
 7      I.    28|       que entré en ellas, donde hallé un ganadero que me llevó
 8      I.    28|    trabajos da los remedios, no hallé derrumbadero ni barranco
 9      I.    28|        despenar al amo, como le hallé para el criado, y así, tuve
10      I.    29|          Dorotea, soy el que me hallé presente a las sinrazones
11      I.    30|  memoria donde yo la escribí le hallé en mi poder a cabo de dos
12      I.    31|    cautivo caballero.~ ~ -No la hallé -respondió Sancho - sino
13      I.    31|    lamentables voces sonaban, y hallé atado a una encina a este
14      I.    39|         Digo, en fin, que yo me hallé en aquella felicísima jornada,
15      I.    39|         me siguiesen, y así, me hallé solo entre mis enemigos,
16      I.    40|  dejaron caer. Desaté el nudo y hallé cuarenta escudos de oro
17      I.    40|    Dejáronla caer, y alcé yo, y hallé en el paño, en toda suerte
18      I.    40|         mí la caña y el lienzo; hallé en él otro papel y cien
19     II.    13|         con cien ducados que me hallé un día en el corazón de
20     II.    23|      cómo no, desperté dél y me hallé en la mitad del más bello,
21     II.    31|       de un ángel, que yo no me hallé presente, que había ido
22     II.    32|       para esta tercera salida, hallé otra de la que buscaba:
23     II.    51|   merced me lo aconseja, y ayer hallé una tendera que vendía avellanas
24     II.    52|      escoger al monte, y no las hallé más mayores; yo quisiera
25     II.    54|        hija y mi cuñado?~ ~ -Sí hallé -respondió Sancho - , y
26     II.    55|         dejé la ínsula, como la hallé: con las mismas calles,
27     II.    63|         que dejé escondidas. No hallé a mi hija; hallé el tesoro,
28     II.    63| escondidas. No hallé a mi hija; hallé el tesoro, que conmigo traigo,