Parte. Capítulo

 1      I.     3|    heridos, que tales los vieron, comenzaron desde lejos a llover piedras
 2      I.     8|       viento, y las grandes aspas comenzaron a moverse, lo cual visto
 3      I.    11|     livianas cortezas, con que se comenzaron a cubrir las casas, sobre
 4      I.    13|        lugar del entierro, y así, comenzaron a caminar todos juntos.~ ~
 5      I.    15|      cogiendo a los dos en medio, comenzaron a menudear sobre ellos con
 6      I.    16|          abrazó con Maritornes, y comenzaron entre los dos la más reñida
 7      I.    17|      Sancho en mitad de la manta, comenzaron a levantarle en alto, y
 8      I.    18|         desciñéronse las hondas y comenzaron a saludalle los oídos con
 9      I.    19|     momento dejaron la refriega y comenzaron a correr por aquel campo,
10      I.    20|          que de la cena quedaron, comenzaron a caminar por el prado arriba
11      I.    22| compañeros, y apartándose aparte, comenzaron a llover tantas piedras
12      I.    28|          a una y a otra parte, se comenzaron a descoger y desparcir unos
13      I.    28|    imaginación, y, sobre todo, me comenzaron a hacer fuerza y a inclinarme
14      I.    36|         presentes estaban; porque comenzaron a derramar tantas, los unos
15      I.    41|   juntando su rostro con el suyo, comenzaron los dos tan tierno llanto,
16      I.    44|          con los puños; y así, le comenzaron a dar tal mano, que el pobre
17     II.     6|           mantienen en el ser que comenzaron; otros, que aunque tuvieron
18     II.     6|         pacíficamente. De los que comenzaron grandes y acabaron en punta
19     II.     8|         comienzan, como las otras comenzaron en los campos de Montiel,
20     II.    20|       Quiteria.~ ~ De allí a poco comenzaron a entrar por diversas partes
21     II.    21|          curiosos, en altas voces comenzaron a decir:~ ~ -¡Milagro, milagro!~ ~
22     II.    34|          se cerró más la noche, y comenzaron a discurrir muchas luces
23     II.    38|     Detrás de los tristes músicos comenzaron a entrar por el jardín adelante
24     II.    54|           las voces todos juntos, comenzaron a cantar en su lengua lo
25     II.    54|        competir con las cinco.~ ~ Comenzaron a comer con grandísimo gusto
26     II.    61|       suaves y belicosos acentos. Comenzaron a moverse y a hacer modo
27     II.    61|        los demás que los seguían, comenzaron a hacer un revuelto caracol
28     II.    74|           su escudero, los cuales comenzaron a llorar tiernamente, como
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