Parte. Capítulo

 1      I.     8|  trataban a su compañero, puso piernas al castillo de su buena
 2      I.    17|     don Quijote.~ ~ Y poniendo piernas a Rocinante y terciando
 3      I.    20|       y, por más que ponía las piernas al caballo, menos le podía
 4      I.    20|            Tornóle a poner las piernas, y él tornó a dar saltos
 5      I.    20|        la vista, por entre las piernas de Rocinante, por ver si
 6      I.    22|        ir vos solo, rabo entre piernas, con toda la cadena a cuestas.~ ~
 7      I.    23|       los pies descalzos y las piernas sin cosa alguna; los muslos
 8      I.    27|      palabras, temblándome las piernas, de manera que apenas podía
 9      I.    31| Quijote y, abrazándole por las piernas, comenzó a llorar muy de
10      I.    35|    tenía seis dedos menos; las piernas eran muy largas y flacas,
11     II.     4|        el caballo de entre las piernas aquel famoso ladrón llamado
12     II.     6|        a cada uno le sirven de piernas dos grandísimas torres,
13     II.     8|    mortajas, de cabelleras, de piernas y de ojos de cera? Y si
14     II.     8|    pinturas, cabelleras, ojos, piernas, con que aumentan la devoción
15     II.    25|     Quijote, y abrazándole las piernas, dijo:~ ~ -Estas piernas
16     II.    25|       piernas, dijo:~ ~ -Estas piernas abrazo, bien así como si
17     II.    27|        el caballo de entre las piernas, y después le cobró Sancho
18     II.    38|   decía:~ ~ -Ante estos pies y piernas me arrojo ¡oh caballero
19     II.    41|    estribos, y le colgaban las piernas, no parecía sino figura
20     II.    43|        postrero, ni lleves las piernas tiesas y tiradas y desviadas
21     II.    48|   fuentes que tiene en las dos piernas, por donde se desagua todo
22     II.    50|        calzarse, que estaba en piernas y desgreñada, saltó delante
23     II.    57|          Y unas ligas, de unas piernas~ ~ ~ ~Que al mármol puro
24     II.    60|    estaban llenos de pies y de piernas humanas. Tentólos don Quijote,
25     II.    60|     miedo, porque estos pies y piernas que tientas y no vees sin
26     II.    63|       miedo, la puso entre las piernas. No las tuvo todas consigo