Cap.,  N.

 1   Intro,    2     |                                    2. La Iglesia, confortada
 2   Intro,    2(5)  |            Apost. Marialis cultus (2 de febrero de 1974): AAS
 3   Intro,    3     |           Sión » (cf. So 3, 14; Za 2, 14) al plan salvífico que
 4   Intro,    3(7)  |                 Cf. Enseñanzas, VI/2 (1983), 225 s., Pío IX,
 5       1,    8     |          misma vida en Cristo (cf. 2 P 1, 4): es la salvación
 6       1,    8(21) |     Virginis Matris, Homilía III , 2-3: S. Bernardi Opera, IV,
 7       1           |                                    2. Feliz la que ha creído~ ~
 8       1,   13     |          Rom 16, 26; cf. Rom 1, 5; 2 Cor 10, 5-6), por la que
 9       1,   16     |         presentarle al Señor » (Lc 2, 22) El nacimiento se había
10       1,   16     |            en un pesebre » (cf. Lc 2, 7).~Un hombre justo y piadoso,
11       1,   16     |          el Espíritu Santo (cf. Lc 2, 25-27), confirman la verdad
12       1,   16     |          nombre de Jesús » (cf. Lc 2, 21). El discurso de Simeón
13       1,   16     |          de tu pueblo Israel » (Lc 2, 30-32). Al mismo tiempo,
14       1,   16     |          te atravesará el alma (Lc 2, 34-35). Las palabras de
15       1,   16     |         Magos del Oriente? (cf. Mt 2, 1-12). Al mismo tiempo,
16       1,   16     |       Señal de contradicción » (Lc 2, 34). El anuncio de Simeón
17       1,   16     |         ofrecer unos dones (cf. Mt 2, 11), María con el niño
18       1,   16     |        niño para matarlo » (cf. Mt 2, 13). Y hasta la muerte
19       1,   16     |       permanecer en Egipto (cf. Mt 2, 15).~ ~
20       1,   17     |            cf. Mt 11, 26-27; 1 Cor 2, 11). Pero si desde el momento
21       1,   17     |            eterno « hoy » (cf. Sal 2, 7), María, la Madre, está
22       1,   17     |         vivía sujeto a ellos » (Lc 2, 51): sujeto a María y también
23       1,   17     |           y ante los hombres » (Lc 2, 52). Se manifestaba cada
24       1,   17     |        respuesta que les dio » (Lc 2, 48-50) Por lo tanto, Jesús
25       1,   18     |          muerte de cruz » (cf. Flp 2, 5-8). A los pies de la
26       1,   20     |          cosas del Padre » (cf. Lc 2, 49). Anunciaba el Reino: «
27       1,   20     |        corazón » (cf. Lc 1, 38.45; 2, 19. 51 ) y la cumplía totalmente
28       1,   21     |       Jesús con sus discípulos (Jn 2, 1-2). Según el texto resultaría
29       1,   21     |            sus discípulos (Jn 2, 1-2). Según el texto resultaría
30       1,   21     |            él sus discípulos » (Jn 2, 11).~María está presente
31       1,   21     |           ha llegado mi hora » (Jn 2, 3-4). En el Evangelio de
32       1,   21     |            lo que él os diga » (Jn 2, 5). Entonces Jesús ordena
33       1,   22     |             hombre también » (1 Tm 2, 5). Esta función materna
34       1,   24     |    dirigido a ella en Caná (cf. Jn 2, 4). ¿Cómo dudar que especialmente
35       1,   24(50) |    Tractatus 26, de natale Domini, 2: CCL 138, 126.~
36       2,   25     |           vez Iglesia de Dios (cf. 2 Esd 13, 1; Núm 20, 4; Dt
37       2,   25     |          maravillas de Dios » (Hch 2, 11).~ ~
38       2,   26     |         concedía expresarse » (Hch 2, 4). Desde aquel momento
39       2,   26     |  crucificado y resucitado (cf. Hch 2, 31-34; 3, 15-18; 4, 10-
40       2,   26     |          cosas en su corazón » (Lc 2, 19; cf. Lc 2, 51).~Pero
41       2,   26     |        corazón » (Lc 2, 19; cf. Lc 2, 51).~Pero en la Iglesia
42       2,   28     |          herencia los pueblos (Sal 2, 8), al que el Padre ha
43       2           |                                    2. El camino de la Iglesia
44       2,   30     |         que Jesús les diga (cf. Jn 2, 5), podrán caminar juntos
45       2,   30     |          dice a las Iglesias » (Ap 2, 7. 11. 17).~Entre tanto
46       2,   36(90) |      divina revelación Dei Verbum, 2.~
47       2,   37(91) |        carne Christi, 17, 4-6: CCL 2, 904 s.~
48       2,   37(92) |           Epifanio, Panarion, III, 2;Haer. 78, 18: PG 42, 727-
49       3,   38     |          rescate por todos » (1 Tm 2, 5-6). « La misión maternal
50       3,   38(96) |           oct. Assumptionis Sermo, 2: S. Bernardi Opera, V, 1968,
51       3,   39     |          el Evangelio de Juan (cf. 2, 1-12; 19, 25-27), que ya
52       3,   41(107)|            Dormitionem, I, 11; II, 2, 14: S. Ch. 80, 111 s.;
53       3,   41(107)| Assumptione Beatae Mariae Sermo, 1-2: S Bernardi Opera, V, 1968,
54       3,   41(110)|         oct. Assumptionis Sermo, 1-2: S. Bernardi Opera, V, 1968,
55       3,   41     |     exaltado por el Padre (cf. Flp 2, 8-9), entró en la gloria
56       3,   41(115)|            Hom. in Dormitionem, I, 2, 12, 14; II, 11; III, 4:
57       3           |                                    2. María en la vida de la
58       3,   42(120)|            Sancta Virginitate, II, 2; V, 5; VI, 6: PL 40, 397;
59       3,   43     |         paulinas (cf. Ef 5, 21-33; 2 Co 11, 2) y de la expresión
60       3,   43     |          cf. Ef 5, 21-33; 2 Co 11, 2) y de la expresión joánica «
61       3,   43     |            Dios (cf. Mt 19, 11-12; 2 Cor 11, 2). Precisamente
62       3,   43     |            Mt 19, 11-12; 2 Cor 11, 2). Precisamente esta virginidad,
63       3,   43     |     meditaba en su corazón (cf. Lc 2, 19. 51) todo lo relacionado
64       3,   48(141)|          Cart. Enc. Ad diem illum (2 de febrero de 1904), con
65 Conclus,   51     |          la naturaleza divina (cf. 2 P 1, 4), se puede afirmar
66 Conclus,   51(147)|      divina revelación Dei Verbum, 2: « Por esta revelación Dios