Cap.,  N.

 1   Intro,    1     |          activa y ejemplar en la vida de la Iglesia. Pues, son
 2   Intro,    1     |        no perezca sino que tenga vida eterna » (Jn 3, 16). Esta
 3   Intro,    5     |          pues ... engendra a una vida nueva e inmortal a los hijos
 4       1,    8     |     tiene la propia fuente en la vida trinitaria de Dios mismo,
 5       1,    8     |        participación de su misma vida en Cristo (cf. 2 P 1, 4):
 6       1,    8     |        en la participación de la vida sobrenatural. El efecto
 7       1,    9     |         hace de sí mismo y de su vida en cierto modo a toda la
 8       1,   10     |          divina, María recibe la vida de aquel al que ella misma
 9       1,   10     |         al que ella misma dio la vida como madre, en el orden
10       1,   10     |          Y dado que esta « nueva vida » María la recibe con una
11       1,   13(30) |         recibió, por medio de la vida, la vida ... Ya que era
12       1,   13(30) |         por medio de la vida, la vida ... Ya que era conveniente
13       1,   16     |    embargo, ya al comienzo de su vida, el Hijo de María —y con
14       1,   17     |  comienza el largo período de la vida oculta. La que « ha creído
15       1,   17     |         ángel. ~A lo largo de la vida oculta de Jesús en la casa
16       1,   17     |      casa de Nazaret, también la vida de María está « oculta con
17       1,   17     |     luego durante los años de su vida oculta en Nazaret, donde «
18       1,   17     |         sucedió a lo largo de la vida pública de Cristo (cf. Mc
19       1,   19     |       vino por Eva, por María la vida ».42~Con razón, pues, en
20       1,   20     |      Nazaret y dio comienzo a su vida pública en Palestina, ya
21       1,   20     |         cumplía totalmente en su vida. Podemos afirmar, por lo
22       1,   21     |          Jesús al comienzo de su vida pública: « Se celebraba
23       1,   21     |          y medidas pesa sobre su vida. Precisamente como había
24       1,   22     |         en la restauración de la vida sobrenatural de las almas ».45 «
25       2,   26     |        infancia de Jesús y de su vida oculta en Nazaret, cuando «
26       2,   26     |         través de los años de su vida oculta en Nazaret; lo siguió
27       2,   33     |    gloria: aquella que, desde su vida terrena, poseyendo la ciencia
28       3,   39     |      participación materna en la vida de Jesucristo, su Hijo,
29       3,   39     |          la restauración de la « vida sobrenatural de las almas »,102
30       3,   39     |          plenitud de gracia y de vida sobrenatural, estaba particularmente
31       3,   41     |       terminado el decurso de su vida terrena, fue asunta en cuerpo
32       3,   41     |      Señor » fue durante toda su vida terrena fiel a lo que este
33       3,   41     |         sino a servir y a dar su vida como rescate por muchos » (
34       3           |                   2. María en la vida de la Iglesia y de cada
35       3,   42     |         la Madre de Cristo en la vida de la Iglesia. « La Bienaventurada
36       3,   43     |        bautismo engendra para la vida nueva e inmortal a los hijos
37       3,   43     |    Iglesia ver el misterio de su vida y de su misión a ejemplo
38       3,   43     |          la familia humana a una vida nueva en Cristo. Porque,
39       3,   44     |    engendrar a los hombres a una vida nueva e inmortal: es su
40       3,   44     |          el lugar de María en la vida de los discípulos de Cristo
41       3,   45     |          dimensión mariana de la vida de los discípulos de Cristo;
42       3,   45     |          dimensión mariana de la vida de un discípulo de Cristo
43       3,   45     |         en todo el espacio de su vida interior, es decir, en su «
44       3,   45(130)|         más bien una comunión de vida que se establece entre los
45       3,   46     |        el Camino, la Verdad y la Vida » (Jn 4, 6); es él a quien
46       3,   46     |          perezca, sino que tenga vida eterna » (Jn 3, 16). La
47       3,   46     |          dimensión mariana en la vida cristiana adquiere un acento
48       3,   47     | nacimiento y al desarrollo de la vida divina en las almas de los
49       3,   47     |   Iglesia, a lo largo de toda su vida, mantiene con la Madre de
50       3,   48     |        de fe, sino también de la vida de fe y, por tanto, de la
51 Conclus,   52     |             entre la muerte y la vida. Es también un constante
52 Conclus,   52     |   problemas que acompañan hoy la vida de los individuos, de las