Cap.,  N.

 1       1,    8|       Fruto de este amor es la elección, de la que habla la Carta
 2       1,    8|         Por parte de Dios esta elección es la eterna voluntad de
 3       1,    8|   eterno, de esta gracia de la elección del hombre, es como un germen
 4       1,    9|        refieren ante todo a la elección de María como Madre del
 5       1,    9|       Madre de Cristo. Si esta elección es fundamental para el cumplimiento
 6       1,    9| respecto a la humanidad, si la elección eterna en Cristo y la destinación
 7       1,    9|        a todos los hombres, la elección de María es del todo excepcional
 8       1,   11|   inmutable e inviolable de la elección por parte de Dios, de la
 9       1,   11|  adoptivos » (Ef 1, 4.5). Esta elección es más fuerte que toda experiencia
10       3,   38|  Siendo María, en virtud de la elección divina, la Madre del Hijo
11       3,   39|      da su consentimiento a la elección de Dios, para ser la Madre
12       3,   39|    virginidad. María aceptó la elección para Madre del Hijo de Dios,
13       3,   39|        de la Encarnación. Esta elección suya al sumo cometido y