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Ioannes Paulus PP. II
Redemptoris Mater

IntraText - Concordancias

hijo
    Cap.,  N.
1 Intro, 1 | tiempos, envió Dios a su Hijo, nacido de mujer, nacido 2 Intro, 1 | corazones el Espíritu de su Hijo que clama: ¡Abbá, Padre! » ( 3 Intro, 1 | del Padre, la misión del Hijo, el don del Espíritu, la 4 Intro, 1 | cual el Padre envió a su Hijo « para que todo el que crea 5 Intro, 1(2) | es el acontecimiento del Hijo de Dios quien revela que 6 Intro, 2 | fielmente la unión con su Hijo hasta la Cruz ».4 Tomo estas 7 Intro, 4 | al mundo a Jesucristo, el Hijo de Dios consubstancial al 8 Intro, 4 | consubstancial al Padre.9 « El Hijo de Dios... nacido de la 9 Intro, 5 | paulinas) a la verdad de que el Hijo de Dios « por obra del Espíritu 10 Intro, 6 | pertenece a la Madre del Hijo de Dios; glorificada junto 11 Intro, 6 | Dios; glorificada junto al Hijo en los cielos, María ha 12 Intro, 6 | porque ella « dio a luz al Hijo, a quien Dios constituyó 13 1, 7 | concebirá y dará a luz un Hijo cuyo nombre será Emmanuel », 14 1, 7 | en que Dios « envió a su Hijo, nacido de mujer, ... para 15 1, 7 | adoptiva ». La venida del Hijo de Dios al mundo es el acontecimiento 16 1, 8 | Espíritu Santo, une al Padre el Hijo consubstancial. Al mismo 17 1, 8 | elegido » como Madre de su Hijo en la Encarnación, y junto 18 1, 8 | el Padre la ha elegido el Hijo, confiándola eternamente 19 1, 8 | Amado »eternamente, en este Hijo consubstancial al Padre, 20 1, 9 | de María como Madre del Hijo de Dios. Pero, al mismo 21 1, 9 | seno y vas a dar a luz un Hijo, a quien pondrás por nombre 22 1, 9 | será grande y será llamado Hijo del Altísimo » (Lc 1, 30- 23 1, 9 | será santo y será llamado Hijo de Dios » (Lc 1, 35). ~Por 24 1, 9 | la unión hipostática del Hijo de Dios con la naturaleza 25 1, 9 | María es « Madre de Dios Hijo y, por tanto, la hija predilecta 26 1, 10 | redentores del que sería su Hijo, María ha sido preservada 27 1, 10 | inicio en el « Amado », el Hijo del eterno Padre, que mediante 28 1, 10 | convertido en su propio Hijo. Por eso, por obra del Espíritu 29 1, 10 | San Bernardo: « hija de tu Hijo ».27 Y dado que esta « nueva 30 1, 10 | corresponde al amor del Hijo a la Madre y, por consiguiente, 31 1, 11 | 15). Viene al mundo un Hijo, el « linaje de la mujer » 32 1, 11 | protoevangelio, la victoria del Hijo de la mujer no sucederá 33 1, 12 | de su marido Zacarías un hijo, por el poder de Dios: « 34 1, 12 | pariente, ha concebido un hijo en su vejez, y este es ya 35 1, 12 | testimonio participa también el hijo que Isabel lleva en su seno: « 36 1, 13 | seno y vas a dar a luz un hijo » (Lc 1, 31). Acogiendo 37 1, 13 | consonancia con las palabras del Hijo que, según la Carta a los 38 1, 13 | cumplimiento del deseo de su Hijo. María ha pronunciado este 39 1, 13 | persona y a la obra de su Hijo ».34 Y este Hijo —como enseñan 40 1, 13 | obra de su Hijo ».34 Y este Hijo —como enseñan los Padres— 41 1, 13 | Zacarías como Madre del Hijo de Dios. Es el descubrimiento 42 1, 14 | convertiría en la Madre del Hijo de Dios según la revelación 43 1, 14 | será santo y será llamado Hijo de Dios » (Lc 1, 35).~Sin 44 1, 15 | anunciación siente hablar del Hijo del que será madre y al 45 1, 15 | grande tanto por el nombre de Hijo del Altísimo como por asumir 46 1, 16 | alojamiento », dio a luz a su hijo en un establo y «le acostó 47 1, 16 | comienzo de su vida, el Hijo de María —y con él su Madre— 48 1, 16 | histórica en la cual el Hijo cumplirá su misión, es decir 49 1, 17 | Diariamente junto a ella está el Hijo a quien ha puesto por nombre 50 1, 17 | sido llamado por el ángel « Hijo del Altísimo » (cf. Lc 1, 51 1, 17 | tanto, María sabe que el Hijo dado a luz virginalmente, 52 1, 17 | precisamente aquel « Santo », el « Hijo de Dios », del que le ha 53 1, 17 | Pues « nadie conoce bien al Hijo sino el Padre » (Mt 11, 54 1, 17 | pues, María « conocer al Hijo »? Ciertamente no lo conoce 55 1, 17 | anunciación le ha sido revelado el Hijo, que sólo el Padre conoce 56 1, 17 | contacto con la verdad de su Hijo únicamente en la fe y por 57 1, 17 | los hombres; de ahí que el Hijo de María era considerado 58 1, 17 | por las gentes como « el hijo del carpintero » (Mt 13, 59 1, 17 | 55). ~La Madre de aquel Hijo, por consiguiente, recordando 60 1, 17 | intimidad con el misterio de su Hijo, y avanzaba en su itinerario 61 1, 17 | que « nadie conoce bien al Hijo sino el Padre » (cf. Mt 62 1, 17 | Hallándose al lado del hijo, bajo un mismo techo y « 63 1, 17 | fielmente la unión con su Hijo », « avanzaba en la peregrinación 64 1, 18 | está junto a la Cruz de su Hijo (cf. Jn 19, 25). El Concilio 65 1, 18 | fielmente la unión con su Hijo hasta la Cruz »: 38 la unión 66 1, 18 | desmentido de estas palabras. Su Hijo agoniza sobre aquel madero 67 1, 18 | participa en la muerte del Hijo, en su muerte redentora; 68 1, 19 | mediante el misterio del Hijo, se aclara también el misterio 69 1, 20 | a esta maternidad JesúsHijo del Altísimo (cf. Lc 1, 70 1, 20 | 1, 32)— es un verdadero hijo del hombre. Es «carne », 71 1, 20 | convertido en la Madre del Hijo que le ha sido dado por 72 1, 20 | concepción y del nacimiento del Hijo. Desde entonces era « la 73 1, 20 | su espíritu la misión del Hijo, ella misma como Madre se 74 1, 20 | constituir su « papel » junto al Hijo. ¿No había dicho desde el 75 1, 20 | primera « discípula » de su Hijo, la primera a la cual parecía 76 1, 21 | presencia en aquella fiesta: el Hijo parece que fue invitado 77 1, 21 | el poder mesiánico de su Hijo. He aquí que: « como faltaba 78 1, 21 | por el Padre, en el que el Hijo realiza su obra y debe ser 79 1, 21 | María se pone entre su Hijo y los hombres en la realidad 80 1, 21 | de »— hacer presente al Hijo las necesidades de los hombres. 81 1, 21 | manifieste el poder mesiánico del Hijo, es decir su poder salvífico 82 1, 21 | portavoz de la voluntad del Hijo, indicadora de aquellas 83 1, 23 | Mujer, ahí tienes a tu hijo". Luego dice al discípulo: " 84 1, 23 | particular atención del Hijo por la Madre, que dejaba 85 1, 23 | nuevo vínculo entre Madre e Hijo, del que confirma solemnemente 86 1, 23 | en el amor redentor del Hijo.~ ~ 87 1, 24 | Mujer, ahí tienes a tu hijo ». Con la misma palabra, 88 1, 24 | nueva economía, cuando el Hijo de Dios asumió de ella la 89 1, 24 | maternidad respecto del Hijo de Dios.50~Ya el momento 90 1, 24 | se hace —por voluntad del Hijo y por obra del Espíritu 91 1, 24 | Mujer, ahí tienes a tu hijo »; « Ahí tienes a tu madre ».~ ~ 92 2, 26 | consciente de que Jesús era el Hijo de María, y que ella era 93 2, 26 | seno y vas a dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre 94 2, 28 | a los creyentes hacia su Hijo y su sacrificio, y hacia 95 2, 28 | el mundo el Reino de su Hijo.68 Esta presencia de María 96 2, 30 | pies de la Cruz, acoge como hijo suyo al discípulo amado, 97 2, 30 | fe en el único Señor, el Hijo de Dios, concebido en su 98 2, 32 | está unida a la alabanza al Hijo y a la que, por medio del 99 2, 32 | a la que, por medio del Hijo, se eleva al Padre en el 100 2, 33 | representada habitualmente con su Hijo, el niño Jesús, que lleva 101 2, 33 | brazos: es la relación con el Hijo la que glorifica a la Madre. 102 2, 37 | hombre, Dios se da en el Hijo: « Porque tanto amó Dios 103 2, 37 | Dios al mundo que dio a su Hijo único » (Jn 3, 16). María 104 2, 37 | lo que hizo y enseñó su Hijo (cf. Hch 1, 1) y, definitiva 105 2, 37 | fe, María, al lado de su Hijo, es la imagen más perfecta 106 3, 38 | hacia los hermanos de su Hijo.~Efectivamente, la mediación 107 3, 38(96) | como puro espejo remite al Hijo toda gloria y honor que 108 3, 38 | elección divina, la Madre del Hijo consubstancial al Padre 109 3, 39 | para ser la Madre de su Hijo por obra del Espíritu Santo. 110 3, 39 | elección para Madre del Hijo de Dios, guiada por el amor 111 3, 39 | la vida de Jesucristo, su Hijo, la vivió hasta el final 112 3, 39 | Nazaret, dándole su propio Hijo en el misterio de la Encarnación. 113 3, 39 | y dignidad de Madre del Hijo de Dios, a nivel ontológico, 114 3, 39 | fundamental de ser la Madre del Hijo de Dios supone, desde el 115 3, 39 | la « madre-nodriza » del Hijo del hombre, sino también 116 3, 39 | colaboración en la obra del Hijo Redentor, la maternidad 117 3, 40 | fielmente su unión con el Hijo « hasta la Cruz », sino 118 3, 40 | Señor », entregada por su Hijo como madre a la Iglesia 119 3, 40 | de la resurrección de su Hijo. María, que desde el principio 120 3, 40 | la persona y obra de su Hijo, no podía dejar de volcar 121 3, 40 | Después de la ascensión del Hijo, su maternidad permanece 122 3, 40 | la acción salvífica del Hijo, Redentor del mundo. Al 123 3, 40 | la muerte redentora de su Hijo, la mediación materna de 124 3, 40 | cuida de los hermanos de su Hijo, que todavía peregrinan 125 3, 41 | de forma más plena a su Hijo, Señor de señores (cf. Ap 126 3, 41 | previsión de los méritos de su Hijo »,109 ella tiene también 127 3, 41(108)| esplendor de la gloria del Hijo: In Dominica infra oct. 128 3, 41(110)| impetradora de clemencia ante el Hijo Juez, cf. S. Bernardo, In 129 3, 41 | de su propia misión: el Hijo del hombre « no ha venido 130 3, 41 | parte de este Reino del Hijo.115 La gloria de servir 131 3, 41 | fielmente su unión con el Hijo hasta la Cruz », sigue estando 132 3, 41 | y su misma unión con el Hijo en la gloria está dirigida 133 3, 42 | con la que está unida al Hijo Redentor, y por sus singulares 134 3, 42 | concebiría y daría a luz un hijo: el « Santo », al cual corresponde 135 3, 42 | corresponde el nombre de « Hijo de Dios », el nombre de « 136 3, 42 | persona y a la misión de este Hijo. Como madre, « creyendo 137 3, 42 | engendró en la tierra al mismo Hijo del Padre, y esto sin conocer 138 3, 43 | ejemplo de la misma Madre del Hijo, que es el « primogénito 139 3, 43 | todo lo relacionado con su Hijo divino, está dedicada a 140 3, 44 | Iglesia, como Madre de aquel Hijo « a quien Dios constituyó 141 3, 44 | Mujer, ahí tienes a tu hijo » y al discípulo: « Ahí 142 3, 45 | personas: la de la madre con el hijo y la del hijo con la Madre. 143 3, 45 | madre con el hijo y la del hijo con la Madre. Aun cuando 144 3, 45 | esencia. En efecto, cada hijo es engendrado de un modo 145 3, 45 | para la madre como para el hijo. Cada hijo es rodeado del 146 3, 45 | como para el hijo. Cada hijo es rodeado del mismo modo 147 3, 45 | unión de la madre con el hijo. En esta luz se hace más 148 3, 45 | hombre: « Ahí tienes a tu hijo ».~Se puede decir además 149 3, 45 | se atribuye el papel de hijo y que él cuidó de la Madre 150 3, 45 | la relación íntima de un hijo con la madre. Y todo esto 151 3, 45 | cuida de los hermanos de su Hijo »,131 « a cuya generación 152 3, 46 | filial, esta entrega de un hijo a la Madre no sólo tiene 153 3, 46 | acontecimiento de la encarnación del Hijo, se ha entregado al ministerio 154 3, 49 | apóstoles y los discípulos de su Hijo, « precede » constantemente 155 3, 49 | llevada a cabo por Cristo, su Hijo.~Así, mediante este Año 156 3, 50 | santos, interceda ante su Hijo, para que las familias de 157 Conclus, 51 | la « humanización » del Hijo, consubstancial a El. Todo 158 Conclus, 51 | Dios al mundo que dio a su Hijo único » (Jn 3, 16).~En el


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