Índice | Palabras: Alfabética - Frecuencia - Inverso - Longitud - Estadísticas | Ayuda | Biblioteca IntraText
Ioannes Paulus PP. II
III cent. unión Iglesia greco-católica de Rumanía con Igl. de Roma

IntraText CT - Texto

  • Examinar el pasado: la purificación de la memoria
Anterior - Siguiente

Pulse aquí para desactivar los vínculos a las concordancias

Examinar el pasado: la purificación de la memoria 

9. El esplendor del testimonio de fe y el servicio generoso a la unidad deben ir acompañados siempre, en la Iglesia, por el incansable compromiso en favor de la verdad, en que se purifica y se consolida el dinamismo de la esperanza. Este es el clima del jubileo del año 2000, con ocasión del cual toda la Iglesia siente el deber de volver a examinar su pasado para reconocer las incoherencias de sus hijos con respecto a la enseñanza evangélica, y así poder caminar con el rostro purificado hacia el futuro que Dios quiere

Las actuales dificultades que encuentra vuestra Iglesia para recobrarse después de la supresión, así como sus limitados recursos humanos y materiales, que frenan su impulso, podrían llevar al desaliento. Pero el cristiano sabe que cuanto mayores sean los obstáculos que debe afrontar, tanto mayor ha de ser su confianza en la ayuda de Dios, que está cerca de él y camina a su lado.

Esto nos lo recuerda también vuestro hermosísimo canto "Cu noi este Dumnezeu", tan rico en significado y tan profundamente grabado en el alma de vuestra gente.   

En este jubileo vuestra Iglesia, junto con la Iglesia universal, tiene el deber de volver a su pasado y, sobre todo, al período de las persecuciones, para actualizar su "martirologio". No es una tarea fácil, debido a la escasez de las fuentes y al tiempo transcurrido, un tiempo muy breve para la maduración de un juicio suficientemente imparcial, pero también bastante largo para que se produzcan olvidos desagradables. Gracias a Dios, muchos testigos del pasado reciente viven aún. 

 Por tanto, es preciso hacer todo lo posible para enriquecer la documentación sobre los hechos ocurridos, de manera que las generaciones futuras puedan conocer su historia, analizada críticamente y, por eso mismo, digna de fe. Desde esta perspectiva, será conveniente examinar el testimonio y el martirio de vuestra Iglesia en el marco más amplio de los sufrimientos y las persecuciones padecidos por los cristianos en el siglo XX

En la carta apostólica Tertio millennio adveniente me referí explícitamente a los mártires de nuestro siglo, "con frecuencia desconocidos, casi milites ignoti de la gran causa de Dios" (n. 37), y afirmé que "al término del segundo milenio, la Iglesia ha vuelto de nuevo a ser Iglesia de mártires.  (...) El testimonio de Cristo dado hasta el derramamiento de la sangre se ha hecho patrimonio común de católicos, ortodoxos, anglicanos y protestantes. (...) Es un testimonio que no hay que olvidar" (ib.). La unidad de la Iglesia aparece con una nueva luz en la fe y en el martirio de esos cristianos. Su sangre, derramada por Cristo y con Cristo, es una base segura sobre la que hay que fundar la búsqueda de la unidad de toda la ecúmene cristiana

En Bucarest puse de manifiesto que también en Rumanía sufristeis juntos: "El régimen comunista suprimió la Iglesia de rito bizantino-rumano unida a Roma y persiguió a obispos y sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos, muchos de los cuales pagaron con su sangre la fidelidad a Cristo. (...) Quisiera expresar el debido reconocimiento también a los que, perteneciendo a la Iglesia ortodoxa rumana y a otras Iglesias y comunidades religiosas, sufrieron análoga persecución y graves limitaciones. A estos hermanos nuestros en la fe la muerte los ha unido en el heroico testimonio del martirio: nos dejan una lección inolvidable de amor a Cristo y a su Iglesia" (Discurso durante la ceremonia de bienvenida en el aeropuerto de Bucarest, 7 de mayo de 1999, n. 4: L'Osservatore Romano, edición en lengua española, 14 de mayo de 1999, p. 6). A este respecto, os exhorto también ahora, durante la celebración del jubileo y del tercer centenario de vuestra unión, a descubrir y valorar las figuras de los mártires de la Iglesia greco-católica de Rumanía, reconociéndoles el mérito de haber dado un notable impulso a la causa de la unidad de todos los cristianos

10. Será muy útil, además, considerar la situación actual a la luz de vuestra historia. En efecto, es necesario un profundo examen del contexto, del espíritu y de las decisiones de vuestros Sínodos provinciales que se celebraron en los años 1872, 1882 y 1900. También habría que hacer ese mismo tipo de análisis histórico con respecto a otros importantes acontecimientos que han marcado la historia de la Iglesia greco-católica rumana. El ejemplo de los ilustres estudiosos de la escuela transilvana de Blaj, que hicieron una evaluación de los acontecimientos inspirada en un serio análisis histórico y lingüístico, puede servir para esta investigación como importante base de referencia a fin de obtener resultados fiables. En el ámbito de este tipo de análisis sin duda se iluminarán algunos aspectos fundamentales para la tradición teológica, litúrgica y espiritual de la Iglesia greco-católica de Rumanía. De esta forma, la identidad de vuestra Iglesia y su perfil espiritual aparecerán con nueva fuerza, contribuyendo tanto a la cultura de Rumanía como a la de toda la ecúmene cristiana. De todo corazón aliento y bendigo todos los esfuerzos que realicéis a este propósito.  

Con especial empeño tendréis que afrontar también el problema de la acogida del concilio Vaticano II por parte de la Iglesia greco-católica de Rumanía. A causa de las persecuciones de aquella época, vuestra Iglesia no tuvo la posibilidad de participar de manera plena en ese acontecimiento histórico y no pudo percibir claramente la acción del Espíritu. Precisamente en ese Concilio se afrontaron con mayor atención las delicadas cuestiones de las Iglesias católicas orientales, del ecumenismo y de la Iglesia en general. La enseñanza conciliar ha proseguido luego en el Magisterio sucesivo. Compruebo con satisfacción que la Iglesia greco-católica de Rumanía actualmente está comprometida en un largo y arduo esfuerzo por acoger plenamente las directrices de la Santa Sede




Anterior - Siguiente

Índice | Palabras: Alfabética - Frecuencia - Inverso - Longitud - Estadísticas | Ayuda | Biblioteca IntraText

Best viewed with any browser at 800x600 or 768x1024 on Tablet PC
IntraText® (V89) - Some rights reserved by EuloTech SRL - 1996-2007. Content in this page is licensed under a Creative Commons License