Capítulo,  Párrafo

  1 Intro,2|             la renovada efusión del Espíritu de Pentecostés que tuvo
  2 Intro,2|   insistencia, y a los impulsos del Espíritu Santo. Sientan los jóvenes
  3 Intro,2|            podido comprobar cómo el Espíritu Santo ha seguido rejuveneciendo
  4 Intro,3|          que quien le conduce es el Espíritu del Señor que llena el universo,
  5 Intro,7|          menos aplastada, porque el Espíritu Santo, que es su alma, la
  6  1,8   |           del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo son el don absolutamente
  7  1,8   |           han nacido del agua y del Espíritu (cf. Jn 3, 5), llamados
  8  1,9   |            la Iglesia guiada por el Espíritu Santo.(13)~Al dar una respuesta
  9  1,10  |             Iglesia; nos unge en el Espíritu Santo constituyéndonos en
 10  1,11  |           que no nazca de agua y de Espíritu no puede entrar en el Reino
 11  1,11  |        hermanos» (cf. Rm 8; 29).~El Espíritu Santo es quien constituye
 12  1,11  |             de Corinto: «En un solo Espíritu hemos sido todos bautizados,
 13  1,11  |             a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo» (Ga 4, 6; cf.
 14  1,12  |           en el vínculo amoroso del Espíritu (cf. Jn 17, 21). Es la misma
 15  1,13  |          Templos vivos y santos del Espíritu~13. Con otra imagen —aquélla
 16  1,13  |        regeneración y la unción del Espíritu Santo, los bautizados son
 17  1,13  |            casa espiritual».(18)~El Espíritu Santo «unge» al bautizado,
 18  1,13  |          las palabras de Jesús: «El Espíritu del Señor está sobre mí;
 19  1,14  |       corporal, si son hechos en el Espíritu, e incluso las mismas pruebas
 20  1,14  |           16), y constituidos en el Espíritu «testigos» de Cristo Resucitado,
 21  1,15  |      propias tareas, guiados por el espíritu evangélico, y así manifiestan
 22  1,16  |            Jesucristo por medio del Espíritu: la vocación a la santidad,
 23  1,16  | santificarla (cf. Ef 5, 25 ss.). El Espíritu que santificó la naturaleza
 24  1,16  |              Lc 1, 35), es el mismo Espíritu que vive y obra en la Iglesia,
 25  1,16  |        Jesucristo y saciados por su Espíritu, los cristianos son «santos»,
 26  1,16  |             5, 3).~La vida según el Espíritu, cuyo fruto es la santificación (
 27  1,17  |        implica que la vida según el Espíritu se exprese particularmente
 28  1,17  |           llena de fecundidad en el Espíritu.~Volvamos de nuevo a la
 29  1,17  |             garantiza y promueve el espíritu de comunión y de fraternidad
 30  2,18  |          con el Padre en el don del Espíritu Santo: los cristianos se
 31  2,18  |           en el vínculo amoroso del Espíritu.~Jesús continúa: «Yo soy
 32  2,18  |           del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Por ella Jesús pide: «
 33  2,18  |           del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo"».(52) Al inicio de
 34  2,18  |             Padre y la comunión del Espíritu Santo estén con todos vosotros» (
 35  2,19  |          medio de Jesucristo, en el Espíritu Santo. Esta comunión tiene
 36  2,19  |          sangre», sino aquellos del espíritu; más precisamente, aquellos
 37  2,19  |          precisamente, aquellos del Espíritu Santo, que reciben todos
 38  2,19  |             3, 1).~En efecto, aquel Espíritu que desde la eternidad abraza
 39  2,19  |            indivisa Trinidad, aquel Espíritu que «en la plenitud de los
 40  2,19  |              aquel mismo e idéntico Espíritu es, a lo largo de todas
 41  2,20  |            gentium— «comunicando su Espíritu, constituye místicamente
 42  2,20  |     miembros y funciones. Uno es el Espíritu que, para la utilidad de
 43  2,20  |             cuya autoridad el mismo Espíritu somete incluso los carismáticos (
 44  2,20  |               Y es también el mismo Espíritu que, con su fuerza y mediante
 45  2,20  |         siempre el único e idéntico Espíritu el principio dinámico de
 46  2,20  |           Ef 4, 23), nos ha dado su Espíritu, el cual, único e idéntico
 47  2,20  |            el Concilio escribe: «El Espíritu habita en la Iglesia y en
 48  2,20  |            con su Esposo. Porque el Espíritu y la Esposa dicen al Señor
 49  2,20  |             un don; un gran don del Espíritu Santo, que los fieles laicos
 50  2,20  |            recibido en herencia. El Espíritu del Señor le confiere, como
 51  2,21  |             los carismas, dones del Espíritu a la Iglesia ~21. El Concilio
 52  2,21  |             carismas como dones del Espíritu Santo para la edificación
 53  2,21  |            dirigida y guiada por el Espíritu, que generosamente distribuye
 54  2,22  |           Resucitado el carisma del Espíritu Santo, mediante el sacramento
 55  2,22  |            y para congregarla en el Espíritu Santo por medio del Evangelio
 56  2,23  |           haya compenetrados con el espíritu evangélico, responsables
 57  2,24  |                 Los carismas~24. El Espíritu Santo no sólo confía diversos
 58  2,24  |            la absoluta libertad del Espíritu que los dona, sea como respuesta
 59  2,24  |         otorga la manifestación del Espíritu para la utilidad común.
 60  2,24  |             a uno le es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a
 61  2,24  |         ciencia por medio del mismo Espíritu; a otro, fe, en el mismo
 62  2,24  |             a otro, fe, en el mismo Espíritu; a otro, carisma de curaciones,
 63  2,24  |             curaciones, en el único Espíritu; a otro, poder de milagros;
 64  2,24  |             son siempre gracias del Espíritu Santo que tienen, directa
 65  2,24  |     ejercicio de este apostolado el Espíritu Santo, que obra la santificación
 66  2,24  |             16)».(79)~Los dones del Espíritu Santo exigen —según la lógica
 67  2,24  |        verdaderamente provengan del Espíritu, y sean ejercidos en plena
 68  2,24  |             auténticos impulsos del Espíritu. En este sentido siempre
 69  2,24  |           sinodales, «la acción del Espíritu Santo, que sopla donde quiere,
 70  2,24  |         corresponde no extinguir el Espíritu, sino examinarlo todo y
 71  2,26  |          fraternidad animada por el Espíritu de unidad»,(91) es «una
 72  2,29  | versatilidad de los recursos que el Espíritu alimenta en el tejido eclesial;
 73  2,30  |             frutos de gracia que el Espíritu Santo produce en los fieles»(
 74  2,30  |           consigan impregnar con el espíritu evangélico las diversas
 75  2,30  |       culturales y espirituales; el espíritu de desprendimiento y de
 76  2,31  |        estable, bajo el impulso del Espíritu Santo, en comunión con el
 77  2,31  |       además, que sea depuesto todo espíritu de antagonismo y de contienda
 78  3,32  |            es don de Cristo y de su Espíritu.~Ahora bien, la comunión
 79  3,32  |      Siempre es el único e idéntico Espíritu el que convoca y une la
 80  3,32  |        hombre, del don recibido del Espíritu que derrama en los corazones
 81  3,33  |       cristiana y por los dones del Espíritu Santo.~Leemos en un texto
 82  3,33  |           de la nueva vida según el Espíritu.~En verdad, el imperativo
 83  3,36  |         Evangelio con la fuerza del Espíritu, la Iglesia se constituye
 84  3,37  |             Hijo» y templo vivo del Espíritu; y está destinado a esa
 85  3,39  |            la esfera más íntima del espíritu, se revela punto de referencia
 86  3,40  |            y se traten entre sí con espíritu de hermanos».(144) Y así,
 87  3,41  |           es el más alto don que el Espíritu ofrece para la edificación
 88  3,42  |       político es fundamental aquel espíritu de servicio, que, unido
 89  3,43  |          con honestidad humana, con espíritu cristiano, como camino de
 90  4,46  |             juventud, con la que el Espíritu de Cristo incesantemente
 91  4,50  |       Pentecostés: «Yo derramaré mi espíritu sobre cada hombre y vuestros
 92  4,50  |             divina y del amor en el Espíritu Santo. Los dos acogen sus "
 93  4,52  |           han de inspirarse en este espíritu. La Iglesia debe utilizar
 94  4,53  |            portadores del «gozo del Espíritu Santo en medio de muchas
 95  4,54  |            médico de la carne y del espíritu»,(201) no sólo no disminuya
 96  4,55  |          edificado en la fuerza del Espíritu. En el plano del ser: no
 97  4,56  |           los Padres sinodales, «el Espíritu Santo promueve también otras
 98  4,56  |          cristiana o «vida según el Espíritu», presenta de manera simple
 99  4,56  |         propios dones recibidos del Espíritu Santo».(208)~Lo que vale
100  5,57  |          del Padre, con la guía del Espíritu Santo», han afirmado claramente
101  5,59  |              guiados siempre por el espíritu evangélico. Se equivocan
102  5,60  |           es decir, la probidad, el espíritu de justicia, la sinceridad,
103  5,60  |         guiados y sostenidos por el Espíritu Santo, como Espíritu de
104  5,60  |             el Espíritu Santo, como Espíritu de unidad y de plenitud
105  5,61  |           la presencia dinámica del Espíritu. La Iglesia madre está llamada
106  5,61  |            recibe la fecundidad del Espíritu y coopera con ella activamente.
107  5,62  |          hombres y mujeres, que con espíritu cívico y cristiano desarrollan
108  5,64  |           la luz y en la fuerza del Espíritu— para discernir y acoger
109  5,64  |          templos vivos y santos del Espíritu. Volvamos a escuchar, emocionados
110  5,64  |          comunión eclesial, don del Espíritu Santo que urge nuestra libre
111  5,64  |            a comunicar el fuego del Espíritu~por medio de su vida evangélica~
112  5,64  |             esperando la venida del Espíritu de Pentecostés,~invoca su