Capítulo,  Párrafo

 1 Intro,7|                                    Jesucristo, la esperanza de la humanidad ~
 2 Intro,7|  encuentran una respuesta plena en Jesucristo, Redentor del hombre y del
 3 Intro,7|         Evangelio vivo y personal, Jesucristo mismo, es la «noticia» nueva
 4  1,10  |        loshijos de Dios; nos une a Jesucristo y a su Cuerpo que es la
 5  1,11  |           y Padre de nuestro Señor Jesucristo, quien, por su gran misericordia
 6  1,11  |        mediante la Resurrección de Jesucristo de entre los muertos, para
 7  1,14  |    sacerdotal, profético y real de Jesucristo~14. Dirigiéndose a los bautizados
 8  1,14  |            a Dios por mediación de Jesucristo (...). Pero vosotros sois
 9  1,14  |   sacerdotal, profético y real— de Jesucristo. Es este un aspecto que
10  1,14  |          del Padre. Incorporados a Jesucristo, los bautizados están unidos
11  1,14  | espirituales aceptables a Dios por Jesucristo (cf. 1 P 2, 5), que en la
12  1,14  |            aquel poder, con el que Jesucristo Resucitado atrae a sí todas
13  1,15  |     continuar la obra redentora de Jesucristo; la cual, «al mismo tiempo
14  1,15  |    realidad destinada a obtener en Jesucristo la plenitud de su significado.(
15  1,16  |            dirige a todos ellos en Jesucristo por medio del Espíritu:
16  1,16  |          Eucaristía. Revestidos de Jesucristo y saciados por su Espíritu,
17  1,16  |      seguimiento y la imitación de Jesucristo, en la recepción de sus
18  2,18  |            gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor del Padre y la
19  2,19  |     comunión con Dios por medio de Jesucristo, en el Espíritu Santo. Esta
20  2,20  |           trazada por el Concilio. Jesucristo —leemos en la constitución
21  2,21  |  participación en el ministerio de Jesucristo, el Buen Pastor que da la
22  2,22  |  participación en el sacerdocio de Jesucristo que es distinta, non sólo
23  2,23  |    sacerdotal, profético y real de Jesucristo, cada uno en su propia medida.~
24  2,23  |           tanto de la salvación en Jesucristo—, sin perder ni sacrificar
25  2,31  |            nombre de nuestro Señor Jesucristo, a que tengáis todos un
26  3,32  |            creyentes la caridad de Jesucristo, fuerza prodigiosa de cohesión
27  3,32  |            el Padre y con su Hijo, Jesucristo» (1 Jn 1, 3).~En el contexto
28  3,33  |          la gracia y el mandato de Jesucristo: «Id por todo el mundo y
29  3,33  |           y la adhesión personal a Jesucristo Salvador y Señor; dispone
30  3,39  |           análogo a como el amor a Jesucristo hasta la entrega de la propia
31  3,41  |     participación en la realeza de Jesucristo, esto es, en el poder del
32  3,42  |      contrario, como discípulos de Jesucristo «Príncipe de la paz» (Is
33  3,43  |           propia obra redentora de Jesucristo, quien dió al trabajo una
34  4,46  |          no se cansa de anunciar a Jesucristo, de proclamar su Evangelio
35  4,47  |          generoso de Nuestro Señor Jesucristo: a ellos reserva su bendición
36  4,49  |            palabra y el ejemplo de Jesucristo— permanece como el necesario
37  4,51  |     partícipe del triple oficio de Jesucristo Sacerdote, Profeta, Rey;
38  4,51  |    totalmente libre y soberana— de Jesucristo, el cual ha llamado solamente
39  4,52  |    profética, sacerdotal y real de Jesucristo y de su Iglesia».(195)~Situándose
40  4,53  |          curación y consolación de Jesucristo. Esto ha tenidó lugar mediante
41  4,54  |          la Iglesia ha recibido de Jesucristo «médico de la carne y del
42  4,55  |            riqueza del misterio de Jesucristo. Como gusta repetir a los
43  5,57  |        radicados en la vid, que es Jesucristo: «El que permanece en mí
44  5,59  |        realizarse de la caridad de Jesucristo para gloria del Padre y
45  5,64  |       llamamiento de Nuestro Señor Jesucristo dirigido a todos, y, en
46  5,64  |          miembros de la Iglesia de Jesucristo, partícipes de su misterio
47  5,64  |            miembros incorporados a Jesucristo y a su Iglesia, templos