Capítulo,  Párrafo

 1 Intro,2|         vosotros a mi viña. Estas palabras han resonado espiritualmente,
 2  1,11  |           Hijo~11. Recordamos las palabras de Jesús a Nicodemo: «En
 3  1,12  |       Volvemos a encontrar en las palabras de Pablo el eco fiel de
 4  1,13  |            a su modo, repetir las palabras de Jesús: «El Espíritu del
 5  1,16  |        Vaticano II ha pronunciado palabras altamente luminosas sobre
 6  1,17  |          3, 17). Refiriendo estas palabras del apóstol a los fieles
 7  1,17  |           escuchar de nuevo estas palabras de San Agustín: «¡Alegrémonos
 8  2,18  |          18. Oigamos de nuevo las palabras de Jesús: «Yo soy la vid
 9  2,18  |           4).~Con estas sencillas palabras nos es revelada la misteriosa
10  2,19  |    dirigía a los fieles con estas palabras: «La Iglesia es una comunión. ¿
11  2,31  |        Volvemos una vez más a las palabras de Jesús: «Yo soy la vid,
12  2,31  |   persuasiva llamada, estas otras palabras del apóstol: «Os conjuro,
13  3,34  |          al hombre. Solo Él tiene palabras de vida, ¡sí! de vida eterna».(
14  3,35  |         oración, según las mismas palabras del Señor Jesús: «La mies
15  3,37  |       todo el mundo material. Las palabras de Jesús: «¿De qué le sirve
16  3,42  |          que significativas estas palabras del Concilio Vaticano II: «
17  4,46  |          tiempos apostólicos. Las palabras de San Juan en su Primera
18  4,51  |        comunidades políticas, las palabras recién citadas del Concilio
19  4,53  |         se han dirigido con estas palabras a los hombres y mujeres
20  4,53  | sufrimiento y de dolor, con estas palabras: «Vosotros, los abandonados
21  4,53  |         incluso más valiosas. Las palabras del apóstol Pablo han de
22  5,57  |          enaltecedora, aluden las palabras graves de Jesús: «Si alguno
23  5,58  |         como nos lo recuerdan las palabras de María, la Madre de Jesús,
24  5,62  |          Aprendiendo las primeras palabras, los hijos aprenden también
25  5,62  |       Padres sinodales han tenido palabras de aprecio y de aliento
26  5,64  |    emocionados y agradecidos, las palabras de Juan el Evangelista: «¡