Capítulo,  Párrafo

 1  1,11|      aspecto del don bautismal, el apóstol Pedro irrumpe en este canto: «
 2  1,11|            13); de modo tal que el apóstol puede decir a los fieles
 3  1,12|  bautizados en Cristo —proclama el apóstol Pablo— os habéis revestido
 4  1,13|           aquélla del edificio— el apóstol Pedro define a los bautizados
 5  1,14|          niños recién nacidos», el apóstol Pedro escribe: «Acercándoos
 6  1,14|          como enseña claramente el apóstol Pedro, el cual define a
 7  1,15|       mundo, tal como lo señala el apóstol Pablo: «Hermanos, permanezca
 8  1,16|    generosamente la invitación del apóstol a ser «santos en toda la
 9  1,16|      santidad de todo su obrar. El apóstol Pablo no se cansa de amonestar
10  1,17|  actividades terrenas. De nuevo el apóstol nos amonesta diciendo: «
11  1,17|      Refiriendo estas palabras del apóstol a los fieles laicos, el
12  2,18|            acoge con el saludo del apóstol Pablo: «La gracia de nuestro
13  2,19|          tal y como la presenta el apóstol Pablo, cuya doctrina reverbera
14  2,20|           su propia aportación.~El apóstol Pablo insiste particularmente
15  2,31|        dolor y de desconcierto del apóstol Pablo: «Me refiero a que
16  2,31|           estas otras palabras del apóstol: «Os conjuro, hermanos,
17  4,51|          que habla muchas veces el apóstol Pablo, no consiste sólo
18  4,53|         valiosas. Las palabras del apóstol Pablo han de convertirse
19  4,53|            este descubrimiento, el apóstol arribó a la alegría: «Ahora
20  4,56| inutilizado (cf. Mt 25, 24-27).~El apóstol Pedro nos advierte: «Que
21  5,58|          en creciente plenitud. El apóstol Pedro hablando del nacimento