Parte,  Capítulo, Parrafo

 1 Pro, 0,2      |         primer lugar el derecho a la vida y a una calidad de vida
 2 Pro, 0,2      |              vida y a una calidad de vida digna; esto es tanto más
 3 Pro, 0,2(4)   |       Ordinis, sobre el ministerio y vida de los presbíteros, 12;
 4 Pro, 0,4      |             también decir cambiar la vida en coherencia con el cambio
 5 Pro, 0,4      |          Dios, para perder la propia vida por Cristo como único modo
 6 Pro, 0,4      |              consiguientemente, a la vida entera del cristiano.~En
 7 Pro, 0,4      |      conversión que fructifica en la vida mediante los actos de penitencia.~
 8 Pro, 0,4      |             renovado impulso para la vida y el apostolado cristiano.
 9 Pro, 0,4      |          parece providencial para la vida de tantos hombres en esta
10 Pro, 0,4(17)  |           sus deseos y llamado a una vida superior. Atraído por muchas
11 I, 1,5        |              sus bienes llevando una vida disoluta y vacía, los tenebrosos
12 I, 2,7        |             ya, seremos salvos en su vida. Y no solo reconciliados,
13 I, 2,9        |           del testimonio concreto de vida— la Iglesia está llamada
14 I, 2,9        |        esencial para la fe y para la vida cristiana, según la antigua
15 I, 3,11       |            sacramentos son fuente de vida para la Iglesia y, en sus
16 II, 0,13      |       horizontal del trabajo y de la vida social, no prestando atención
17 II, 1,14      |             dominio de Dios sobre la vida, al menos en aquel determinado
18 II, 1,15      |       hermano, termina quitándole la vida.(71)~Según la narración
19 II, 1,15      |           salió y que la mantiene en vida; es, por consiguiente, un
20 II, 1,15      |            psicología humana y de la vida espiritual, así como en
21 II, 1,15      |            como en la realidad de la vida social, en la que fácilmente
22 II, 1,16      |            el fundamento mismo de la vida humana— y en su espíritu,
23 II, 1,16      |       comenzando por el derecho a la vida, sin excluir la del que
24 II, 1,17      |              pérdida de la verdadera vida o «vida eterna», que para
25 II, 1,17      |              de la verdadera vida o «vida eterna», que para Juan es
26 II, 1,17      |           salvación de nadie en esta vida, considerada la omnipotencia
27 II, 1,17      |         teólogos, los maestros de la vida espiritual y los pastores
28 II, 1,17      |              supremo principio de la vida, que es Dios, en cuanto
29 II, 1,17      |              al amor de Dios en esta vida y hacia la perfecta unión
30 II, 1,17      |            sin por ello abandonar la vida de Dios; en este caso se
31 II, 1,17      |         separándose del principio de vida que es Él, y eligiendo,
32 II, 1,17      |             el pecado que no mata la vida sobrenatural; entre la vida
33 II, 1,17      |          vida sobrenatural; entre la vida y la muerte no existe una
34 II, 1,18      | comunicaciones de masa y en la misma vida familiar— se identifica
35 II, 1,18      |             y de su dominio sobre la vida del hombre.~Incluso en el
36 II, 1,18      |              del pensamiento y de la vida eclesial algunas tendencias
37 II, 2,22      |                            Hacia una vida reconciliada~22. Así la
38 II, 2,22      |              a conquistar en nuestra vida diaria.~Insidiados por la
39 II, 2,22      |             misericordia divina a la vida reconciliada.~
40 III, 0,23     |             en la conciencia y en la vida de la Iglesia. Esta erraría
41 III, 1,25     |            de la propia conciencia y vida, a la luz del misterio de
42 III, 1,25     |              y en la seguridad de la vida eterna para el alma inmortal.
43 III, 1,25     |             de la economía ... de la vida internacional»,(131) son
44 III, 1,26     |              constituye un camino de vida?~De los Pastores de la Iglesia
45 III, 1,26     |            grave daño, tanto para la vida interior de los cristianos
46 III, 1,26     |             y, podría decirse, de la vida penitencial.~De los Pastores
47 III, 1,26     |             la conciencia en nuestra vida.(144) Yo mismo, siguiendo
48 III, 1,26     |              la fe el más allá de la vida presente; más allá de las
49 III, 1,26     |           exigencias inherentes a la vida de la comunidad humana,
50 III, 1,27     |            al llevar a su madurez la vida cristiana, significa y realiza
51 III, 2,28     |             escasa tensión hacia una vida auténticamente cristiana;
52 III, 2,29     |            necesario que él viva una vida espiritual intensa y genuina.
53 III, 2,29     |             Qué tesoro de gracia, de vida verdadera e irradiación
54 III, 2,31     |         nosotros maestro y modelo de vida, y con el Padre celestial,
55 III, 2,31     |              de un cambio radical de vida. Pero es bueno recordar
56 III, 2,31     |         serlo— sus beneficiarios. La vida espiritual y pastoral del
57 III, 2,31     |       colaboración con el Obispo, la vida de oración, en una palabra
58 III, 2,31(193)|       Ordinis, sobre el ministerio y vida de los presbíteros, 18.~
59 III, 2,32     |         infundir un nuevo impulso de vida y una verdadera paz en el