Parte,  Capítulo, Parrafo

 1 I, 3,12       |         pues, a causa de nuestros pecados a veces «su rostro resplandece
 2 II, 0,13      |           Si reconocemos nuestros pecados, Él que es fiel y justo
 3 II, 0,13      |           justo nos perdonará los pecados».(56) Estas palabras inspiradas,
 4 II, 1,16      |         de pecado social.~Algunos pecados, sin embargo, constituyen,
 5 II, 1,16      |       ofenden al prójimo. A estos pecados se suele dar el nombre de
 6 II, 1,16      |            En todo caso hablar de pecados sociales, aunque sea en
 7 II, 1,16      |         de pecado o denuncia como pecados sociales determinadas situaciones
 8 II, 1,16      |           concentración de muchos pecados personales. Se trata de
 9 II, 1,16      |           personales. Se trata de pecados muy personales de quien
10 II, 1,17      |         Testamento, para no pocos pecados —los cometidos con deliberación,(75)
11 II, 1,17      |   condenado a muerte.(79) A estos pecados se contraponían otros, sobre
12 II, 1,17      |         con expresiones duras los pecados particularmente merecedores
13 II, 1,17      |      pastores han distinguido los pecados en mortales y veniales.
14 II, 1,17      |          definir y distinguir los pecados mortales y veniales, no
15 II, 1,17      | existencia y la naturaleza de los pecados mortales y veniales,(95)
16 II, 1,17      |         en el Sínodo— que algunos pecados, por razón de su materia,
17 II, 1,17      |     directo y formal, como en los pecados de idolatría, apostasía
18 II, 1,17      |          triple distinción de los pecados, que podrían clasificarse
19 II, 1,17      |       existe una gradación en los pecados graves. Pero queda siempre
20 III, 1,27     |  cotidianas y nos preserva de los pecados mortales", y les sea indicado
21 III, 1,27     |           como penitencia por los pecados. Y en esto se realiza la
22 III, 1,27     |      causa de la acusación de los pecados que en él se hace, más propiamente
23 III, 2,29     |           como el de perdonar los pecados,(160) y que ha venido no
24 III, 2,29     |        este poder de perdonar los pecados Jesús lo confiere, mediante
25 III, 2,29     |           a quien perdonareis los pecados, les serán perdonados; a
26 III, 2,29     |    misterio de la remisión de los pecados, es el que aparece como
27 III, 2,29(162)|     Iglesia en la remisión de los pecados: « Nada puede perdonar la
28 III, 2,30     |         del poder de perdonar los pecados, conferido por Cristo a
29 III, 2,30     |    especial para el perdón de los pecados cometidos después del Bautismo.~
30 III, 2,31     |       perdón y la remisión de sus pecados graves cometidos después
31 III, 2,31     |         pecador descubre allí sus pecados y su misma condidón de criatura
32 III, 2,31     |         sincera y completa de los pecados, que tiene por tanto una
33 III, 2,31     |    Penitencia la acusación de los pecados. Esta aparece tan importante
34 III, 2,31     |          de confesión. Acusar los pecados propios es exigido ante
35 III, 2,31     |          tanto la gravedad de los pecados, como el arrepentimiento
36 III, 2,31     |         Dios. La acusación de los pecados, pues, no se puede reducir
37 III, 2,31     |           qué la acusación de los pecados debe ser ordinariamente
38 III, 2,32     |      absolución individual de los pecados, y por eso puede equipararse
39 III, 2,32     |  Penitencia incluso sólo para los pecados veniales, como lo atestiguan
40 III, 2,32     |      sabiendo y enseñando que los pecados veniales son perdonados
41 III, 2,32     |    también con referencia a tales pecados. El recurso frecuente al
42 III, 2,32     |     conciencia de que también los pecados menores ofenden a Dios y
43 III, 2,33     |       individual e íntegra de los pecados con la absolución igualmente
44 III, 2,33     |      confesar individualmente los pecados graves antes de recurrir
45 III, 2,33     |       íntegra e individual de los pecados, lo cual constituye para
46 III, 2,33     |       íntegra e individual de los pecados, que debe hacerse lo antes
47 Des, 0,35     |           proseguía señalando los pecados contra la concordia y la
48 Des, 0,35     |         propiciación por nuestros pecados», «nuestra paz y reconciliación»(204)