Parte,  Capítulo, Parrafo

 1 Pro, 0,4(16) |    gloriamos en Dios por Nuestro Señor Jesucristo, por quien recibimos
 2 Pro, 0,4     |          María, Madre de Nuestro Señor Jesucristo, por medio del
 3 I, 1,6       |        siguiendo las huellas del Señor, su misión de trabajar por
 4 I, 1,6(21)   |            es no entender que el Señor «pueda tener compasión de
 5 I, 2,7       |        gloriamos en Dios Nuestro Señor Jesucristo, por quien recibimos
 6 I, 2,9       |     convertirse continuamente al Señor y de vivir como hombres
 7 I, 3,10      |        negándose a obedecer a su Señor y Padre; continúa siéndolo
 8 II, 0,13     |   cometido el mal a los ojos del Señor», al ser reprendido por
 9 II, 0,13     |          olvidando la acción del Señor. Habían optado por la sola
10 II, 0,13     | enraizados en Dios, su Creador y Señor, y orientados hacia Él como
11 II, 1,18     |        con Dios como su Creador, Señor y Padre. Por consiguiente,
12 II, 2,20     |        ha elevado al cielo, como Señor.(106)   Por lo tanto, el
13 II, 2,20(106)|       ángeles adoran y que es el Señor. Pero el elemento impresionante
14 II, 2,22     |        misericordia de la que el Señor y Padre nuestro —lo repito
15 II, 2,22     |          reconocimiento: «Sí, el Señor es rico en misericordia»
16 II, 2,22     |          y decimos asimismo: «El Señor es misericordia».~El misterio
17 III, 0,23    |       misterio de piedad, Cristo Señor, obra ya en él y en el mundo
18 III, 1,25    |         docilidad común al único Señor— permite responder sincera
19 III, 1,25    |         alma inmortal. Quiera el Señor que especialmente el diálogo
20 III, 1,25    |          hombre, como Salvador y Señor, escuchar la Palabra, el
21 III, 1,26    |         las tentaciones el mismo Señor Jesús, Hijo de Dios, «probado
22 III, 1,27    |         conversión definitiva al Señor, así como de la aceptación
23 III, 2,29    |        sobre la misericordia del Señor y su perdón. En los Salmos
24 III, 2,29    |         más veces se atribuye al Señor, contrariamente al persistente
25 III, 2,30    |          certeza de que el mismo Señor Jesús instituyó y confió
26 III, 2,31    |     gracia y de salvación que el Señor ha dispuesto y, en su caso
27 III, 2,31    |          amor misericordioso del Señor.~II. La segunda convicción
28 III, 2,33    |      fidelidad a la voluntad del Señor Jesús, transmitida por la
29 III, 2,34    |    mantenerse en contacto con el Señor, la participación a la Misa,