Parte,  Capítulo, Parrafo

 1 III, 2,29|     uno de los Sacramentos, el Sacerdote, ministro de la Penitencia,
 2 III, 2,29|   consoladores ministerios del Sacerdote; y precisamente por esto,
 3 III, 2,29|    Penitencia sacramental cada sacerdote debe ser preparado ya desde
 4 III, 2,29|     tendría la Iglesia si cada Sacerdote se mostrase solícito en
 5 III, 2,31|      esto la absolución que el Sacerdote, ministro del perdón —aunque
 6 III, 2,31|       herida por su pecado. El Sacerdote, ministro de la penitencia,
 7 III, 2,31|      espiritual y pastoral del Sacerdote, como la de sus hermanos
 8 III, 2,31|        de la Penitencia. En un sacerdote que no se confesase o se
 9 III, 2,31|     confesase mal, su ser como sacerdote y su ministerio se resentirían
10 III, 2,31|      Pero añado también que el Sacerdote —incluso para ser un ministro
11 III, 2,33| advertidos e instruídos por el Sacerdote antes de la absolución.~