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Parte, Capítulo, Parrafo
1 Pro, 0,2 | luz de la fe, la llamamos pecado; comenzando por el pecado 2 Pro, 0,2 | pecado; comenzando por el pecado original que cada uno lleva 3 Pro, 0,2 | sus progenitores, hasta el pecado que cada uno comete, abusando 4 Pro, 0,3 | la cual consiste en el pecado.~ 5 Pro, 0,4 | ruptura radical que es el pecado, lo cual se realiza solamente 6 Pro, 0,4 | laceración primigenia del pecado, para lograr su curación 7 Pro, 0,4 | habido una ruptura —la del pecado— de la cual se han derivado 8 Pro, 0,4 | necesariamente la liberación del pecado, que ha de ser rechazado 9 Pro, 0,4 | con respecto a Dios: el pecado. Por último señalaré aquellos 10 I, 1,6 | misericordia que borra el pecado, la Iglesia, haciendo suya 11 I, 1,6(21) | aspecto de la parábola. El pecado de Jonás es el de «probar 12 I, 2,7 | que libera al hombre del pecado en todas sus formas. El 13 I, 2,7 | aspecto de liberación del pecado y de comunión de gracia 14 I, 2,7 | para derrotar el reino del pecado, restablecer la alianza 15 I, 2,7 | de separación(31) que el pecado había levantado entre los 16 I, 2,8 | de la victoria sobre el pecado, ya sea éste el egoísmo 17 I, 3,10 | cruz el mal y el poder del pecado con su total obediencia 18 I, 3,12 | denunciar la malicia del pecado, en proclamar la necesidad 19 II | EL AMOR MÁS GRANDE QUE EL PECADO~ 20 II, 0,13 | decimos que estamos sin pecado, nos engañamos a nosotros 21 II, 0,13 | expresión humana en el tema del pecado, que está íntimamente relacionado 22 II, 0,13 | enfocan el problema del pecado en su perspectiva antropológica 23 II, 0,13 | horizonte divino, en el que el pecado se confronta con la verdad 24 II, 0,13 | Reconocer el propio pecado, es más, —yendo aún más 25 II, 0,13 | reconocerse pecador, capaz de pecado e inclinado al pecado, es 26 II, 0,13 | de pecado e inclinado al pecado, es el principio indispensable 27 II, 0,13 | Reconozco mi culpa, mi pecado está siempre ante mí. Contra 28 II, 0,13 | significativas palabras: «Padre, he pecado contra el cielo y contra 29 II, 0,13 | lucidez y determinación del pecado en el que se ha caído. Presupone 30 II, 0,13 | puede tratarse sobre el pecado y la conversión solamente 31 II, 0,13 | reconocimiento del propio pecado, el ministerio de reconciliación 32 II, 0,13 | fe, las consecuencias del pecado, que son motivo de división 33 II, 1 | PRIMERO~EL MISTERIO DEL PECADO~ 34 II, 1,14 | conciencia del misterio del pecado. Esta expresión, en la que 35 II, 1,14 | inaprensible se oculta en el pecado. Este es sin duda, obra 36 II, 1,14 | por razón de los cuales el pecado se sitúa mas allá de lo 37 II, 1,14 | nos ayuda a comprender el pecado: los hombres han pretendido 38 II, 1,14 | la narración del primer pecado en el Edén y la narración 39 II, 1,14(68)| Nuevo Testamento sobre el pecado. La designación más común 40 II, 1,14(68)| a una divinidad. Pero el pecado es también designado adikía 41 II, 1,14(68)| juntos ofrecen la imagen del pecado.~ 42 II, 1,14 | íntima y más oscura del pecado: la desobediencia a Dios, 43 II, 1,14 | bajo formas diversas el pecado, que puede llegar hasta 44 II, 1,15 | descripción del «primer pecado», la ruptura con Yavé rompe 45 II, 1,15 | Babel la consecuencia del pecado es la desunión de la familia 46 II, 1,15 | ya iniciada con el primer pecado, y que llega ahora al extremo 47 II, 1,15 | indagar el misterio del pecado no podrá dejar de considerar 48 II, 1,15 | cuanto ruptura con Dios el pecado es el acto de desobediencia 49 II, 1,15 | suicida. Puesto que con el pecado el hombre se niega a someterse 50 II, 1,15 | interior.~El misterio del pecado se compone de esta doble 51 II, 1,15 | consiguiente, se puede hablar de pecado personal y social. Todo 52 II, 1,15 | personal y social. Todo pecado es personal bajo un aspecto; 53 II, 1,15 | bajo otro aspecto, todo pecado es social, en cuanto y debido 54 II, 1,16 | Pecado personal y pecado social~ 55 II, 1,16 | Pecado personal y pecado social~16. El pecado, en 56 II, 1,16 | personal y pecado social~16. El pecado, en sentido verdadero y 57 II, 1,16 | sistemas, los demás— el pecado de los individuos. Después 58 II, 1,16 | esta responsabilidad por el pecado cometido. Y así, en cada 59 II, 1,16 | de la culpa.~Por ser el pecado una acción de la persona, 60 II, 1,16 | con cierta frecuencia el pecado social.~La expresión y el 61 II, 1,16 | significados.~Hablar de pecado social quiere decir, ante 62 II, 1,16 | como real y concreta, el pecado de cada uno repercute en 63 II, 1,16 | hablar de una comunión del pecado, por el que un alma que 64 II, 1,16 | alma que se abaja por el pecado abaja consigo a la Iglesia 65 II, 1,16 | otras palabras, no existe pecado alguno, aun el más íntimo 66 II, 1,16 | aquel que lo comete. Todo pecado repercute, con mayor o menor 67 II, 1,16 | indiscutiblemente a cada pecado el carácter de pecado social.~ 68 II, 1,16 | cada pecado el carácter de pecado social.~Algunos pecados, 69 II, 1,16 | este sentido es social el pecado contra el amor del prójimo, 70 II, 1,16 | Es igualmente social todo pecado cometido contra la justicia 71 II, 1,16 | persona. Es social todo pecado cometido contra los derechos 72 II, 1,16 | integridad física de alguno; todo pecado contra la libertad ajena, 73 II, 1,16 | Dios y de adorarlo; todo pecado contra la dignidad y el 74 II, 1,16 | prójimo. Es social todo pecado contra el bien común y sus 75 II, 1,16 | ciudadanos. Puede ser social el pecado de obra u omisión por parte 76 II, 1,16 | La tercera acepción de pecado social se refiere a las 77 II, 1,16 | males y, por lo tanto, el pecado. Ahora bien, se debe pues 78 II, 1,16 | consiguiente, si se habla de pecado social, aquí la expresión 79 II, 1,16 | aceptable un significado de pecado social, —por muy usual que 80 II, 1,16 | oponer, no sin ambiguedad, pecado social y pecado personal, 81 II, 1,16 | ambiguedad, pecado social y pecado personal, lleva más o menos 82 II, 1,16 | paladines—, prácticamente todo pecado sería social, en el sentido 83 II, 1,16 | habla de situaciones de pecado o denuncia como pecados 84 II, 1,16 | proclama que estos casos de pecado social son el fruto, la 85 II, 1,16 | fondo de toda situación de pecado hallamos siempre personas 86 II, 1,17 | aquí, en el misterio del pecado, una nueva dimensión sobre 87 II, 1,17 | por qué y en qué medida el pecado es grave en la ofensa que 88 II, 1,17 | constantemente habla de pecado mortal y de pecado venial. 89 II, 1,17 | habla de pecado mortal y de pecado venial. Pero esta distinción 90 II, 1,17 | primera Carta, habla de un pecado que conduce a la muerte ( 91 II, 1,17 | en contraposición a un pecado que no conduce a la muerte ( 92 II, 1,17 | intimidad entre ellos. El pecado que conduce a la muerte 93 II, 1,17 | lo que es la esencia del pecado, el rechazo de Dios, que 94 II, 1,17 | preserva de la caída del pecado; Dios lo custodia, «el Maligno 95 II, 1,17 | advertencia de Jesús sobre el pecado que no es «remisible» confirma 96 II, 1,17 | y a la teología sobre el pecado, que se basa en su enseñanza, 97 II, 1,17 | y obrar. Ahora bien, el pecado es un desorden perpetrado 98 II, 1,17 | Y cuando «por medio del pecado, el alma comete una acción 99 II, 1,17 | caridad, entonces se da el pecado mortal; por el contrario, 100 II, 1,17 | separación de Dios, entonces el pecado es venial».(94) Por esta 101 II, 1,17 | Por esta razón, el pecado venial no priva de la gracia 102 II, 1,17 | precisamente consecuencia del pecado mortal.~Considerando además 103 II, 1,17 | Considerando además el pecado bajo el aspecto de la pena 104 II, 1,17 | doctores llama mortal al pecado que, si no ha sido perdonado, 105 II, 1,17 | pena eterna; es venial el pecado que merece una simple pena 106 II, 1,17 | además a la materia del pecado, entonces las ideas de muerte, 107 II, 1,17 | todos ellos de definir el pecado mortal) se unen con la idea 108 II, 1,17 | contenido objetivo; por esto, el pecado grave se identifica prácticamente, 109 II, 1,17 | pastoral de la Iglesia, con el pecado mortal.~Recogemos aquí el 110 II, 1,17 | querido recordar que es pecado mortal lo que tiene como 111 II, 1,17 | Dios; en este caso se da el pecado venial, que, sin embargo, 112 II, 1,17 | algo secundario o en un «pecado de poca importancia».~Pero 113 II, 1,17 | de la Iglesia, llamamos pecado mortal al acto, mediante 114 II, 1,17 | su principio vital: es un pecado mortal, o sea un acto que 115 II, 1,17 | y decisiva está entre el pecado que destruye la caridad 116 II, 1,17 | destruye la caridad y el pecado que no mata la vida sobrenatural; 117 II, 1,17 | deberá evitar reducir el pecado mortal a un acto de «opción 118 II, 1,17 | Se comete, en efecto, un pecado mortal también, cuando el 119 II, 1,17 | concepción tradicional de pecado mortal.~Si bien es de apreciar 120 II, 1,17 | psicológico y teológico del pecado, la Iglesia, sin embargo, 121 II, 1,17 | instruye también sobre el pecado; y, por el otro, el riesgo 122 II, 1,17 | contemporáneo, el sentido del pecado.~ 123 II, 1,18 | Pérdida del sentido del pecado~18. A través del Evangelio 124 II, 1,18 | que están contenidos en el pecado. Sensibilidad y capacidad 125 II, 1,18 | múltiples formas asumidas por el pecado, en los tantos aspectos 126 II, 1,18 | se llama el sentido del pecado.~Este sentido tiene su raíz 127 II, 1,18 | completamente el sentido del pecado.~Sin embargo, sucede frecuentemente 128 II, 1,18 | oscurecido también el sentido del pecado, que está íntimamente unido 129 II, 1,18 | se pierde el sentido del pecado. He aquí por qué mi Predecesor 130 II, 1,18 | declarar en una ocasión que «el pecado del siglo es la pérdida 131 II, 1,18 | pérdida del sentido del pecado».(100)~¿Por qué este fenómeno 132 II, 1,18 | atenuación del sentido del pecado, debido precisamente a la 133 II, 1,18 | de minar el sentido del pecado. Este último se reducirá 134 II, 1,18 | consistencia un sentido del pecado respecto al hombre y a los 135 II, 1,18 | el verdadero sentido del pecado.~Se diluye este sentido 136 II, 1,18 | diluye este sentido del pecado en la sociedad contemporánea 137 II, 1,18 | fácilmente el sentido del pecado también a causa de una ética 138 II, 1,18 | amortiguar la noción de pecado hasta tal punto que se termina 139 II, 1,18 | termina casi afirmando que el pecado existe, pero no se sabe 140 II, 1,18 | finalmente el sentido del pecado, cuando éste —como puede 141 II, 1,18 | pérdida del sentido del pecado es, por lo tanto, una forma 142 II, 1,18 | de la secularista. Si el pecado es la interrupción de la 143 II, 1,18 | progresiva del sentido del pecado. En tal situación el ofuscamiento 144 II, 1,18 | debilitamiento del sentido del pecado deriva ya sea del rechazo 145 II, 1,18 | decadencia del sentido del pecado. Algunos, por ejemplo, tienden 146 II, 1,18 | exageraciones; pasan de ver pecado en todo, a no verlo en ninguna 147 II, 1,18 | toda pena merecida por el pecado; de la severidad en el esfuerzo 148 II, 1,18 | el verdadero sentido del pecado? Ni tampoco han de ser silenciados 149 II, 1,18 | significado eclesial del pecado y de la conversión, reduciéndolos 150 II, 1,18 | Restablecer el sentido justo del pecado es la primera manera de 151 II, 1,18 | tiempo. Pero el sentido del pecado se restablece únicamente 152 II, 1,18 | un sentido saludable del pecado. Ayudarán a ello una buena 153 II, 2,19 | 19. Para conocer el pecado era necesario fijar la mirada 154 II, 2,19 | economía de la salvación: el pecado es el mysterium iniquitatis. 155 II, 2,19 | Pero en esta economía el pecado no es protagonista, ni mucho 156 II, 2,19 | sacramentum pietatis. El pecado del hombre resultaría vencedor 157 II, 2,19 | historia para vencer el pecado del hombre.~Encontramos 158 II, 2,19 | piedad», porque vence al pecado.~Pero, ¿qué es esta piedad 159 II, 2,20 | nacido de Dios no comete pecado, porque la simiente de Dios 160 II, 2,20 | pecar —o para liberarse del pecado— el cristiano dispone de 161 II, 2,21 | afronta la iniquidad y el pecado. Además en este caso los 162 II, 2,21 | nacido de Dios, no comete pecado»; pero la expresión tiene 163 II, 2,22 | pérdida del sentido del pecado, a veces tentados por alguna 164 II, 2,22 | dijéramos que no tenemos pecado, nos engañaríamos a nosotros 165 II, 2,22 | amor más poderoso que el pecado, más fuerte que la muerte. 166 II, 2,22 | no se para ante nuestro pecado, no se echa atrás ante nuestras 167 III, 0,23 | el hombre marcado por el pecado, cuya imagen más significativa 168 III, 0,23 | infamias y confiesa: «He pecado contra Yavé»(115) y proclama: « 169 III, 0,23 | Reconozco mi transgresión, y mi pecado está siempre delante de 170 III, 0,23 | divina: «Yavé ha perdonado tu pecado. No morirás».(118)~La Iglesia 171 III, 0,23 | humanidad— herido por el pecado y tocado en lo más íntimo 172 III, 0,23 | deseo de liberación del pecado y, especialmente si es cristiano, 173 III, 0,23 | perdón y la remisión del pecado de cada hombre a la reconciliación 174 III, 0,23 | comprender que, siendo el pecado el principio activo de la 175 III, 0,23 | sólo la conversión ante el pecado es capaz de obrar una reconciliación 176 III, 1,25 | concreta la conversión ante el pecado y la comunión con Cristo 177 III, 1,26 | la armonía rotos por el pecado, cambiar dirección incluso 178 III, 1,26 | practicado para la corrección del pecado. A este respecto, quisiera 179 III, 1,26 | Iglesia.~ Sobre el sentido del pecado, que —como he dicho— se 180 III, 1,26 | nosotros, excepto en el pecado»,(147) quiso ser tentado 181 III, 1,26 | tentación no significa haber pecado, sino que es más bien ocasión 182 III, 1,26 | tener la medida exacta del pecado y sentirse impulsados decididamente 183 III, 1,27 | cristiano, consciente de pecado grave, puede recibir la 184 III, 1,27 | consciente de estar en pecado mortal, aunque se considere 185 III, 2,28 | atenuación del sentido del pecado, la desfiguración del concepto 186 III, 2,29 | quita y carga sobre sí el pecado del mundo,(158) aparece 187 III, 2,29 | mismos a la insidia del pecado, es decir a sus Apóstoles: « 188 III, 2,29 | conversión, en la lucha contra el pecado y las tentaciones, en el 189 III, 2,30 | que los fieles caídos en pecado después del Bautismo recibieran 190 III, 2,31 | condidón de criatura sujeta al pecado; se compromete a renunciar 191 III, 2,31 | renunciar y a combatir el pecado; acepta la pena (penitencia 192 III, 2,31 | confesión que la experiencia del pecado no degenera en desesperación.(181) 193 III, 2,31 | más sensible, viendo en el pecado, ciertamente, lo que comporta 194 III, 2,31 | hasta que no descubre que el pecado contrasta con la norma ética, 195 III, 2,31 | no solamente «existe el pecado», sino «yo he pecado»; hasta 196 III, 2,31 | el pecado», sino «yo he pecado»; hasta que no admite que 197 III, 2,31 | hasta que no admite que el pecado ha introducido en su conciencia 198 III, 2,31 | rechazo claro y decidido del pecado cometido, junto con el propósito 199 III, 2,31 | turbada y trastornada por el pecado, una liberación en lo más 200 III, 2,31 | sí mismo, por encima del pecado, a la misericordia que perdona.(188) 201 III, 2,31 | no colectiva, ya que el pecado es un hecho profundamente 202 III, 2,31 | arranca en cierto modo el pecado del secreto del corazón 203 III, 2,31 | eclesial, dañada por el pecado, la que acoge de nuevo al 204 III, 2,31 | presente para borrar su pecado y devolverle la inocencia, 205 III, 2,31 | principal ofendido por el pecado —«tibi soli peccavi»— , 206 III, 2,31 | que en aquel momento todo pecado es perdonado y borrado por 207 III, 2,31 | precio que se paga por el pecado absuelto y por el perdón 208 III, 2,31 | debida a las heridas del pecado, a la imperfección del amor 209 III, 2,31 | obra un foco infeccioso de pecado, que siempre es necesario 210 III, 2,31 | representada en Caín con el pecado «como fiera acurrucada a 211 III, 2,31 | ofendida y herida por su pecado. El Sacerdote, ministro 212 III, 2,31 | rupturas causadas por el pecado: el penitente perdonado 213 III, 2,32 | gracia perdida a causa del pecado; una necesidad de verificación 214 III, 2,32 | quitar las raíces mismas del pecado.~El cuidado del aspecto 215 III, 2,33 | que el fiel, consciente de pecado grave, es reconciliado con 216 III, 2,33 | resulta claramente que cada pecado grave debe ser siempre declarado, 217 Des, 0,35 | interior a fin de detestar el pecado y convertirse a Dios, y 218 Des, 0,35 | humanidad, turbada por el pecado y maltrecha por tantas tensiones