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| Ioannes Paulus PP. II Reconciliatio et Paenitentia IntraText - Concordancias (Hapax Legomena) |
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Parte, Capítulo, Parrafo gris = Texto de comentario
501 III, 2,29 | contrariamente al persistente cliché, según el cual el Dios del
502 III, 1,26 | realizables sólo en un clima genuinamente evangélico,
503 III, 2,33 | la ley con la que ella ha codificado la antigua praxis penitencial:
504 Pro, 0,2 | más escandaloso en cuanto coexiste con una retórica hasta ahora
505 III, 2,34 | han puesto de relieve la coexistencia y la mutua influencia de
506 III, 1,26 | sociedad que quiera ser coherente con la ley moral, fundamento
507 III, 2,30 | hirieron pecando, y que colabora a su conversión con la caridad,
508 III, 2,31 | ordinariamente individual y no colectiva, ya que el pecado es un
509 II, 1,16 | cuanto a una vaga entidad y colectividad anónima, que podría ser
510 II, 1,16 | situaciones o comportamientos colectivos de grupos sociales más o
511 Des, 0,35 | confortado por la reflexión colegial que muchos de ellos, reunidos
512 Pro, 0,4 | Iglesia universal y Cabeza del Colegio Episcopal, en su calidad
513 III, 2,29 | para que no se desfogara su cólera. Se acordó de que eran carne,
514 Pro, 0,4(17) | muchos los elementos que se combaten en el propio interior del
515 II, 2,20 | referimos —como proponen algunos comentaristas— a Jesús, el Hijo de Dios,
516 III, 2,31 | propósito de no volver a cometerlo,(185) por el amor que se
517 II, 0,13 | ti, contra ti sólo pequé, cometí la maldad que aborreces».(59)
518 II, 1,18 | el sentido de la ofensa cometida contra Dios, o sea, el verdadero
519 III, 2,29 | tendido la Iglesia desde sus comienzos— a sus sucesores, investidos
520 III, 2,31 | justicia, de modo que no es comparable sino por analogía a los
521 I, 2,9 | ahora en volver a tomar la comparación para reafirmar que la Iglesia,
522 II, 1,14 | luz del Evangelio, y la comparamos con aquella otra página
523 I, 3,12 | hasta que Cristo la haga comparecer ante sí gloriosa, sin manchas
524 III, 1,25 | Comunidades eclesiales que comparten la fe en Cristo, Hijo de
525 III, 1,26 | hacer concreta la caridad, compartiendo lo que se tiene con quien
526 Des, 0,35 | tengan un mismo sentir, sean compasivos, fraternales, misericordiosos,
527 III, 2,31 | Sacramento de la Penitencia compete ahora al confesor juez y
528 III, 1,25 | mediante los Obispos, con la competencia y responsabilidad que les
529 Pro, 0,4 | medio del cual Dios se ha complacido en reconciliar consigo todas
530 I, 2,8 | condensar la misión —rica y compleja— de la Iglesia en la tarea —
531 Pro, 0,4 | mismo de penitencia son muy complejos. Si la relacionamos con
532 III, 1,26 | dos realidades distintas y complementarias a las que los Padres Sinodales
533 II, 0,13 | penitencia en el sentido más completo del término: arrepentirse,
534 II, 1,16 | miedo y encubrimiento, por complicidad solapada o por indiferencia;
535 II, 1,15 | El misterio del pecado se compone de esta doble herida, que
536 III, 2,31 | realidades o partes que componen el signo sacramental del
537 II, 1,16 | determinadas situaciones o comportamientos colectivos de grupos sociales
538 III, 2,31 | innegables exigencias que ellas comportan, y de la mortificación que
539 III, 2,31 | Iglesia como pecador, del comprenderse a sí mismo bajo la mirada
540 III, 2,33 | que regulan su práctica, comprendida la de no recurrir de nuevo
541 III, 2,32 | y esenciales— que están comprendidos en el itinerario penitencial.
542 III, 2,31 | interior, esto es, hacia una comprensión más profunda de la naturaleza
543 II, 1,15 | hecho objetivo que pueden comprobarse en tantos momentos de la
544 III, 2,31 | criatura sujeta al pecado; se compromete a renunciar y a combatir
545 III, 1,25 | internacional»,(131) son llamados a comprometerse directamente en el diálogo
546 III, 2,31 | Penitencia, en que estamos comprometidos en virtud de nuestro sacerdocio,
547 III, 1,27 | la Misa. "A quien desea comulgar debe recordársele... el
548 II, 1,18 | menudo por los medios de comunicación, favorece no poco la pérdida
549 II, 1,18 | enseñanza a los jóvenes, en las comunicaciones de masa y en la misma vida
550 III, 2,31 | Resurrección de Jesús es comunicada al mismo penitente como «
551 I, 3,10 | mandamiento nuevo»(47) del amor, comunicándonos al mismo tiempo la certeza
552 III, 2,29 | santificador en su corazón, comunicarle un perdón que sólo Dios
553 Des, 0,35 | reconciliación, he querido comunicaros con el mismo espíritu del
554 III, 2,29 | en el conocimiento vivo y comunicativo de la Palabra de Dios. Pero
555 I, 2,9 | incluso en cuanto Iglesias o Comuniones— y de la Iglesia de Roma.
556 III, 2,32 | precisamente por su carácter comunitario y por la modalidad que la
557 III, 2,32 | subrayar más los aspectos comunitarios del Sacramento, se asemeja
558 II, 1,15 | dejar de considerar esta concatenación de causa y efecto. En cuanto
559 II, 1,18 | abstracción de Dios, y que se concentra totalmente en el culto del
560 II, 1,16 | fruto, la acumulación y la concentración de muchos pecados personales.
561 Pro, 0,1 | invitación?~El ansia por concer y comprender mejor al hombre
562 III, 2,31(188)| Código de Derecho Canónico concernientes al lugar para la administración
563 III, 1,25 | Iglesia católica, en cuanto le concierne, sabe que debe estar abierta
564 III, 2,32 | Penitencia a algo distinto, pero conciliable con ello: me refiero a la
565 III, 2,30(177)| Romanum ex Decreto Sacrosancti Concilii Oecumenici Vaticani II instauratum,
566 III, 2,30 | más antiguos, las actas de Concilios y de Sínodos episcopales,
567 III, 2,30(176)| Cf. Const. Sacrosanctum Concilium sobre la sagrada liturgia,
568 Des, 0,35 | herederos de la bendición». Y concluía con una palabra de aliento
569 Pro, 0,4 | la reunión sinodal apenas concluida, el que ha puesto en evidencia
570 Pro, 0,4 | como ya había sucedido al concluir las tres Asambleas precedentes
571 III, 2,31(179)| sino los enfermos», con la conclusión: «...he venido yo a llamar ...
572 Pro, 0,4 | Presidente del Sínodo, las conclusiones de su trabajo. Por mi parte
573 III, 1,26 | algunas de las Propositiones conclusivas: precisamente la penitencia
574 Des | DESEO CONCLUSIVO~
575 III, 2,33 | criterios y orientaciones concordados —sobre la base de las consideraciones
576 Pro, 0,2 | gravedad con irrefutable concreción. Entre tantos otros dolorosos
577 II, 2,20(105) | la citación literal, no concuerda con el neutro « mysterium ».
578 Pro, 0,2 | traer a la memoria:~ la conculcación de los derechos fundamentales
579 II, 1,17 | podía también significar ser condenado a muerte.(79) A estos pecados
580 II, 1,18 | costumbre general, aunque estén condenados por la conciencia individual,
581 III, 2,29 | y que ha venido no para condenar, sino para perdonar y salvar.(161)~
582 I, 2,8 | de Cristo se puede, pues, condensar la misión —rica y compleja—
583 II, 1,16 | Este hombre puede estar condicionado, apremiado, empujado por
584 II, 1,18 | agrandar los innegables condicionamientos e influjos ambientales e
585 III, 2,31 | allí sus pecados y su misma condidón de criatura sujeta al pecado;
586 I, 2,9 | mundo contemporáneo que no condividen su fe y que, debido a un
587 Des, 0,35 | penitencia, el único que podrá conducirlo a la plena reconciliación.~
588 Pro, 0,4(17) | fatigan al mundo moderno están conectados con este otro desequilibrio
589 III, 1,25 | particulares, como reunidos en las Conferencias Episcopales, con la colaboración
590 III, 2,30 | de perdonar los pecados, conferido por Cristo a los Apóstoles
591 III, 1,27 | sacramento de iniciación— al conferir la plenitud del Espíritu
592 III, 1,27 | necesidad y no tiene manera de confesarse, debe antes hacer un acto
593 III, 2,29 | generalmente de aquellos confesionarios; y con los Santos, el patrimonio
594 III, 2,31(188)| administración del Sacramento y los confesonarios (can. 964, 2-3).~
595 III, 1,24 | medios, que le han sido confiados por su mismo Fundador: la
596 III, 2,29 | perdonar los pecados Jesús lo confiere, mediante el Espíritu Santo,
597 III, 0,23 | con sus propias infamias y confiesa: «He pecado contra Yavé»(115)
598 III, 2,30 | Señor Jesús instituyó y confió a la Iglesia —como don de
599 III, 2,29 | evangélicas más notables. Jesús confirió tal poder a los Apóstoles
600 II, 1,16 | Pero es una verdad de fe, confirmada también por nuestra experiencia
601 III, 1,26 | del Magisterio social, que confirman y proponen de nuevo los
602 II, 1,14 | escribiéndola en el corazón y confirmándola y perfeccionándola con la
603 III, 2,32 | ocasión y el estímulo para conformarse más íntimamente a Cristo
604 III, 1,24 | Iglesia como plenamente conforme con las exigencias de su
605 III, 2,29 | médico que cura y conforta,(166) maestro único que
606 Des, 0,35 | sucesores de los Apóstoles, y confortado por la reflexión colegial
607 Des, 0,35 | imparto gustosamente la confortadora Bendición Apostólica.~Dado
608 II, 0,13 | en el que el pecado se confronta con la verdad del amor divino,
609 III, 2,31(179)| nuevo e impresionante si la confrontamos con la figura del «Siervo
610 II, 0,13 | más dispersos que antes, confundidos en el lenguaje, divididos
611 II, 1,16(74) | Cf. S. Congregación para la Doctrina de la Fe,
612 II, 1,18(100) | Pío XII, Radiomensaje al Congreso Catequístico Nacional de
613 II, 1,17 | si no ha sido perdonado, conlleva una pena eterna; es venial
614 I, 3,11 | De hecho, puesto que conmemoran y renuevan el misterio de
615 II, 1,14(69) | seréis como Dios, conocedores del bien y del mal»; cf.
616 I, 2,8 | reconciliación del mundo, no lo conocemos solamente por la historia
617 III, 2,31 | de tal doctrina, que debe conocerse mejor y tenerse presente.
618 III, 2,29 | Castelnuovo, citando a los más conocidos que la Iglesia ha inscrito
619 Pro, 0,3 | es objeto de una ardua conquista y, por tanto, la meta a
620 II, 2,22 | valores cristianos concretos a conquistar en nuestra vida diaria.~
621 Pro, 0,4(6) | catequesis que a tal idea-maestra consagró él para ilustrar dicho Jubileo. ~
622 II, 2,22 | y generoso; cuando somos conscientes de que este amor ha llegado
623 Pro, 0,4(7) | jubilar de la Redención— conseguirá plenamente su objetivo únicamente
624 Pro, 0,4 | interesa. Además ha sido el Consejo de la Secretaría del Sínodo
625 II, 1,18 | éticos impuestos por el consenso y la costumbre general,
626 II, 1,17 | conocimiento y deliberado consentimiento. Es un deber añadir —como
627 III, 2,31 | de satisfacción —que, aun conservando un carácter de sencillez
628 III, 1,25 | recibido y me esfuerzo por conservar y poner en práctica, puedo
629 III, 2,31 | tenerse presente. A menudo se considera la conversión y la contrición
630 III, 2,33 | concordados —sobre la base de las consideraciones doctrinales y pastorales
631 Pro, 0,4 | finalmente, ha trazado las líneas consideradas más idóneas para la redacción
632 III, 1,25 | y la profesión de fe se consideran miembros de la comunidad
633 II, 1,17 | consecuencia del pecado mortal.~Considerando además el pecado bajo el
634 III, 1,27 | hace, más propiamente puede considerarse el sacramento de la Penitencia
635 III, 1,27 | pecado mortal, aunque se considere arrepentido, se acerque
636 II, 1,18 | tanto, esperar que tenga consistencia un sentido del pecado respecto
637 III, 2,31 | recitar, sino que deben consistir en acciones de culto, caridad,
638 III, 2,29 | uno de los más hermosos y consoladores ministerios del Sacerdote;
639 III, 1,25 | fraternidad que permite y consolida el diálogo sincero», añade
640 II, 1,17 | Iglesia, desde hace siglos, constantemente habla de pecado mortal y
641 II, 0,13 | como tantas veces se puede constatar experimentalmente, y como
642 III, 1,25 | base de un diálogo leal y constructivo la claridad de las posiciones,
643 II, 1,18 | sea que el hombre puede construir un mundo sin Dios, pero
644 I, 1,5 | explotado mientras buscaba construirse un mundo todo para sí; atormentado
645 II, 1,18 | vez que embriagado por el consumo y el placer, sin preocuparse
646 Pro, 0,4 | hombre en la misma fuente contaminada, señalando la raíz de las
647 I, 3,12 | Ángeles y los Santos, que contemplan y adoran al Dios tres veces
648 II, 1,18 | del pecado en la sociedad contemporánea también a causa de los equívocos
649 Des, 0,35 | sugerencias y directrices contenidas en este Documento, tratando
650 I, 3,10 | obedecer a su Señor y Padre; continúa siéndolo incluso cuando
651 I, 3,10 | consigo mismo.~La Iglesia, continuando el anuncio de reconciliación
652 Pro, 0,4 | penitencia orientándose a un continuo caminar hacia lo mejor.
653 II, 1,15 | se desatan dentro de sí contradicciones y conflictos. Desgarrado
654 II, 1,17 | A estos pecados se contraponían otros, sobre todo los cometidos
655 II, 1,16 | e ineficaz, por no decir contraproducente, si no se convierten las
656 III, 2,29 | veces se atribuye al Señor, contrariamente al persistente cliché, según
657 II, 1,17 | el riesgo que se corre de contribuir a atenuar más aún, en el
658 III, 2,32 | fieles y con los fieles, contribuirá a vivificar la práctica
659 III, 2,32 | gran virtud terapéutica y contribuye a quitar las raíces mismas
660 Pro, 0,4 | integrales de la reconciliación, contribuyendo así, aunque sólo fuera con
661 III, 2,31(185)| Paenitentiae, cap. IV: De contritione: Conciliorum Oecumenicorum
662 III, 2,31 | aquel momento el pecador contrito y convertido entra en contacto
663 III, 2,31(185)| penitente « ex attrito fit contritus », de modo que la Penitencia
664 III, 1,25 | concordia y la paz. Hace esto convencida de que como «en la guerra
665 III, 0,23 | toda la Iglesia.~Estoy pues convencido de destacar lo esencial
666 III, 2,31 | toda la creación. De tal convencimiento, al terminar la celebración —
667 Pro, 0,2 | la acumulación de armas convencionales o atómicas; la carrera de
668 III, 1,27 | les sea indicado el modo conveniente de servirse de las partes
669 III, 2,31 | todos los medios posibles y convenientes, busquen todos los caminos
670 II, 1,14 | ellas, tienen un punto de convergencia: en ambas nos encontramos
671 I, 2,7 | neotestamentarios, es legítimo hacer converger las reflexiones acerca de
672 II, 1,17 | contrario a la voluntad divina (conversio ad creaturam). Esto puede
673 Pro, 0,1 | inaugurar su predicación: «Convertíos y creed en el Evangelio»(1)
674 III, 1,25 | que no sería tal y no se convertiría en un factor de reconciliación,
675 Des, 0,35 | este Documento, tratando de convertirlas con una vital praxis pastoral,
676 II, 1,17 | como si automáticamente se convirtiera en algo secundario o en
677 III, 2,34 | caso al de cristianos que conviven irregularmente.~Asimismo
678 Pro, 0,4(7) | escribía en la Bula de convocación del Año jubilar de la Redención—
679 Pro, 0,4 | el centro del Año jubilar convocado para celebrar el 1950 aniversario
680 Pro, 0,4 | reconciliación: en primer lugar convocando la VI Asamblea General del
681 Pro, 0,4(6) | bastará recordar que, al convocar a toda la Iglesia y a todo
682 III, 2,32 | dictados no por motivaciones conyunturales y subjetivas, sino por el
683 I, 3,12 | misteriosamente unidas en esta cooperación con Cristo en reconciliar
684 Des, 0,35 | un día no lejano produzca copiosos frutos, os invito a volver
685 III, 2,29 | de Dios, viniendo como el Cordero que quita y carga sobre
686 Pro, 0,2(5) | comunidad: cf. Carta a los Corintios, III-VI; LVII: Patres Apostolici,
687 III, 2,31 | satisfacción es el acto final, que corona el signo sacramental de
688 II, 1,17 | el otro, el riesgo que se corre de contribuir a atenuar
689 III, 1,26 | aceptado y practicado para la corrección del pecado. A este respecto,
690 II, 2,20(105) | han retocado el texto para corregirlo gramaticalmente. Pablo sólo
691 III, 1,25 | existen en su interior, que corren el riesgo de convertirse
692 II, 2,21 | hacia el cristiano debe corresponder la piedad del cristiano
693 III, 1,24 | de su misión salvífica y correspondiente, al mismo tiempo, a las
694 Pro, 0,4 | interno de cada uno. La corversión personal es la vía necesaria
695 I, 2,8(35) | perdonada y hecha una misma cosa con Dios»: Juan Pablo II,
696 I, 2,7 | de Cristo a dimensiones cósmicas, cuando escribe que en Él,
697 II, 1,15 | pecador abre en su propio costado y en relación con el prójimo.
698 III, 1,27 | nos libera de las culpas cotidianas y nos preserva de los pecados
699 Pro, 0,4 | el esfuerzo concreto y cotidiano del hombre, sostenido por
700 Pro, 0,4 | casi inobservados a fuer de cotidianos) que en diversas medidas
701 II, 1,17 | Dios ciertas realidades creadas, elevándolas al nivel de
702 II, 1,18 | gran parte de la humanidad, creando la tendencia a ver errores
703 III, 1,25 | que la Iglesia es capaz de crear concordia activa —la unidad
704 III, 1,26 | diligentes y capaces de creatividad no faltan jamás ocasiones
705 II, 1,17 | voluntad divina (conversio ad creaturam). Esto puede ocurrir de
706 I, 3,12 | perdón recíproco, y con el crecimiento del espíritu de fraternidad
707 III, 1,25 | y como condición de su credibilidad y eficacia— debe darse un
708 Pro, 0,1 | predicación: «Convertíos y creed en el Evangelio»(1) esto
709 I, 3,10 | aquellos que se convierten y creen en Cristo, sin exclusiones
710 III, 2,34 | casos más delicados~34. Creo que debo hacer en este momento
711 I, 3,10 | relaciones con Aquel que lo creó. A pesar de esta prevaricación
712 I, 2,7 | reconciliado consigo todas las criaturas, las del cielo y las de
713 II, 1,17 | habla de letalia o mortifera crimina, oponiéndolos a venialia,
714 III, 1,26 | recalcando la necesidad de formar cristianamente la propia conciencia, a
715 I, 2,7 | salvación, punto clave de la cristología del Apóstol. «Porque si
716 II, 2,20 | tres líneas de un Himno cristológico, que —según la opinión de
717 I, 2,9 | caritas.~Según este mismo criterio, la Iglesia debe poner en
718 III, 1,26 | un verdadero esfuerzo por crucificar al «hombre viejo» para que
719 I, 2,7 | mirar hacia el mysterium Crucis como al drama más alto en
720 II, 1,17(93) | Spiritu et littera, XXVIII: CSEL 60, 202 s.; CCL 38, 441;
721 I, 2,7 | precisamente ante el doloroso cuadro de las divisiones y de las
722 III, 2,31 | precisamente penitencia. ¿Cuál es el significado de esta
723 | cualquiera
724 | cuantos
725 III, 1,26 | contemporáneo parece que le cuesta más que nunca reconocer
726 III, 2,29 | experiencias. Siempre deberá cuidar la propia perfección y la
727 II, 1,16 | tanto, su responsabilidad y culpabilidad. Pero es una verdad de fe,
728 II, 1,18 | la preocupación por no culpar o por no poner frenos a
729 III, 1,26 | las distintas condiciones culturales, morales y sociales.~Es
730 III, 1,25(125)| VI, Exhort. Ap. Paterna cum benevolentia: AAS 67 (1975),
731 III, 2,31 | de esta penitencia que se cumple? No es ciertamente el precio
732 III, 2,31 | con buenas disposiciones, cumplimos mejor nuestro ministerio
733 III, 2,29 | perdida,(165) médico que cura y conforta,(166) maestro
734 III, 2,31(179)| reino de Dios y a hacer curaciones». La imagen de Cristo médico
735 III, 2,31(179)| en sus llagas hemos sido curados» (Is 53, 4s.).~
736 III, 2,31 | medicina salutis». «Yo quiero curar, no acusar», decía san Augustín
737 III, 1,26 | lecciones, debates, encuentros y cursos de cultura religiosa, etc.,
738 II, 1,17 | caída del pecado; Dios lo custodia, «el Maligno no lo toca».
739 Pro, 0,1 | venerados Predecesores, cuyos luminosos pontificados estuvieron
740 III, 2,33 | normas y las disposiciones dadas sobre este punto, fruto
741 I, 1,5 | joven dijo al padre: "Padre, dame la parte de herencia que
742 II, 2,22 | que la muerte. Cuando nos damos cuenta de que el amor que
743 III, 2,31 | es la Comunidad eclesial, dañada por el pecado, la que acoge
744 III, 2,32 | menores ofenden a Dios y dañan a la Iglesia, Cuerpo de
745 II, 1,16 | las fábricas puedan seguir dando bienestar a ellos mismos,
746 III, 2,33 | uso de la tercera forma, dará este juicio sintiendo la
747 III, 2,31 | resentirían muy pronto, y se daría cuenta también la Comunidad
748 III, 1,26 | y los pueblos. De estos datos bíblicos sobre la reconciliación
749 III, 2,32 | formas de celebración se deba recurrir estén dictados
750 III, 1,26 | predicaciones, lecciones, debates, encuentros y cursos de
751 II, 0,13 | la construcción de lo que debería ser a la vez símbolo y centro
752 III, 2,31 | cristiano una zona de sombra, debida a las heridas del pecado,
753 III, 1,27 | Eucharisticum mysterium, la cual, debidamente aprobada por Pablo VI, confirma
754 III, 2,29 | reconciliación humana: conocer las debilidades y caídas de aquel fiel,
755 III, 2,31 | el arrepentimiento, a la debilitación de las facultades espirituales
756 II, 1,18 | situación el ofuscamiento o debilitamiento del sentido del pecado deriva
757 II, 1,16 | humana— y en su espíritu, debilitando su voluntad y oscureciendo
758 III, 2,28 | momento en que ella podría debilitarse, perder algo de su integridad
759 II, 1,18 | favorecen inevitablemente la decadencia del sentido del pecado.
760 III, 2,31 | sacerdotal sufre un inevitable decaimiento, si le falta, por negligencia
761 III, 2,31 | alejamiento del padre y decide volver a él:(192) todo tiene
762 III, 1,26 | pecado y sentirse impulsados decididamente a la penitencia y a la reconciliación.
763 III, 1,26 | reconocer los propios errores y decidir volver sobre sus pasos para
764 Pro, 0,4 | curación y restablecer, por así decirlo, una reconciliación también
765 II, 1,17 | la distinción esencial y decisiva está entre el pecado que
766 II, 1,18 | y entonces, perdido este decisivo punto de referencia interior,
767 III, 1,26(143)| Cf. Decl. Dignitatis humanae sobre
768 III, 1,25(122)| de los Obispos, 13; cf. Declar. Gravissimum educationis
769 II, 1,17 | los falsos dioses(78)— se declaraba que el reo debía ser «eliminado
770 II, 1,18 | ser casi proverbial, pudo declarar en una ocasión que «el pecado
771 Pro, 0,4 | Iglesia de Jesucristo. Con dedicación de Madre e inteligencia
772 II, 1,15 | mujer como si apuntaran su dedo acusando el uno hacia el
773 I, 2,7 | reconciliador~7. Como se deduce de la parábola del hijo
774 II, 1,18 | ser silenciados algunos defectos en la praxis de la Penitencia
775 II, 1,18 | movimiento de ideas y costumbres, defensor de un humanismo que hace
776 III, 1,27 | constructores de la familia de Dios, defensores y preservadores de la comunión
777 III, 2,31 | culpa y la ofensa», según la definí en la Encíclica Dives in
778 II, 1,18 | de la conciencia, de una deformación de la conciencia, de un
779 III, 1,27 | alcanzar sobre las fuerzas que deforman y destruyen el amor, de
780 III, 2,31 | experiencia del pecado no degenera en desesperación.(181) El
781 I, 3,11(52) | San Agustín, De Civitate Dei, XXII, 17: CCL 48, 835 s.;
782 III, 2,33 | tienen derecho a no ser dejadas en la incertidumbre y en
783 III, 1,25 | práctica a través de los medios dejados por Cristo a la Iglesia
784 III, 2,31 | eficacia, si de algun modo dejáramos de ser buenos penitentes.
785 III, 1,25 | es menester que todos nos dejemos interpelar por la Palabra
786 III, 1,26 | siguiendo sus huellas, no dejo ninguna ocasión para hacer
787 III, 0,23 | y mi pecado está siempre delante de mí»;(116) pero reza a
788 II, 1,17 | pecados —los cometidos con deliberación,(75) las diversas formas
789 II, 1,17 | con pleno conocimiento y deliberado consentimiento. Es un deber
790 III, 2,34 | Algunos casos más delicados~34. Creo que debo hacer
791 III, 1,27 | suciedad de la carne, sino demandando a Dios una buena conciencia».(151)
792 II, 2,20 | las palabras de ese Himno, densas de contenido teológico y
793 II, 1,16 | situaciones de pecado o denuncia como pecados sociales determinadas
794 Pro, 0,4 | verdadera función profética, denunciando los males del hombre en
795 II, 1,17 | alejarse así de Él (aversio a Deo), rechazando la comunión
796 Des, 0,35 | semilla que en esta hora deposito en la tierra generosa de
797 Pro, 0,2 | social y económicamente deprimidos; la distribución inicua
798 II, 1,16 | que revela fácilmente su derivación de ideologías y sistemas
799 Pro, 0,4 | pecado— de la cual se han derivado todas las otras formas de
800 III, 1,27 | unitas y caritas), que derivan de la esencia misma del
801 III, 1,26 | sobre la reconciliación derivará naturalmente una catequesis
802 I, 3,10 | de los dos pueblos uno, derribando el muro de separación, la
803 I, 2,7 | con Dios y de este modo derribar el muro de separación(31)
804 II, 2,19 | permanecería incompleto o, incluso, derrotado, si este mysterium pietatis
805 I, 2,7 | muerto y resucitado para derrotar el reino del pecado, restablecer
806 III, 1,25 | amenaza de un determinado «derrotismo», y a pesar de la lentitud
807 II, 1,17 | rebelión o, incluso, de desafío contra Dios, el cual, por
808 III, 2,30 | y a sus sucesores, se ha desarrollado en la Iglesia la conciencia
809 III, 1,25 | ellos, la Iglesia sigue desarrollando su acción reconciliadora.
810 III, 1,25 | sobre todo, un modo de desarrollar su acción en el mundo contemporáneo.~
811 III, 0,23 | reconciliadora de la Iglesia debe desarrollarse así según aquel íntimo nexo
812 III, 1,25 | diálogo, de cualquier forma se desarrolle —y son y pueden ser muy
813 II, 0,13 | Dios presupone e incluye desasirse con lucidez y determinación
814 II, 1,16 | sea de modo tan negativo y desastroso— también en esta responsabilidad
815 II, 1,15 | equilibrio interior se rompe y se desatan dentro de sí contradicciones
816 II, 1,16 | esta verdad con el fin de descargar en realidades externas —
817 I, 1,6 | al hermano más joven sus descarríos y al padre la acogida dispensada
818 II, 1,16 | por desgracia, la ley del descenso, de suerte que se puede
819 Pro, 0,1 | mundo contemporáneo, por descifrar su enigma y por desvelar
820 III, 1,25 | de toda actitud hostil, desconfiada, de condena mutua y hasta
821 III, 1,25 | optimismos, pero también sin desconfianzas, dudas o retrasos. Las leyes
822 Pro, 0,2 | una retórica hasta ahora desconocida sobre los mismos derechos;
823 II, 1,15 | entre los hermanos.~En la descripción del «primer pecado», la
824 Des, 0,35 | intercesión la humanidad misma descubra y recorra el camino de la
825 I, 1,6 | representa a aquellos que descubren en el fondo de su propia
826 I, 1,6 | transformación de los corazones y el descubrimiento de la misericordia del Padre
827 III, 2,32 | de ser más bien ayudado a descubrir que está viviendo un acontecimiento
828 III, 2,32 | debe dejar de ser usada o descuidada. La segunda —reconciliación
829 III, 2,30 | la reforma de tal rito, deseaba que éste expresara aún más
830 II, 0,13 | como señal y garantía de la deseada unidad solamente una obra
831 III, 1,25 | profunda y estable que todos deseamos. Se llegará a esta comunión
832 II, 1,15 | en su forma social.~Quien desee indagar el misterio del
833 II, 1,15 | recordadas, la ruptura con Dios desemboca dramáticamente en la división
834 Pro, 0,4(7) | objetivo únicamente cuando desemboque en un nuevo compromiso por
835 I, 2,8 | materiales o la búsqueda desenfrenada del placer. Los medios son:
836 Pro, 0,4(17) | embargo, ilimitado en sus deseos y llamado a una vida superior.
837 III, 2,34 | encuentran algunos cristianos, deseosos de continuar la práctica
838 II, 1,18 | modelo de sociedad mutilado o desequilibrado en uno u otro sentido, como
839 Pro, 0,4(17) | conectados con este otro desequilibrio fundamental que hunde sus
840 Pro, 0,4(17) | realidad de verdad, los desequilibrios que fatigan al mundo moderno
841 II, 1,17 | Tomás de Aquino— «no hay que desesperar de la salvación de nadie
842 III, 2,28 | del sentido del pecado, la desfiguración del concepto de arrepentimiento,
843 III, 2,29 | veces su ira para que no se desfogara su cólera. Se acordó de
844 Pro, 0,2(5) | Romano para denunciar los desgarrones existentes en aquella comunidad:
845 I, 1,5 | lo había fascinado; solo, deshonrado, explotado mientras buscaba
846 III, 1,26 | lenguaje cristiano tradicional designa como los cuatro novísimos
847 II, 1,14(68) | Testamento sobre el pecado. La designación más común es la de hamartía
848 II, 1,14(68) | Pero el pecado es también designado adikía y su significación
849 Pro, 0,2 | variados: desde la creciente desigualdad entre grupos, clases sociales
850 I, 1,5 | caído en la tentación; desilusionado por el vacío que, como espejismo,
851 II, 1,17 | las situaciones concretas, deslindar netamente los confines.~
852 II, 1,17 | cualquier razón, algo gravemente desordenado. En efecto, en esta elección
853 III, 2,28 | consideración equivocada y desorientadora sobre los efectos del Sacramento.~
854 I, 1,6(21) | gran disgusto y sentirse despechado» porque Dios es «misericordioso
855 I, 1,5 | marcha de la casa paterna, el despilfarro de todos sus bienes llevando
856 Pro, 0,4 | modo de ganarla;(11) para despojarse del hombre viejo y revestirse
857 III, 2,29(162)| considerar como perdonado a quien desprecia a la Iglesia »: Sermo 11 (
858 III, 0,23 | y firmeza, a tiempo y a destiempo, la «palabra de reconciliación»(120)
859 III, 1,27 | sacramento del Orden está destinado a dar a la Iglesia los Pastores
860 II, 1,17 | oscura y poderosa fuerza de destrucción.~Durante la asamblea sinodal
861 II, 2,19 | resultaría vencedor y, al final, destructor; el designio salvífico de
862 III, 1,26 | convierta en «una fuerza destructora de su verdadera humanidad,
863 II, 1,17 | está entre el pecado que destruye la caridad y el pecado que
864 III, 1,27 | las fuerzas que deforman y destruyen el amor, de modo que la
865 II, 1,15 | consecuencia del pecado es la desunión de la familia humana, ya
866 Pro, 0,1 | descifrar su enigma y por desvelar su misterio; el deseo de
867 II, 1,17 | con Dios, sumo bien, de desviación del camino que lleva a Dios
868 III, 2,30 | doctrinal ante las graves desviaciones de la enseñanza genuina
869 II, 1,17 | él en la eternidad, puede detenerse o distanciarse, sin por
870 II, 0,13 | desasirse con lucidez y determinación del pecado en el que se
871 III, 2,33 | con sus circunstancias determinantes, en una confesión individual.~
872 Des, 0,35 | empuje interior a fin de detestar el pecado y convertirse
873 III, 2,31 | inspirado en una auténtica fe y devoción al Sacramento de la Penitencia.
874 III, 2,31 | para borrar su pecado y devolverle la inocencia, y la fuerza
875 III, 2,29 | propósito debo recordar con devota admiración las figuras de
876 III, 2,31 | metánoia evangélica que devuelve el hombre a Dios, como el
877 Pro, 0,4 | colaboradores, los Presbíteros y Diáconos, los Religiosos y Religiosas,
878 III, 1,25 | para asociarse con ellos, dialogando con ellos o estimulándoles
879 III, 1,25 | ellos o estimulándoles a dialogar entre sí, en favor de la
880 I, 1,5 | y vacía, los tenebrosos días de la lejanía y del hambre,
881 Des, 0,35 | elegidos extranjeros en la diáspora ... elegidos según la presciencia
882 III, 1,26 | siete veces se vuelve a ti dicéndote: «Me arrepiento", le perdonarás».(140)
883 Pro, 0,4(6) | verdad lo es, si se toman dichas expresiones en toda su amplitud.
884 II, 1,16 | personal. En no pocos casos dichos factores externos e internos
885 III, 2,32 | celebración se deba recurrir estén dictados no por motivaciones conyunturales
886 III, 1,26 | y proponen de nuevo los dictámenes universales de la razón
887 III, 2,31(178)| 1685), para subrayar la diferencia con los tribunales humanos.
888 II, 1,14 | a pesar de las notables diferencias de contenido y de forma
889 II, 2,20 | lenguaje característico diferente del de San Pablo, pudo escribir
890 II, 2,20(105) | texto ofrece una cierta dificultad, ya que el pronombre relativo,
891 II, 1,16 | menos inconscientemente a difuminar y casi a borrar lo personal,
892 III, 2,28 | la mentalidad, a veces difundida, de que se puede obtener
893 Pro, 0,2 | y a una calidad de vida digna; esto es tanto más escandaloso
894 II, 2,21 | pecar , y de comportarse dignamente «en la casa de Dios, que
895 III, 1,26(143)| Cf. Decl. Dignitatis humanae sobre la libertad
896 Pro, 0,4 | litúrgico, es tan rico y digno de veneración también en
897 Pro, 0,4 | completa con el de dar frutos dignos de penitencia;(10) toda
898 III, 2,31(184)| la conciencia, cf. lo que dije durante la Audiencia General
899 II, 2,22 | advertencia de San Juan: «Si dijéramos que no tenemos pecado, nos
900 I, 1,5 | dos hijos. El más joven dijo al padre: "Padre, dame la
901 III, 1,26 | reconciliación. A los Pastores diligentes y capaces de creatividad
902 III, 1,27 | Sacramentos.~En el misterioso dinamismo de los Sacramentos, tan
903 II, 1,14 | a la norma moral que él dio al hombre, escribiéndola
904 III, 2,33 | toca, en el ámbito de su diócesis, valorar si existen en concreto
905 III, 1,25(129)| los miembros del Cuerpo Diplomático acreditado ante la Santa
906 II, 1,17 | Esto puede ocurrir de modo directo y formal, como en los pecados
907 Des, 0,35 | indicaciones, sugerencias y directrices contenidas en este Documento,
908 III, 1,26 | de aquellos a quienes se dirigen. Las brindan a menudo las
909 II, 1,16 | obra u omisión por parte de dirigentes políticos, económicos y
910 II, 0,13 | ministerio de la penitencia son dirigidos a todos los hombres, porque
911 Des, 0,35 | principio de la Iglesia, dirigió «a los elegidos extranjeros
912 Pro, 0,2(5) | cristianos de Corinto se dirigirá algunos años más tarde S.
913 Des, 0,35 | invito al mismo tiempo a dirigiros conmigo al Corazón Inmaculado
914 III, 2,31 | la presente Exhortación dirijo, pues, una insistente invitación
915 I, 3,12 | de la predicación. Siendo discípula del único Maestro Jesucristo,
916 II, 2,19 | párrafos de su mensaje al discípulo predilecto con el fin de
917 Pro, 0,4(17) | que tantas y tan graves discordias provoca en la sociedad»:
918 III, 2,29 | cualidades humanas de prudencia, discreción, discernimiento, firmeza
919 Pro, 0,2 | fe; las varias formas de discriminación: racial, cultural, religiosa,
920 Pro, 0,2 | divergencias tribales a las discriminaciones por motivos socio religiosos.~
921 Pro, 0,4 | relacionadas con él. La discusión, el estudio en común, la
922 I, 1,6(21) | Jonás es el de «probar gran disgusto y sentirse despechado» porque
923 I, 2,9 | de fundarse ni sobre el disimulo de los puntos que dividen,
924 II, 1,18 | la posibilidad de pecar.~Disminuye fácilmente el sentido del
925 Pro, 0,4 | reconciliación; es imposible disociar las dos realidades o hablar
926 I, 1,5 | bienes llevando una vida disoluta y vacía, los tenebrosos
927 I, 1,6 | descarríos y al padre la acogida dispensada al hijo pródigo mientras
928 III, 1,27 | fermentos de división y dispersión.~El sacramento del Matrimonio,
929 I, 1,6 | propios méritos, celoso y displicente, lleno de amargura y de
930 Pro, 0,2 | organización social en la que la distancia en las condiciones humanas
931 II, 1,17 | eternidad, puede detenerse o distanciarse, sin por ello abandonar
932 I, 2,9 | secularismo, incluso toman sus distancias respecto de ella o le oponen
933 III, 2,32 | por la modalidad que la distingue, pone de relieve algunos
934 II, 1,17 | espiritual y los pastores han distinguido los pecados en mortales
935 II, 1,17 | la Iglesia.~Al definir y distinguir los pecados mortales y veniales,
936 III, 2,32 | de la Penitencia a algo distinto, pero conciliable con ello:
937 III, 1,26 | Vaticano II y la de los distintos Episcopados urgidos por
938 Pro, 0,2 | económicamente deprimidos; la distribución inicua de las riquezas del
939 II, 1,18 | numerosos fieles por la divergencia de opiniones y enseñanzas
940 Pro, 0,2 | polarizaciones políticas; desde las divergencias tribales a las discriminaciones
941 III, 2,31 | actos del penitente, de diversa importancia, pero indispensable
942 I, 3,11 | por diferentes títulos de diverso valor, pero todos ellos
943 I, 1,6 | hermano mayor el egoísmo que divide a los hermanos entre sí,
944 II, 0,13 | confundidos en el lenguaje, divididos entre sí, e incapaces de
945 III, 2,28 | es más significativo, ni divinamente más eficaz, ni más elevado
946 II, 1,14(68) | persona o incluso a una divinidad. Pero el pecado es también
947 II, 1,17 | o el culto a las falsas divinidades.(86) De cualquier modo con
948 III, 2,34 | que se refiere al caso de divorciados casados de nuevo,(199) o
949 III, 2,32 | a Cristo y a hacerse más dóciles a la voz del Espíritu».(194)
950 II, 1,17 | muerte espiritual. Según el Doctor Angélico, para vivir espiritualmente,
951 III, 2,33 | base de las consideraciones doctrinales y pastorales antes expuestas—
952 Pro, 0,4 | actos de penitencia.~El documento-base del Sínodo (también llamado
953 III, 2,31(179)| sufrimientos / y cargó con nuestros dolores» y que «en sus llagas hemos
954 II, 1,17 | también, por una experiencia dolorosa, que mediante un acto consciente
955 I, 2,7 | Y precisamente ante el doloroso cuadro de las divisiones
956 Pro, 0,2 | concreción. Entre tantos otros dolorosos fenómenos sociales de nuestro
957 III, 1,26 | en el que las actitudes dominantes en la psicología y en el
958 Des, 0,35 | día 2 de diciembre, Primer Domingo de Adviento, del año 1984,
959 I, 2,8(32) | Tractatus 63 (De passione Domini 12). 6: CCL 138/A, 386.~
960 III, 2,29(162)| Iglesia »: Sermo 11 (In dominica III post Epiphaniam, I):
961 III, 1,25(122)| Decreto Christus Dominus sobre el oficio pastoral
962 I, 3,12 | hombre —sea quien sea y dondequiera se halle— al camino, a veces
963 I, 3,10 | paterno de Dios y de sus dones de amor está siempre en
964 III, 2,29 | Magisterio.~Todo este conjunto de dotes humanas, de virtudes cristianas
965 I, 1,5 | Jesús poniendo al vivo la dramática vicisitud de aquel joven:
966 II, 1,18 | individual, ya sea de las dramáticas condiciones socio-económicas
967 I, 2,9 | según la antigua máxima: In dubiis libertas, in necessariis
968 III, 1,25 | también sin desconfianzas, dudas o retrasos. Las leyes fundamentales
969 II, 1,16 | demuestra incompleto, de poca duración y, en definitiva, vano e
970 II, 1,17 | reprueban con expresiones duras los pecados particularmente
971 Pro, 0,2(5) | Iglesia: cf. S. CIPRIANO, De Ecclesiae catholicae unitate, 7: CCL
972 II, 2,22 | ante nuestro pecado, no se echa atrás ante nuestras ofensas,
973 III, 2,31 | la individualidad y la eclesialidad, que la reforma progresiva
974 I, 2,7(26) | Cf. Eclo 44, 17.~
975 Pro, 0,2 | inmerecida de pueblos social y económicamente deprimidos; la distribución
976 III, 1,26 | adecuados a las diversas edades, a las distintas condiciones
977 I, 3,11 | ellos en modo peculiar «edifican la Iglesia».(52) De hecho,
978 II, 1,14 | los hombres han pretendido edificar una ciudad, reunirse en
979 III, 1,25(122)| cf. Declar. Gravissimum educationis sobre la educación cristiana,
980 III, 1,27 | pertenencia más íntima y efectiva a la misma asamblea de los
981 I, 3,12 | la Iglesia podrá actuar eficazmente para que pueda surgir la
982 I, 1,6 | humana dividida por los egoísmos, arroja luz sobre las dificultades
983 II, 1,18 | reconoce la capacidad de ejecutar verdaderos actos humanos
984 III, 2,31 | aquel que en el Sacramento ejerce el papel de juez —el cual
985 III, 2,29 | pues, a este silencioso ejército de hermanos nuestros que
986 I, 3,10 | Israel en cuanto pueblo elegido del Antiguo Testamento y
987 Pro, 0,4(17) | solicitaciones tiene que elegir y que renunciar. Mas aún,
988 III, 1,26 | para hacer luz sobre esta elevada condición de la grandeza
989 II, 1,17 | ciertas realidades creadas, elevándolas al nivel de ídolos o falsos
990 Pro, 0,4 | es espiritual;(13) para elevarse continuamente de las cosas
991 II, 1,17 | hombre, sabiendo y queriendo elige, por cualquier razón, algo
992 II, 1,17 | principio de vida que es Él, y eligiendo, por lo tanto, la muerte.~
993 II, 1,16(72) | una escritora francesa, Elisabeth Leseur, Journal et pensées
994 Des, 0,35 | corazón de Cristo, signo elocuente de la divina misericordia, «
995 II, 1,16 | también de quien pretende eludir la fatiga y el sacrificio,
996 Pro, 0,1 | igualmente en algunos Documentos emanados de la sabiduría y de la
997 I, 3,10 | mencionado: «Somos, pues, embajadores de Cristo, como si Dios
998 II, 1,18 | del producir, a la vez que embriagado por el consumo y el placer,
999 II, 1,14 | construcción de la torre de Babel emerge un primer elemento que nos
1000 III, 1,25 | modo, la Iglesia católica, empeñada concretamente en la búsqueda
1001 II, 1,16 | que aun pudiéndolo, no se empeñan con sabiduría en el mejoramiento