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| Ioannes Paulus PP. II Reconciliatio et Paenitentia IntraText - Concordancias (Hapax Legomena) |
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Parte, Capítulo, Parrafo gris = Texto de comentario
1515 III, 2,31 | la cual tiene lugar en la intimadad del corazón del hijo pródigo,
1516 II, 1,16 | realidades y situaciones intolerables.~Dado por sentado todo esto
1517 II, 1,16 | existe nada tan personal e intrasferible como el mérito de la virtud
1518 Pro, 0,1 | en su amplia y penetrante introducción. Se refleja igualmente en
1519 III, 0,23 | verdadera penitencia y los introduce así en el camino de la plena
1520 II, 0,13 | albores de la Iglesia, nos introducen mejor que cualquier otra
1521 III, 2,31 | admite que el pecado ha introducido en su conciencia una división
1522 III, 2,31 | ser siempre no una ansiosa introspección psicológica, sino la confrontación
1523 II, 2,19 | podemos ampliar esta magnífica intuición teológica del Apóstol a
1524 I, 1,6 | niveles y sin reservas, que intuyen con una seguridad íntima
1525 III, 2,31 | conciencia una división que invade todo su ser y lo separa
1526 III, 1,25 | condena mutua y hasta de invectiva mutua como condición preliminar
1527 III, 2,29 | comienzos— a sus sucesores, investidos por los mismos Apóstoles
1528 Pro, 0,4 | común, la asidua y minuciosa investigación, han dado como resultado
1529 III, 2,33 | sino también un derecho inviolable e inalienable, además de
1530 Pro, 0,4 | habla la Sagrada Escritura, invitándonos a hacer por ella toda clase
1531 III, 1,25 | de que un cierto fácil «irenismo»en materia doctrinal y,
1532 I, 3,10 | redentor de Cristo que se irradia en el mundo mediante el
1533 Pro, 0,2 | manifiesto su gravedad con irrefutable concreción. Entre tantos
1534 III, 2,34 | encuentran en situaciones irregulares. Ninguno de estos hermanos
1535 III, 2,34 | cristianos que conviven irregularmente.~Asimismo siento el vivo
1536 II, 1,17 | Espíritu Santo», la cual es «irremisible», ya que ella es, en sus
1537 III, 1,26 | instintivamente, y con frecuencia irresistiblemente, todo lo que es penitencia
1538 I, 1,6 | misericordia del Padre lo irritan y lo enojan; la felicidad
1539 II, 2,19 | como una inspiración que irrumpe. En efecto, el Apóstol ha
1540 III, 2,29(162)| Pedro, Mt 16, 19. El B. Isaac de la Estrella subraya en
1541 III, 2,31(179)| Yavé» del que el Libro de Isaías profetizaba que «fue él
1542 I, 3,10 | división religiosa dentro de Israel en cuanto pueblo elegido
1543 III, 2,32 | están comprendidos en el itinerario penitencial. El diálogo
1544 III, 2,31(178)| atenuada «ad instar actus iudicialis» (Sesión XIV, De sacramento
1545 II, 2,19 | después del cometido de los jefes de la comunidad, para referirse
1546 II, 2,19 | litúrgico y, unido a él, el jerárquico); habla después del cometido
1547 I, 2,8 | el Concilio apostólico de Jerusalén(36) hasta el último Sínodo
1548 I, 1,6(21) | compasión de Nínive» (cf. Jon 4). ~
1549 III, 1,25(130)| misa con ocasión de la XVI Jornada Mundial de la Paz (1 de
1550 III, 2,29 | Juan María Vianney, San José Cafasso y San Leopoldo de
1551 II, 1,16(72) | Journal et pensées de chaque jour, Paris 1918, p. 31.~
1552 II, 1,16(72) | francesa, Elisabeth Leseur, Journal et pensées de chaque jour,
1553 III, 2,31 | antigua, una especie de acto judicial; pero dicho acto se desarrolla
1554 II, 1,16 | de Cristo porque está en juego el segundo mandamiento que
1555 I, 1,5(19) | Cf. Juna Pablo II, Encíc. Dives in
1556 I, 2,8(35) | en lengua española, 6 de junio de 1982, p. 13.~
1557 | juntos
1558 III, 2,28 | psicológico, sociológico y jurídico sobre la penitencia en general
1559 II, 1,18 | hombres. «¿Tenemos una idea justa de la conciencia?» —preguntaba
1560 Pro, 0,4(6) | Uno de estos valores es justamente la reconciliación entre
1561 III, 2,29 | de los muertos,(168) que juzga según la verdad y no según
1562 III, 2,29 | tiene el poder tanto de juzgar(159) como el de perdonar
1563 III, 2,31 | íntimo del pecador para poder juzgarlo y absolver, para asistirlo
1564 II, 1,17 | Testamento, recogida en el Kérigma de los Apóstoles y perteneciente
1565 I, 2,8 | reconciliación».(33)~En las manos y labios de los apóstoles, sus mensajeros,
1566 Pro, 0,2 | vista puedan aparecer tales laceraciones, sólo observando en profundidad
1567 Pro, 0,4 | comunidad humana que veían lacerada y dividida.(6) Y yo mismo,
1568 III, 2,31 | como la de sus hermanos laicos y religiosos, depende, para
1569 Pro, 0,2 | vienen a ser como el rostro lamentable de la división de la que
1570 Pro, 0,2(2) | Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, III, 1-7: AAS 71 (1979),
1571 II, 1,17(93) | 39, 22: Enchiridion ad Laurentium, de fide et spe et caritate,
1572 III, 0,23 | con hisopo, y seré puro; lávame, y seré más blanco que la
1573 III, 1,25 | en la base de un diálogo leal y constructivo la claridad
1574 III, 1,26 | iniciativas, como predicaciones, lecciones, debates, encuentros y cursos
1575 III, 1,26 | persuadir a los oyentes o a los lectores a tomar resoluciones concretas.~
1576 III, 2,32 | efecto singular respecto a su lectura individual, y subraya mejor
1577 III, 1,26 | Las brindan a menudo las lecturas biblicas y los ritos de
1578 II, 1,14 | 14. Si leemos la página bíblica de la
1579 II, 2,22 | voz de la Verdad divina a leer con realismo en el interior
1580 II, 1,18 | transgresión de normas y preceptos legales.~La pérdida del sentido
1581 III, 2,31 | corresponde a la necesidad legítima y natural de abrirse a alguno,
1582 III, 2,33 | precisan las condiciones que legitiman el recurso al «rito de la
1583 III, 2,32 | importancia de la Palabra de Dios, leída, recordada y explicada,
1584 II, 1,18 | A través del Evangelio leído en la comunión eclesial,
1585 Des, 0,35 | humanos.~Para que en un día no lejano produzca copiosos frutos,
1586 Des, 0,35 | nuestros hermanos en la fe, lejanos en el tiempo pero muy unidos
1587 III, 1,25 | derrotismo», y a pesar de la lentitud inevitable que la ligereza
1588 III, 2,29 | San José Cafasso y San Leopoldo de Castelnuovo, citando
1589 II, 1,16(72) | escritora francesa, Elisabeth Leseur, Journal et pensées de chaque
1590 III, 2,31 | los hermanos, agredidos y lesionados por él de algún modo; se
1591 II, 1,17 | Agustín, entre otros, habla de letalia o mortifera crimina, oponiéndolos
1592 Des, 0,35(204)| Letanías del Sagrado Corazón; cf.
1593 Pro, 0,4 | fe personal, sino también levadura capaz de hacer crecer en
1594 I, 2,7 | que el pecado había levantado entre los hombres.~
1595 III, 1,25 | la guerra dos partes se levantan una contra la otra», así «
1596 I, 3,12 | de conversión, de fe, de levantarse tras cada caída, de acción
1597 II, 1,16 | empujado por no pocos ni leves factores externos; así como
1598 II, 1,17 | oponiéndolos a venialia, levia o quotidiana.(93) El significado
1599 III, 2,31(183)| y Aristóteles (Rhetor., lib. I, cap. 15, 1375 a-b)—
1600 II, 2,20 | que para no pecar —o para liberarse del pecado— el cristiano
1601 I, 2,9 | antigua máxima: In dubiis libertas, in necessariis unitas,
1602 II, 1,16(74) | Teología de la liberación » Libertatis nuntius (6 de agosto de
1603 III, 2,34 | las obligaciones asumidas libremente ante Dios y la Iglesia.
1604 III, 2,29 | fundamental se nos ofrece en los Libros Santos del Antiguo y del
1605 II, 1,18 | ha sostenido siempre.~Es lícito esperar que, sobre todo
1606 III, 2,31 | acción salvífica no están ligados a un signo sacramental,
1607 III, 1,25 | lentitud inevitable que la ligereza nunca podría corregir, la
1608 II, 1,18 | que actúan en el hombre, limita tanto su responsabilidad
1609 III, 1,26 | decir, prácticamente sin limitación alguna. Con estas condiciones,
1610 II, 1,16 | eliminar, o, al menos, limitar determinados males sociales,
1611 II, 1,14 | humano, en aquella zona límite donde la conciencia, la
1612 II, 1,17 | desordenada permanece en los límites de la separación de Dios,
1613 III, 1,26 | los que sufren. Sobre la limosna que es un medio para hacer
1614 III, 1,26 | religiosa.(143) En esta misma línea el Pontífice Pablo VI intervino
1615 Pro, 0,4 | Sínodo (también llamado Lineamenta), que fue preparado con
1616 III, 1,26 | griego metánoia,(138) que literalmente significa cambiar radicalmente
1617 II, 1,17(93) | Agustín, De Spiritu et littera, XXVIII: CSEL 60, 202 s.;
1618 III, 2,28 | formas de penitencia: algunas litúrgicas o paralitúrgicas, que van
1619 I, 2,8(35) | Juan Pablo II, Discurso en Liverpool (30 de mayo 1982), 3: L'
1620 III, 2,31(179)| nuestros dolores» y que «en sus llagas hemos sido curados» (Is
1621 III, 2,33 | la absolución.~Con este llamamiento a la doctrina y a la ley
1622 I, 2,9 | aquellos que se honran en llamarse cristianos, pero que están
1623 I, 3,12 | que mi Predecesor Pablo VI llamó la «civilización del amor».~
1624 I, 1,5 | del hijo, lo abraza a su llegada y adereza la mesa para el
1625 II, 1,16 | oscureciendo su inteligencia.~Llegados a este punto hemos de preguntarnos
1626 III, 1,25 | estable que todos deseamos. Se llegará a esta comunión en el instante
1627 I, 3,12 | Iglesia,(53) y los Santos, que llegaron ya al final del camino terreno
1628 Pro, 0,3 | eficaces en la medida en que lleguen —para así sanarla— a aquella
1629 III, 1,25 | especialmente el diálogo ecuménico lleve a una reconciliación sincera
1630 III, 2,31 | buenos penitentes. Tal es la lógica interna de este gran Sacramento.
1631 Pro, 0,2 | observando en profundidad se logra individuar su raíz: ésta
1632 III, 1,26 | vicisitud terrena más o menos lograda, se pide a los Pastores
1633 Pro, 0,2(5) | IV, 15: CCL 120, 630; In Lucae Evangelium expositio, VI,
1634 I, 1,5 | página extraordinaria de S. Lucas, que ya he tratado de ilustrar
1635 II, 0,13 | e incluye desasirse con lucidez y determinación del pecado
1636 Pro, 0,1 | venerados Predecesores, cuyos luminosos pontificados estuvieron
1637 Pro, 0,2(5) | a los Corintios, III-VI; LVII: Patres Apostolici, ed.
1638 II, 1,14(68) | traducción griega de los LXX y en el Nuevo Testamento
1639 III, 2,33 | sobre este punto, fruto de madura y equilibrada consideración,
1640 III, 1,27 | Espíritu Santo y al llevar a su madurez la vida cristiana, significa
1641 II, 1,16 | en el misterio profundo y magnífico de la comunión de los santos,
1642 II, 1,16 | tanto, no puede ser buena o mala en sí misma.~En el fondo
1643 II, 0,13 | ti sólo pequé, cometí la maldad que aborreces».(59) El mismo
1644 III, 2,31 | aquel signo particular de maldición, marcado en su frente;(190)
1645 I, 3,12 | no duda en denunciar la malicia del pecado, en proclamar
1646 Des, 0,35 | turbada por el pecado y maltrecha por tantas tensiones y conflictos—
1647 II, 2,21 | misterio de Cristo, como manantial interior de energía espiritual,
1648 III, 1,27 | con la cancelación de la mancha original y la consiguiente
1649 I, 3,12 | comparecer ante sí gloriosa, sin manchas ni arrugas» pues, a causa
1650 II, 1,17 | actos de desobediencia a los mandamientos de Dios en materia grave.
1651 II, 2,21 | pecar; más aún, recibe el mandato de no pecar , y de comportarse
1652 II, 1,17 | ya que ella es, en sus manifestaciones, un rechazo obstinado de
1653 II, 2,22 | Palabra de la Escritura, al manifestarnos el misterio de la piedad,
1654 Pro, 0,2 | fruto, a la vez que ponen de manifiesto su gravedad con irrefutable
1655 III, 2,31 | y la imposición de la mano y la señal de la cruz, trazada
1656 III, 2,29 | firmeza moderada por la mansedumbre y la bondad. Él debe tener,
1657 III, 1,25 | así como también de «mantener un diálogo con la sociedad
1658 III, 2,34 | el esfuerzo sincero por mantenerse en contacto con el Señor,
1659 II, 1,15 | de quien salió y que la mantiene en vida; es, por consiguiente,
1660 III, 1,26 | golpeado y a dejar también el manto a quien nos ha quitado la
1661 II, 2,20(105) | neutro « mysterium ». Algunos manuscritos tardíos han retocado el
1662 III, 2,31(183)| existentes «desde siempre», marcadas profundamente en el corazón
1663 Pro, 0,1 | pontificados estuvieron marcados por el acontecimiento histórico
1664 I, 1,6(21) | que en una noche se marchita», es no entender que el
1665 Pro, 0,2(5) | S. Beda El Venerable, In Marci Evangelium expositio, IV,
1666 II, 1,18 | en las comunicaciones de masa y en la misma vida familiar—
1667 II, 1,17 | caridad y el pecado que no mata la vida sobrenatural; entre
1668 II, 1,17 | Testamento, en el Evangelio de Mateo,(88) el mismo Jesús habla
1669 I, 2,8 | demás, el apego a los bienes materiales o la búsqueda desenfrenada
1670 III, 2,34 | las muestras de bondad maternal por parte de la Iglesia,
1671 Des, 0,35 | de Dios» en virtud de su maternidad divina, en la obra de la
1672 III, 1,27 | dispersión.~El sacramento del Matrimonio, elevación del amor humano
1673 III, 2,31 | ser salvados,(187) que la mayoría de los hombres de nuestro
1674 II, 1,17 | no conduce a la muerte (mè pròs thánaton).(83) Obviamente,
1675 III, 2,34 | rajada y a no apagar la mecha que humea todavía,(198)
1676 Pro, 0,4 | cotidianos) que en diversas medidas sirven para resolver tantas
1677 Pro, 0,4 | del Evangelio escuchado, meditado y vivido día a día a ejemplo
1678 III, 1,26 | cuando invita a poner la otra mejilla a quien nos ha golpeado
1679 II, 1,16 | empeñan con sabiduría en el mejoramiento o en la transformación de
1680 Pro, 0,2 | tiempo podemos traer a la memoria:~ la conculcación de los
1681 III, 2,28 | amenazada como está por la ya mencionada crisis en lo que ésta tiene
1682 I, 3,10 | apóstol Pablo que ya hemos mencionado: «Somos, pues, embajadores
1683 II, 1,16 | los trabajos sinodales, mencionaron con cierta frecuencia el
1684 III, 1,25 | unidad de la Iglesia, es menester que todos nos dejemos interpelar
1685 III, 2,32 | que también los pecados menores ofenden a Dios y dañan a
1686 I, 2,8 | labios de los apóstoles, sus mensajeros, el Padre ha puesto misericordiosamente
1687 III, 2,28 | cristiana; por otro, la mentalidad, a veces difundida, de que
1688 II, 1,17 | dimensión sobre la que la mente del hombre jamás ha dejado
1689 II, 1,18 | reduciéndolos a hechos meramente individuales, o por el contrario,
1690 II, 1,16 | comunión de los santos, merced a la cual se ha podido decir
1691 II, 1,17 | es venial el pecado que merece una simple pena temporal (
1692 II, 1,17 | pecados particularmente merecedores de condena,(81) además de
1693 II, 1,18 | que excluiría toda pena merecida por el pecado; de la severidad
1694 II, 1,14 | ante él; como si Dios no mereciese ningún interés en el ámbito
1695 I, 1,6 | sí mismo y de sus propios méritos, celoso y displicente, lleno
1696 Pro, 0,4 | último, durante todo un mes, los Padres sinodales, asistidos
1697 Pro, 0,3 | conquista y, por tanto, la meta a conseguir a través de
1698 III, 2,29 | abre al confesor con una mezcla de miedo y de confianza,
1699 | mía
1700 III, 2,31 | es la Iglesia entera —la militante, la purgante y la gloriosa
1701 II, 1,18 | alma», no puede menos de minar el sentido del pecado. Este
1702 II, 2,19 | Sin traicionar mínimamente el sentido literal del texto,
1703 III, 0,23 | expresarse en precisas funciones ministeriales en orden a una práctica
1704 III, 2,29 | hermosos y consoladores ministerios del Sacerdote; y precisamente
1705 Pro, 0,4 | sinodal y en los circuli minores y, sobre todo, de las sesenta
1706 Pro, 0,4 | estudio en común, la asidua y minuciosa investigación, han dado
1707 I, 1,5 | ilustrar en un Documento mio anterior.(19) Me refiero
1708 Pro, 0,4 | sugerido por numerosos Hermanos míos en el episcopado, esto es,
1709 Pro, 0,1 | Al igual que las otras miradas, también la del pastor vislumbra,
1710 Pro, 0,4 | aquellos que, creyentes o no, miran hacia ella con interés y
1711 II, 2,22 | como decimos en el Salmo Miserere.(112)~Sin embargo, amenazados
1712 I, 1,5 | desde el fondo de la propia miseria por el deseo de volver a
1713 II, 1,17 | al amor del Padre de las misericordias.~Es claro que se trata de
1714 I, 2,8 | mensajeros, el Padre ha puesto misericordiosamente un ministerio de reconciliación
1715 Des, 0,35 | compasivos, fraternales, misericordiosos, humildes».(200) El Apóstol
1716 III, 1,26 | tienen las tradicionales misiones populares. Si se adaptan
1717 I, 2,8 | eficacia de los sagrados misterios celebrados por su Iglesia,
1718 I, 3,12 | Iglesia del purgatorio están misteriosamente unidas en esta cooperación
1719 III, 1,26 | presente; más allá de las misteriosas puertas de la muerte se
1720 III, 1,27 | constituyen los Sacramentos.~En el misterioso dinamismo de los Sacramentos,
1721 Pro, 0,1 | humanista, del poeta y del místico; es sobre todo la mirada
1722 III, 1,26 | quisiera subrayar que, aunque mitigada desde hace algún tiempo,
1723 III, 2,32 | carácter comunitario y por la modalidad que la distingue, pone de
1724 III, 1,25 | subordinada a las opiniones, modas, opciones ideológicas que
1725 II, 1,18 | ya sea del someterse a modelos éticos impuestos por el
1726 III, 2,29 | discernimiento, firmeza moderada por la mansedumbre y la
1727 I, 2,9 | en pacificar los ánimos, moderar las tensiones, superar las
1728 Pro, 0,4(17) | desequilibrios que fatigan al mundo moderno están conectados con este
1729 II, 1,17 | puede pues ser radicalmente modificada por actos particulares.
1730 II, 1,15 | pueden comprobarse en tantos momentos de la psicología humana
1731 II, 1,18 | erróneamente con el sentimiento morboso de la culpa o con la simple
1732 I, 2,7 | observar que Cristo debía morir «para reunir en uno todos
1733 III, 0,23 | perdonado tu pecado. No morirás».(118)~La Iglesia se encuentra,
1734 II, 1,17 | otros, habla de letalia o mortifera crimina, oponiéndolos a
1735 I, 2,9 | la Iglesia debe comenzar mostrándose ella misma evangelizada,
1736 III, 2,32 | el pastor de almas deberá mostrarse siempre dispuesto a acoger
1737 III, 2,29 | Iglesia si cada Sacerdote se mostrase solícito en no faltar nunca,
1738 III, 2,32 | recurrir estén dictados no por motivaciones conyunturales y subjetivas,
1739 III, 0,23 | de su ser, pero, a la vez movido hacia un incoercible deseo
1740 Pro, 0,3 | es, sin duda alguna, un móvil fundamental de nuestra sociedad
1741 III, 2,29 | juez de los vivos y de los muertos,(168) que juzga según la
1742 II, 1,15 | siguientes del Génesis nos muestran al hombre y a la mujer como
1743 III, 2,34 | Sacramento de la Penitencia, las muestras de bondad maternal por parte
1744 III, 1,26 | esta catequesis amplia y multiforme, teniendo en cuenta la diversidad
1745 III, 2,29 | también a la innumerable multitud de confesores santos y casi
1746 III, 1,25(130)| ocasión de la XVI Jornada Mundial de la Paz (1 de enero de
1747 III, 1,26 | puede omitir, sin grave mutilación de su mensaje esencial,
1748 II, 1,18 | diaria. Un modelo de sociedad mutilado o desequilibrado en uno
1749 Des, 0,35 | nuevo mandamiento del amor mutuo; el deseo y el compromiso
1750 Des, 0,35(205)| 7 de Diciembre de 1983, n. 2: L'Osservatore Romano,
1751 II, 1,16 | excluir la del que está por nacer, o contra la integridad
1752 III, 1,27 | de modo que la familia, nacida de tal Sacramento, se hace
1753 Pro, 0,2 | cada uno lleva desde su nacimiento como una herencia recibida
1754 II, 1,18(100) | al Congreso Catequístico Nacional de los Estados Unidos en
1755 II, 1,15 | entre hermanos~15. En las narraciones bíblicas antes recordadas,
1756 III, 1,26 | reconciliación derivará naturalmente una catequesis teológica,
1757 I, 2,7 | incomparable de Jesús de Nazaret, Verbo e Hijo de Dios hecho
1758 III, 1,24 | tiempo, a las exigencias y necesidades espirituales de los hombres
1759 III, 2,31 | eficaz de la Penitencia— necesita recurrir a la fuente de
1760 I, 3,12 | santa»,(54) pero a la vez necesitada de ir «purificándose día
1761 I, 2,9 | In dubiis libertas, in necessariis unitas, in omnibus caritas.~
1762 II, 1,16 | seria y valientemente esas nefastas realidades y situaciones
1763 I, 3,10 | buscar el bien generosamente, negándose a obedecer a su Señor y
1764 II, 1,18 | entonces pecar no es solamente negar a Dios; pecar es también
1765 III, 1,26 | bíblica, especialmente la neotestamentaria, sobre la necesidad de restablecer
1766 I, 2,7 | y significativos lugares neotestamentarios, es legítimo hacer converger
1767 III, 2,29 | confesionario, como San Juan Nepomuceno, San Juan María Vianney,
1768 II, 1,17 | situaciones concretas, deslindar netamente los confines.~Ya en el Antiguo
1769 II, 2,20(105) | literal, no concuerda con el neutro « mysterium ». Algunos manuscritos
1770 II, 1,15 | con el pecado el hombre se niega a someterse a Dios, también
1771 III, 0,23 | y seré más blanco que la nieve»,(117) recibiendo la respuesta
1772 I, 1,6(21) | pueda tener compasión de Nínive» (cf. Jon 4). ~
1773 III, 2,32 | fieles, especialmente los niños y jóvenes, a atenerse a
1774 III, 2,31(178)| Penitencia alude a esta función, nn. 6 b y 10 a. ~
1775 I, 1,6(21) | ricino (...) que en una noche se marchita», es no entender
1776 II, 1,18 | también el de amortiguar la noción de pecado hasta tal punto
1777 III, 2,32 | constituye el único modo normal y ordinario de la celebración
1778 III, 1,25 | conflictos y hacer que las normales tensiones no resulten perjudiciales
1779 III, 2,32 | forma en lo referente a la normalidad del rito. En cambio, la
1780 III, 2,28 | crisis. Y el Sínodo ha tomado nota de tal crisis. Ha recomendado
1781 Pro, 0,4(17) | Concilio Vaticano II ha hecho notar: «En realidad de verdad,
1782 III, 2,29 | Es ésta una de las novedades evangélicas más notables.
1783 III, 1,26 | designa como los cuatro novísimos del hombre: muerte, juicio (
1784 II, 1,17 | mortal.~Recogemos aquí el núcleo de la enseñanza tradicional
1785 II, 1,18 | por el Concilio como «el núdeo más secreto y el sagrario
1786 II, 1,16(74) | liberación » Libertatis nuntius (6 de agosto de 1984), IV,
1787 I, 3,10 | generosamente, negándose a obedecer a su Señor y Padre; continúa
1788 Pro, 0,4 | interior que —estoy seguro— obedecía a la vez a la inspiración
1789 III, 2,32 | espiritual de los fieles, obedeciendo a la disciplina penitencial
1790 III, 2,34 | actualmente en las condiciones objetivas requeridas por el Sacramento
1791 III, 2,34 | está en oposición a las obligaciones asumidas libremente ante
1792 Pro, 0,4 | desea ser una respuesta obligada a todo aquello que el Sínodo
1793 III, 2,32 | Sacramento —al que están obligadas algunas categorías de fieles—
1794 I, 2,8 | corazón; éste es el camino obligado para el entendimiento entre
1795 I, 2,8 | todo lo que el Hijo de Dios obró y enseñó para la reconciliación
1796 III, 1,26 | agredido, probado, turbado y obscurecido. Para una sabia catequesis
1797 III, 2,28 | Confesión, por un lado el obscurecimiento de la conciencia moral y
1798 Pro, 0,2 | generadores de división, observadores atentos detectan los más
1799 Pro, 0,2 | tales laceraciones, sólo observando en profundidad se logra
1800 I, 2,7 | el evangelista Juan al observar que Cristo debía morir «
1801 III, 2,33 | norma y la obligación de observarla, los fieles deben ser advertidos
1802 II, 1,15 | la que fácilmente pueden observarse repercusiones y señales
1803 I, 2,9 | fría indiferencia, si no la obstaculizan y la persiguen. La Iglesia
1804 III, 1,25 | tradición cristiana. Además, no obstante la amenaza de un determinado «
1805 II, 1,16 | social. Así la contraposición obstinada de los bloques de Naciones
1806 II, 1,17 | manifestaciones, un rechazo obstinado de conversión al amor del
1807 II, 1,17 | esperar que pocos quieran obstinarse hasta el final en esta actitud
1808 III, 2,29 | recuperación y los esfuerzos para obtenerla, discernir la acción del
1809 III, 2,32 | readmisión a la amistad con Dios, obteniendo la gracia perdida a causa
1810 III, 2,30 | sacramento de la penitencia obtienen de la misericordia de Dios
1811 II, 1,17 | existencia de culpas, que pueden ocasionar al pecador «la muerte eterna»
1812 II, 1,14 | oscuro e inaprensible se oculta en el pecado. Este es sin
1813 III, 1,25 | segundas causas o intereses ocultos —porque no los tiene—, sino «
1814 II, 1,17 | ad creaturam). Esto puede ocurrir de modo directo y formal,
1815 Pro, 0,4 | una condición histórica de odio y de violencia en una civilización
1816 III, 2,30(177)| Decreto Sacrosancti Concilii Oecumenici Vaticani II instauratum,
1817 III, 2,31 | es siempre el principal ofendido por el pecado —«tibi soli
1818 III, 1,25(122)| Christus Dominus sobre el oficio pastoral de los Obispos,
1819 II, 1,14(68) | conceptos. Todos juntos ofrecen la imagen del pecado.~
1820 III, 0,23 | conversión y la penitencia y ofrecerle el don de la reconciliación
1821 Pro, 0,4 | reconciliación y penitencia para ofrecerlo al Pueblo de Dios como fruto
1822 III, 2,30 | de su «filantropía»(172) ofrecida a todos— un Sacramento especial
1823 Pro, 0,4 | civilización del amor; está ofreciendo a todos el principio evangélico
1824 III, 0,23 | reconciliación»(120) y no ofreciera al mundo el don de la reconciliación.
1825 III, 1,26 | tener que interrumpir la ofrenda del sacrificio.(133) Sobre
1826 II, 1,18 | pecado. En tal situación el ofuscamiento o debilitamiento del sentido
1827 II, 1,18 | sacramental: tal es la tendencia a ofuscar el significado eclesial
1828 III, 1,26 | que está mal... es como un ojo interior, una capacidad
1829 I, 1,5 | Este, ciertamente no había olvidado al hijo, es más, había conservado
1830 II, 0,13 | solamente una obra de sus manos olvidando la acción del Señor. Habían
1831 Pro, 0,4(6) | acontecimiento. Y no pueden olvidarse tampoco las catequesis que
1832 II, 1,14 | contraste con él, sino como olvido e indiferencia ante él;
1833 II, 1,16 | social el pecado de obra u omisión por parte de dirigentes
1834 II, 1,16 | determinados males sociales, omite el hacerlo por pereza, miedo
1835 III, 1,26 | La Iglesia tampoco puede omitir, sin grave mutilación de
1836 I, 2,9 | in necessariis unitas, in omnibus caritas.~Según este mismo
1837 II, 1,17 | esta vida, considerada la omnipotencia y la misericordia de Dios».(91)~
1838 III, 1,25 | presentarse como testigo y operadora humilde de reconciliación
1839 III, 1,27 | llamados a ser testigos y operadores de unidad, constructores
1840 II, 2,19 | antagonista con otro principio operante, que —empleando una bella
1841 III, 0,23 | esté acompañado de energías operativas, sino que tiende a expresarse
1842 II, 1,14 | en el ámbito del proyecto operativo y asociativo del hombre.
1843 I, 2,9 | opciones en el campo de lo opinable, buscando por el contrario,
1844 II, 2,20 | cristológico, que —según la opinión de estudiosos acreditados—
1845 III, 1,26 | lo que es pastoral no se opone a lo doctrinal, ni la acción
1846 I, 2,9 | distancias respecto de ella o le oponen una fría indiferencia, si
1847 II, 1,16 | algunos ambientes,(74)— que al oponer, no sin ambiguedad, pecado
1848 II, 1,17 | letalia o mortifera crimina, oponiéndolos a venialia, levia o quotidiana.(93)
1849 II, 1,18 | condiciones socio-económicas que oprimen a gran parte de la humanidad,
1850 II, 0,13 | acción del Señor. Habían optado por la sola dimensión horizontal
1851 III, 1,25 | con lealtad, sin fáciles optimismos, pero también sin desconfianzas,
1852 II, 1,17 | atrás, caminar en el sentido opuesto al que Dios quiere y alejarse
1853 III, 2,30 | caridad, con el ejemplo y las oraciones».(174) Y como dato esencial
1854 III, 1,25 | tiene de iluminar a todo el orbe con el mensaje evangélico
1855 III, 2,34 | compromisos asumidos en la Ordenación, se encuentran en situaciones
1856 III, 2,33 | abandono, de las formas ordinarias, ni a considerar esta forma
1857 I, 2,9 | recoger en un documento orgánico las reflexiones de la IV
1858 III, 1,25 | Santa Sede y de sus diversos Organismos. La Santa Sede se esfuerza
1859 I, 3,10 | y arrastrado por su orgullo, abusa de la libertad que
1860 II, 1,14 | de la iniquidad,(66) se orienta a hacernos percibir lo que
1861 III, 0,23 | más arriba ilustrados, orientado hacia objetivos precisos
1862 Pro, 0,4 | representantes de las Iglesias Orientales, cuyo patrimonio teológico,
1863 Pro, 0,4 | existencia se hace penitencia orientándose a un continuo caminar hacia
1864 III, 2,28 | efecto, la Iglesia desde sus orígenes conoce y valora numerosas
1865 III, 2,28 | verdadera espiritualidad, originada quizás por una consideración
1866 II, 1,18 | múltiples factores, que se oscurece gravemente la conciencia
1867 II, 1,16 | debilitando su voluntad y oscureciendo su inteligencia.~Llegados
1868 II, 1,18 | finalmente y sobre todo, del oscurecimiento de la idea de la paternidad
1869 II, 1,14 | hacernos percibir lo que de oscuro e inaprensible se oculta
1870 III, 2,30 | conciencia del signo del perdón, otorgado por medio del Sacramento
1871 III, 2,29 | pastor decidido a buscar la oveja perdida,(165) médico que
1872 III, 1,26 | problemas, persuadir a los oyentes o a los lectores a tomar
1873 Pro, 0,4(6) | La Encíclica Pacem in terris, testamento espiritual
1874 III, 2,31 | ejercicio diligente, regular, paciente y fervoroso del sagrado
1875 III, 1,26 | esperanza de una solución pacífica de tantos conflictos sociales
1876 I, 2,9 | todos debemos esforzarnos en pacificar los ánimos, moderar las
1877 III, 1,26 | solidaridad con los que padecen hambre y los que sufren.
1878 III, 2,31 | ciertamente el precio que se paga por el pecado absuelto y
1879 II, 2,22 | que ha aceptado redimirnos pagando con su Sangre, entonces
1880 III, 2,31(183)| Ya los paganos —como Sófocles (Antígona,
1881 II, 1,16 | mismos que han sido sus paladines—, prácticamente todo pecado
1882 Pro, 0,3 | podría convertirse en la palanca ideal para un verdadero
1883 I, 3,10 | aldeas de Galilea y de toda Palestina,(49) no cesa de invitar
1884 II, 1,16 | exigencias, dentro del amplio panorama de los derechos y deberes
1885 III, 1,26 | Predecesores, a partir del Papa León XIII, a la que se ha
1886 II, 1,14(68) | injusticia. Se hablará también de parábasis o transgresión, de asébeia,
1887 Pro, 0,3 | voluntad de paz; y —por paradójico que pueda parecer— lo es
1888 I, 3,10 | Ciertamente, la narración del paraíso del Edén nos hace meditar
1889 III, 2,28 | penitencia: algunas litúrgicas o paralitúrgicas, que van desde el acto penitencial
1890 II, 1,17 | simple pena temporal (o sea parcial y expiable en la tierra
1891 II, 1,16(72) | pensées de chaque jour, Paris 1918, p. 31.~
1892 II, 2,19 | dedicado precedentemente largos párrafos de su mensaje al discípulo
1893 III, 2,31 | en el episcopado y a los Párrocos, a que faciliten con todas
1894 I, 3,11(52) | Aquino, Summa Theologiae, pars III, q. 64, a. 2, ad tertium.~
1895 III, 0,23 | reconciliación. Su punto de partida es la convicción de la Iglesia
1896 I, 2,7 | sacrificio.(29)~Por consiguiente, partiendo de estos y de otros autorizados
1897 I, 2,8 | historia de sus acciones pasadas, sino que lo sentimos también
1898 II, 1,18 | actitudes exageradas del pasado con otras exageraciones;
1899 II, 1,17 | psicológica no se puede pasar a la constitución de una
1900 I, 2,7 | de Cristo, en el misterio pascual de su muerte y resurrección,
1901 II, 0,13(61) | Providencia, Roma 1980, passim.~
1902 I, 2,8(32) | Magno, Tractatus 63 (De passione Domini 12). 6: CCL 138/A,
1903 II, 2,21 | cristiano, que a la piedad paternal de Dios responde con su
1904 III, 2,29 | los hermanos, amonestar paternalmente a aquel penitente con un
1905 II, 1,18 | oscurecimiento de la idea de la paternidad de Dios y de su dominio
1906 I, 3,10 | significativa. El rechazo del amor paterno de Dios y de sus dones de
1907 Pro, 0,2(5) | Corintios, III-VI; LVII: Patres Apostolici, ed. Funk, I,
1908 III, 2,29(170)| Penitenciarios de las Basílicas Patriarcales de Roma y a los Sacerdotes
1909 III, 2,30(177)| instauratum, auctoritate Pauli VI promulgatum. Ordo Paenitentiae,
1910 II, 1,16 | hallamos siempre personas pecadoras. Esto es tan cierto que,
1911 III, 2,31(179)| venido yo a llamar ... a los pecadores a penitencia»; Lc 9, 2: «
1912 III, 2,30 | Iglesia, a la que hirieron pecando, y que colabora a su conversión
1913 III, 2,31 | por el pecado —«tibi soli peccavi»— , y sólo Dios puede perdonar.
1914 I, 3,11 | cada uno de ellos en modo peculiar «edifican la Iglesia».(52)
1915 III, 1,26 | adaptan a las exigencias peculiares, de nuestro tiempo, ellas
1916 III, 2,29 | ramas de la teología, en la pedagogía y en la psicología, en la
1917 Pro, 0,2 | Un mundo en pedazos~2. Estas divisiones se manifiestan
1918 Pro, 0,4 | aquello que el Sínodo me ha pedido. Pero es también —quiero
1919 Pro, 0,3 | es tan fuerte cuanto son peligrosos los factores mismos de división.~
1920 II, 1,18 | demasiado el temor de las penas eternas, a predicar un amor
1921 III, 0,23 | duradera, donde quiera que haya penetrado la división.~No es necesario
1922 II, 2,20 | hacia nosotros es capaz de penetrar hasta las raíces más escondidas
1923 III, 2,29(170)| Santo; cf. el Discurso a los Penitenciarios de las Basílicas Patriarcales
1924 II, 2,20 | connatural al hombre, como pensaban los gnósticos. Es un resultado
1925 II, 1,18 | Incluso en el terreno del pensamiento y de la vida eclesial algunas
1926 II, 1,16(72) | Elisabeth Leseur, Journal et pensées de chaque jour, Paris 1918,
1927 II, 0,13 | Contra ti, contra ti sólo pequé, cometí la maldad que aborreces».(59)
1928 Pro, 0,4 | tantos conflictos y vencer pequeñas y grandes divisiones reconstruyendo
1929 III, 2,29 | alentador y amigable «vete y no peques más».(171)~Para un cumplimiento
1930 III, 1,26 | Este significado es bien perceptible en el término metánoia,
1931 II, 1,14 | se orienta a hacernos percibir lo que de oscuro e inaprensible
1932 III, 2,31 | cambio, este ministerio perdería mucho de su eficacia, si
1933 III, 2,29 | Pero es misericordioso y perdonaba la iniquidad, y no los exterminó,
1934 I, 2,8(35) | recibido, el don de ser perdonada y hecha una misma cosa con
1935 III, 1,26 | arrepiente ( = vuelve a ti), perdónale. Si siete veces al día peca
1936 II, 0,13 | que es fiel y justo nos perdonará los pecados».(56) Estas
1937 III, 1,26 | dicéndote: «Me arrepiento", le perdonarás».(140) Una buena catequesis
1938 III, 2,28 | funciones propiciatorias y a las peregrinaciones; otras de carácter ascético,
1939 I, 3,12 | intercesión a sus hermanos peregrinos en el mundo, en un esfuerzo
1940 II, 1,16 | sociales, omite el hacerlo por pereza, miedo y encubrimiento,
1941 III, 2,31 | Penitencia su signo visible, perfeccionador de la misma atrición. Por
1942 II, 1,14 | corazón y confirmándola y perfeccionándola con la revelación.~Exclusión
1943 III, 2,34 | caridad, de dolor lo más perfecto posible, podrán preparar
1944 III, 1,26 | puertas de la muerte se perfila una eternidad de gozo en
1945 III, 2,31 | otro motivo, el recurso periódico e inspirado en una auténtica
1946 II, 1,18 | en la historia, durante períodos de tiempo más o menos largos
1947 III, 1,25 | normales tensiones no resulten perjudiciales para la unidad de la Iglesia,
1948 II, 1,17 | espiritualmente, el hombre debe permanecer en comunión con el supremo
1949 II, 2,19 | designio salvífico de Dios permanecería incompleto o, incluso, derrotado,
1950 II, 1,17 | el pecado es un desorden perpetrado por el hombre contra ese
1951 Des, 0,35 | y de la paciencia en la persecución por la justicia; el devolver
1952 I, 2,9 | no la obstaculizan y la persiguen. La Iglesia siente el deber
1953 III, 2,29 | Señor, contrariamente al persistente cliché, según el cual el
1954 II, 0,13 | consideración de la propia personalidad— reconocerse pecador, capaz
1955 II, 2,22 | escuchar, como dirigida personalmente a cada uno, la advertencia
1956 III, 1,26 | plantear bien los problemas, persuadir a los oyentes o a los lectores
1957 III, 1,25 | diálogo son, por una parte, la persuasión de que sólo un ecumenismo
1958 I, 3,12 | seguidores cual prueba de pertenecer a su reino, y traducirse
1959 II, 1,17 | Kérigma de los Apóstoles y perteneciente a la más antigua enseñanza
1960 III, 1,27 | conversión del corazón y una pertenencia más íntima y efectiva a
1961 III, 2,33 | sintiendo la grave carga que pesa sobre su conciencia en el
1962 Des, 0,35 | con el mismo espíritu del pescador de Galilea todo lo que él
1963 II, 1,14 | hombre;mas dentro de su mismo peso humano obran factores por
1964 III, 2,32 | tales elementos cuando se piensa en las diversas razones
1965 III, 2,32 | también de otros modos —piénsese en los actos de dolor, en
1966 III, 1,27 | santificación personal (pietas) y de reconciliación comunitaria (
1967 II, 1,18 | aquí por qué mi Predecesor Pio XII, con una frase que ha
1968 II, 1,18(100) | Pío XII, Radiomensaje al Congreso
1969 II, 1,17 | entendida de tal modo que, en el plano objetivo, cambie o ponga
1970 I, 1,6(21) | de «entristecerse por una planta de ricino (...) que en una
1971 III, 1,26 | aclarar las situaciones, plantear bien los problemas, persuadir
1972 I, 2,7(28) | Plegaria eucarística III.~
1973 Pro, 0,3 | reconciliación misma serán plenas y eficaces en la medida
1974 Pro, 0,2 | condiciones humanas entre ricos y pobres aumenta cada vez más.(2)
1975 | pocas
1976 III, 1,25 | sincera en torno a aquello que podamos tener ya en común con las
1977 II, 1,17 | hombre con una oscura y poderosa fuerza de destrucción.~Durante
1978 II, 2,22 | divina,(114) es un amor más poderoso que el pecado, más fuerte
1979 II, 1,14 | conjunto social, ser fuertes y poderosos sin Dios, o incluso contra
1980 III, 2,34 | lo más perfecto posible, podrán preparar el camino hacia
1981 Pro, 0,1 | psicólogo y del humanista, del poeta y del místico; es sobre
1982 Pro, 0,2 | intereses económicos, a las polarizaciones políticas; desde las divergencias
1983 Pro, 0,2 | económicos, a las polarizaciones políticas; desde las divergencias
1984 Pro, 0,4(6) | social» o también un «mensaje politico» y en verdad lo es, si se
1985 II, 1,16 | por parte de dirigentes políticos, económicos y sindicales,
1986 III, 2,30(177)| Ordo Paenitentiae, Typis Polyglottis Vaticanis, 1974.~
1987 Pro, 0,2 | son fruto, a la vez que ponen de manifiesto su gravedad
1988 II, 0,13 | entre sí, e incapaces de ponerse de acuerdo.~¿Por qué falló
1989 II, 1,17 | plano objetivo, cambie o ponga en duda la concepción tradicional
1990 III, 2,31 | fieles a este Sacramento, y pongan en acción todos los medios
1991 Des, 0,35 | tensiones y conflictos— pongo ahora de modo especial esta
1992 I, 2,9 | Jesucristo, escuchándola y poniéndola en práctica.(37) También
1993 Des, 0,35 | año 1984, séptimo de mi Pontificado.~
1994 Pro, 0,1 | Predecesores, cuyos luminosos pontificados estuvieron marcados por
1995 Pro, 0,4(6) | su amplitud. El discurso pontificio —así aparece tras más de
1996 III, 1,26 | las tradicionales misiones populares. Si se adaptan a las exigencias
1997 Pro, 0,4 | así como a todo grupo o porción de la comunidad humana que
1998 II, 2,20 | predicado a las gentes como portador de salvación; que Él ha
1999 Pro, 0,4(7) | los hombres»: Bula Aperite Portas Redemptori, 3: AAS 75 (1983),
2000 II, 1,16 | según las exigencias y las posibilidades del momento histórico; así
2001 III, 1,25 | constructivo la claridad de las posiciones, la fidelidad y la coherencia
2002 III, 2,28 | camino para una solución positiva, en beneficio de la humanidad.
2003 III, 2,29(162)| Sermo 11 (In dominica III post Epiphaniam, I): PL 194,
2004 II, 1,17 | influirá en el Magisterio posterior de la Iglesia. Después de
2005 Pro, 0,2 | aumenta cada vez más.(2) La potencia arrolladora de esta división
2006 III, 1,26 | del sacrificio aceptado y practicado para la corrección del pecado.
2007 III, 1,26 | Sobre el ayuno que puede practicarse en formas antiguas y nuevas,
2008 III, 2,30 | evolución y variación de formas prácticas, ha conservado siempre y
2009 III, 0,23 | pastoral en sus elementos más prácticos y concretos. Yo me alegro
2010 II, 2,20 | gramatical con el texto precedente,(105) transcriba simplemente
2011 II, 2,19 | el Apóstol ha dedicado precedentemente largos párrafos de su mensaje
2012 II, 1,18 | transgresión de normas y preceptos legales.~La pérdida del
2013 III, 1,26 | conciencia se pueden encontrar preciosas indicaciones tanto en los
2014 III, 2,31 | ha obtenido, fruto de la preciosísima Sangre de Cristo. Las obras
2015 III, 2,31 | también que el fruto más precioso del perdón obtenido en el
2016 III, 2,31 | dispuesto que los humildes y preciosos Sacramentos de la fe sean
2017 III, 2,33 | Derecho Canónico,(196) se precisan las condiciones que legitiman
2018 III, 0,23 | que tiende a expresarse en precisas funciones ministeriales
2019 III, 2,32 | discernimiento vocacional más preciso; otras muchas veces una
2020 III, 0,23 | orientado hacia objetivos precisos y sostenido por medios adecuados,